Crisis de salud mental en jóvenes necesita atención inmediata

Según una organización sin fines de lucro que encuestó a casi 50 mil personas en ocho países, los informes de los jóvenes sobre el mal estado de bienestar durante la pandemia han alimentado una crisis mundial que necesita atención inmediata.

Más de uno de cada cuatro encuestados informó que enfrentaba o estaba en riesgo de padecer trastornos clínicos, un número que aumentó a casi uno de cada dos para las personas entre 18 y 24 años, según el informe, que fue publicado por el grupo Sapien Labs, un grupo sin fines de lucro de Estados Unidos dedicado a comprender la mente humana.

El informe, basado en datos recopilados de una encuesta anónima en línea, cuyos hallazgos se publicaron este lunes, se centró en Australia, Gran Bretaña, Canadá, India, Nueva Zelanda, Singapur, Sudáfrica y Estados Unidos. Encontró que el 40 por ciento de los encuestados de entre 18 y 24 años informaron sentir tristeza, angustia o desesperanza, así como pensamientos no deseados, extraños y obsesivos.

“La pandemia de coronavirus ha exacerbado las tendencias que ya estaban allí y las ha empeorado”, dijo la doctora Tara Thiagarajan, fundadora y científica en jefe de Sapien Labs. "En particular, el aislamiento social ha tenido un impacto mayor en los jóvenes y ha llevado a muchos de ellos al límite".

Otros estudios han demostrado que la pandemia ha afectado de manera desproporcionada la salud mental de los jóvenes, las mujeres y las personas afrodescendientes.

Los expertos en salud mental también han advertido sobre los efectos a largo plazo de la pandemia, que probablemente incluirán una recesión económica y las consecuencias psicológicas del aislamiento social a largo plazo.

Los autores del informe, las doctoras Thiagarajan y Jennifer Newson, instaron a los gobiernos a centrarse en políticas para toda la población dirigidas a la salud mental, en lugar de enfoques individuales.

“Si bien gran parte del enfoque en el ámbito de la salud mental se ha centrado en el autocuidado a través de aplicaciones, terapias y otros programas, la política social y económica y la cultura institucional pueden tener un papel importante que desempeñar en la mitigación de nuestra actual crisis de salud mental y prevención de crisis futuras”, escribieron.