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Internacional
viernes, 24 enero 2020 | 07:45
Los nuevos límites, decretados abruptamente antes de las vacaciones del Año Nuevo Lunar, la temporada de viajes más ajetreada de China, fueron un paso extraordinario que hizo destacar los temores cada vez más profundos del Partido Comunista sobre el estallido de un coronavirus poco comprendido.
Justo un día después de que China restringiera los viajes hacia y desde el centro del brote, Wuhan, una ciudad de 11 millones y la capital de la provincia de Hubei, y cuatro ciudades cercanas, el gobierno anunció planes para suspender los servicios de transporte público que cubren a más de la mitad de la población de la provincia
El brote de rápida expansión ha abrumado a los hospitales de la provincia y ha alimentado los temores de una pandemia mundial. Funcionarios de salud chinos informaron el viernes que hubo 26 muertes por el brote y 830 casos de coronavirus, un fuerte aumento.
El jueves por la mañana, las autoridades impusieron un bloqueo de viajes en Wuhan, y las aerolíneas cancelaron cientos de vuelos con rumbo ala mencionada la ciudad, dejando a miles de personas varadas.
Más tarde en el día, los funcionarios dijeron que también detendrían el transporte público en las ciudades cercanas de Huanggang, Ezhou, Zhijiang y Chibi, que en conjunto albergan a más de nueve millones de habitantes. Para el viernes, se habían anunciado restricciones en otras ocho ciudades.