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Internacional

A la venta en eBay base de datos militar de huellas dactilares

Los metadatos del dispositivo revelaron que se había utilizado por última vez en el verano de 2012 cerca de Kandahar, Afganistán

The New York Times

martes, 27 diciembre 2022 | 11:37

The New York Times

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El dispositivo con forma de caja de zapatos, diseñado para capturar huellas dactilares y realizar escaneos de iris, se puso a la venta en eBay por 149.95 dólares. Un investigador de seguridad alemán, Matthias Marx, ofreció con éxito 68 dólares, y cuando llegó a su casa en Hamburgo en agosto, la robusta máquina portátil contenía más de lo que se prometía en el listado.

La tarjeta de memoria del dispositivo contenía los nombres, nacionalidades, fotografías, huellas dactilares y escáneres de iris de 2 mil 632 personas.

La mayoría de las personas en la base de datos, que fue revisada por The New York Times, eran de Afganistán e Irak. Muchos eran terroristas conocidos y personas buscadas, pero otros parecían ser personas que habían trabajado con el gobierno de Estados Unidos o simplemente habían sido detenidos en los puntos de control. Los metadatos del dispositivo, llamado Kit de inscripción electrónica segura, o SEEK II, revelaron que se había utilizado por última vez en el verano de 2012 cerca de Kandahar, Afganistán.

El dispositivo, una reliquia del vasto sistema de recopilación biométrica que el Pentágono construyó en los años posteriores a los ataques del 11 de septiembre de 2001, es un recordatorio físico de que, aunque Estados Unidos ha superado las guerras en Afganistán e Irak, las herramientas construidas para luchar contra ellos y la información que conservaron de manera no intencionada por sus creadores.

No está claro exactamente cómo el dispositivo terminó pasando de los campos de batalla en Asia a un sitio de subastas en línea. Pero los datos, que ofrecen descripciones detalladas de las personas además de su fotografía y datos biométricos, podrían ser suficientes para apuntar a personas que anteriormente no se sabía que habían trabajado con las fuerzas militares de Estados Unidos en caso de que la información cayera en las manos equivocadas.

Por esas razones, Marx no colocaría la información en línea ni la compartiría en un formato electrónico, pero permitió que un reportero del New York Times en Alemania viera los datos en persona junto a él.

“Debido a que no hemos revisado la información contenida en los dispositivos, el departamento no puede confirmar la autenticidad de los supuestos datos ni comentarlos de otra manera”, comentó el general Patrick S. Ryder, secretario de prensa del Departamento de Defensa, en un comunicado. “El departamento solicita que cualquier dispositivo que se crea que contiene información de identificación personal sea devuelto para un análisis más detallado”.

Proporcionó una dirección para el administrador del programa de biometría del ejército en Fort Belvoir en Virginia, donde se podían enviar los dispositivos.

Los datos biométricos del SEEK II se recopilaron en los centros de detención durante las evaluaciones de los empleados locales y después de la explosión de una bomba improvisada. Alrededor de la época en que el dispositivo se usó por última vez en Afganistán, el esfuerzo de la guerra estadounidense allí estaba disminuyendo. Osama bin Laden había sido asesinado en Pakistán un año antes; según los informes, su identidad fue confirmada mediante tecnología de reconocimiento facial.

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