Un drama creado por Trump termina con él como 'héroe'

Washington.- Durante nueve días, tuvo el dedo en el gatillo y amenazó con disparar. Durante nueve días, puso al margen a dos países, industrias multinacionales enteras, vastos sectores de consumidores y trabajadores e incluso a sus propios asesores y aliados republicanos, sin saber qué pasaría con los miles de millones de dólares en juego.

Y luego, casi tan abruptamente como comenzó, todo terminó. El presidente Trump anunció que estaba cancelando los nuevos y agobiantes aranceles que se había prometido imponer a México a sólo 48 horas antes de que entraran en vigor, debido a que había firmado un acuerdo de inmigración de última hora —uno que, en su mayor parte, sólamente reafirmó los acuerdos anteriores.

Estos son a menudo dramas de su propia creación, con él, naturalmente, siendo el héroe. Asume posturas maximalistas y emite ultimátums brutales para obligar a la acción, argumentando que los problemas extremos exigen tácticas extremas. A veces, sin embargo, puede parecer poco más que un espejismo que sustituye a la formulación seria de políticas, una forma de pretender avanzar sin resolver realmente el problema subyacente.

“Este es un patrón que hemos visto desde los primeros días de esta administración”, dijo Ned Price, un ex funcionario de la CIA que trabajó en el personal del Consejo de Seguridad Nacional del Presidente Barack Obama y ahora es director de políticas de Acción de Seguridad Nacional, una organización progresista y defensora de la política exterior.

“El presidente fabrica una crisis, galvaniza su base en torno al desafío, deja la definición de éxito indefinida, pretende jugar duro y, he aquí que encuentra una solución de escaparate”, según dijo Price. "Para Trump, es una victoria”. Pero “el perdedor tiende a ser el pueblo estadounidense, y a menudo la base de Trump en primer lugar”, agregó.