Rechaza jurado dar pena de muerte a tirador de Parkland

Fort Lauderdale.- Después de tres meses de testimonios emocionalmente agotadores, un jurado en Fort Lauderdale, Florida, decidió que el pistolero de la masacre escolar de Parkland en 2018 debe ser sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por los 17 cargos de asesinato en primer grado.

Nikolas Cruz, el joven profundamente perturbado que llevó a cabo una masacre en los pasillos de su antigua escuela secundaria hace cuatro años, provocando un movimiento contra la violencia armada liderado por estudiantes criados en una era de tiroteos masivos, no debe ser condenado a muerte y en su lugar debería pasar el resto de su vida en prisión, dijo este jueves un jurado estatal.

Cruz, de 24 años, mostró poca emoción cuando la jueza Elizabeth A. Scherer anunció las decisiones del jurado. Se declaró culpable el año pasado de disparar fatalmente a 17 personas y herir a otras 17 en la tarde del 14 de febrero de 2018 en el edificio de primer año de la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida.

El juicio que comenzó en julio, se centró únicamente en si debería recibir la pena de muerte, como solicitaban los fiscales, o cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Fue un procedimiento legal poco común contra un pistolero en un tiroteo masivo; la mayoría se suicida o muere en un enfrentamiento con la policía durante sus ataques. En 2017, un jurado federal recomendó la muerte del supremacista blanco que mató a nueve feligreses negros en Charleston, Carolina del Sur, dos años antes. El hombre acusado de matar a 23 personas en 2019 dentro de un Walmart en El Paso está a la espera de juicio después de declararse inocente.

Mientras el juez Scherer leía las decisiones del jurado una por una el jueves, la gente en la sala del tribunal de Florida, incluidos los padres de muchas de las víctimas de Parkland, parecían horrorizados y desconcertados. Negaron con la cabeza, luciendo enojados y perturbados, y susurraron entre ellos; varios se secaron los ojos. Más tarde, al salir de la sala del tribunal, algunos familiares de las víctimas sollozaron fuertemente.

El juez Scherer dijo que la sentencia se llevaría a cabo en una audiencia el 1 de noviembre; las familias de las víctimas tendrán la oportunidad de hablar antes de que se dicte una sentencia formal. Según la ley de Florida, el juez no tiene poder para anular la decisión del jurado e imponer la pena de muerte por su cuenta.

Cruz había estado dispuesto a declararse culpable a cambio de cadena perpetua desde poco después del tiroteo, dijeron sus abogados defensores. Pero el fiscal jefe del condado de Broward en ese momento, el demócrata Michael J. Satz, dijo que buscaría la pena de muerte. Muchas de las familias de las víctimas en el bastión liberal del condado de Broward también apoyaron la pena capital en el caso.

El acusado finalmente se declaró culpable a pesar de la posibilidad de una sentencia de muerte. El sr. Satz, quien ya no es el fiscal estatal electo, siguió siendo el fiscal principal del caso.

Los fiscales argumentaron durante el juicio que la gravedad de los delitos de Cruz, según lo establecido en los factores agravantes bajo la ley de Florida, justificaba la pena de muerte. Pero para que el tribunal impusiera una sentencia de muerte, los miembros del jurado tenían que acordar por unanimidad recomendarla por el asesinato de al menos una de las víctimas. Para hacer eso, los miembros del jurado tuvieron que determinar que hubo factores agravantes relacionados con ese asesinato y que superaron las circunstancias preocupantes que dieron forma a la vida de Cruz, incluida la muerte de su madre adoptiva por neumonía unos cuatro meses antes del ataque.

En cambio, al menos un miembro del jurado parece haber sido persuadido de que se debe perdonar la vida de Cruz porque, como argumentó la defensa, su cerebro sufrió daños antes de nacer. Su madre biológica, dijo la defensa, era una prostituta que bebía mucho, fumaba y, según algunos testigos, también abusaba de las drogas mientras estaba embarazada de él. Eso, dijeron los abogados de Cruz, lo llevó a sufrir un trastorno del espectro alcohólico fetal que nunca fue correctamente diagnosticado, a pesar de sus muchos retrasos en el desarrollo y problemas de conducta.

El sr. Cruz llegó a Stoneman Douglas High, un campus en expansión en los suburbios prósperos del condado de Broward, cerca de la hora de salida el día de San Valentín en 2018, armado con un rifle semiautomático comprado legalmente y más de 300 rondas de municiones. Cargó contra el Edificio 12, disparando 139 rondas por los pasillos y las aulas. Disparó a los estudiantes que intentaron huir y, a veces, retrocedió para asegurarse de que sus víctimas estaban muertas. Mató a 14 estudiantes y tres miembros de la facultad en poco menos de seis minutos, deteniéndose solo después de que no pudo encontrar a nadie más para matar, dijo más tarde, antes de escapar a pie.

En el tiroteo murieron Alyssa Alhadeff, de 14 años; Scott Beigel, 35; Martín Duque, 14; Nicolás Dworet, 17; Aarón Feis, 37; Jaime Guttenberg, 14; Cristóbal Hixon, 49; Lucas Hoyer, 15; Cara Loughran, 14; Gina Montalto, 14; Joaquín Oliver, 17; Alaina Petty, 14; Prado Pollack, 18; Helena Ramsay, 17; Alex Schachter, 14; Carmen Schentrup, 16; y Peter Wang, de 15.