Presentan demócratas otra vez ley para legalizar la mariguana

Nueva York.- Los demócratas del Senado reintrodujeron este miércoles una amplia legislación para legalizar el cannabis a nivel federal, un cambio político importante con un amplio apoyo público, pero es poco probable que se promulgue este año antes de las elecciones de noviembre y en un gobierno dividido.

El proyecto de ley, que equivale a una lista de deseos demócratas para la política federal del cannabis, pondría fin a la prohibición federal de la marihuana eliminándola de una lista de sustancias controladas. El gobierno clasifica actualmente la droga entre las sustancias más peligrosas y adictivas.

La legislación crearía un nuevo marco que regularía el cannabis y gravaría la floreciente industria del cannabis, eliminaría de los antecedentes penales ciertos delitos federales relacionados con la marihuana, ampliaría la investigación sobre los efectos de la marihuana en la salud y dedicaría fondos federales a ayudar a las comunidades y personas afectadas por la guerra contra las drogas.

La medida, que se presentó por primera vez en 2022, fue liderada por los senadores Chuck Schumer, de Nueva York, líder de la mayoría; Ron Wyden, de Oregón, presidente de la Comisión de Finanzas, y Cory Booker, de Nueva Jersey. Otros quince demócratas del Senado han firmado como copatrocinadores.

"Durante décadas, millones de estadounidenses, con mayor frecuencia estadounidenses de color, han visto sus vidas descarriladas y destruidas por la fallida guerra de nuestro país contra las drogas", dijo Schumer, el primer líder de la mayoría en pedir la legalización federal, en el pleno del Senado este miércoles. "En lugar de la guerra contra las drogas, nuestro proyecto de ley sentaría las bases para algo muy diferente: un enfoque justo y responsable y de sentido común para la regulación del cannabis".

Volvió a presentar la medida un día después de que el Departamento de Justicia recomendara suavizar las restricciones sobre el cannabis y rebajarlo a una clasificación inferior en la lista de sustancias controladas. Esa medida no fue tan lejos como algunos defensores y muchos demócratas han instado, pero fue un cambio significativo que refleja los esfuerzos de la administración Biden para liberalizar la política de la marihuana.

"Reclasificar el cannabis es un paso necesario y largamente esperado, pero no es en absoluto el final de la historia", dijo Schumer. "Ya es hora de que el Congreso despierte a los tiempos que corren y cumpla con su parte aprobando la reforma del cannabis que la mayoría de los estadounidenses llevan tiempo pidiendo. Ya es hora de que el Congreso se ponga al día con la opinión pública y con la ciencia." 

Pero a pesar del apoyo de los principales demócratas, es muy poco probable que la legislación avance en el Congreso durante este año electoral. Los republicanos, muchos de los cuales se han opuesto a la legalización federal del cannabis, controlan la Cámara, y ninguno ha firmado el proyecto de ley. El Congreso también ha trabajado duro para llevar a cabo incluso las tareas más básicas de gobierno en medio de profundas divisiones dentro de la mayoría republicana en la Cámara. Y quedan pocos proyectos de ley que deban aprobarse, lo que deja a los partidarios sin muchas oportunidades de incluirlo en un paquete legislativo más amplio.

Kevin Sabet, que trabajó como asesor de política de drogas durante las administraciones de Obama, Bush y Clinton, advirtió sobre los peligros de la legalización y argumentó que un proyecto de ley de este tipo "comercializaría" la industria de la marihuana y crearía "Big Tobacco 2.0".

"No comercialicemos la marihuana en nombre de la justicia social", dijo Sabet, ahora presidente de Smart Approaches to Marijuana, un grupo de defensa antilegalización. Aunque apoyó ciertos elementos del proyecto de ley, como la eliminación de los antecedentes penales y la supresión de las sanciones penales por el consumo de marihuana, dijo que la legalización se trataba en última instancia de "sobredimensionar una industria comercial."

"Y realmente tenemos que pensar largo y tendido después de nuestra horrible experiencia con las grandes tabacaleras en nuestro país", dijo, "si eso va a ser bueno para nosotros o no".

Aun así, la legislación refleja el creciente apoyo entre los demócratas y en todo el país, tanto en estados de tendencia republicana como demócrata, a la legalización del acceso a la marihuana, además del potencial valor político del tema de cara a una esperada revancha electoral entre el presidente Biden y el expresidente Donald J. Trump.

La legalización, en alguna de sus formas, es ampliamente popular en todo el país, con un 88 por ciento de los estadounidenses diciendo que la marihuana debería ser legal para uso médico o recreativo, según una encuesta realizada en enero por el Pew Research Center. Veinticuatro estados han legalizado pequeñas cantidades de marihuana para uso recreativo de adultos, y 38 estados la han aprobado con fines medicinales. Y allí donde la legalización de la marihuana ha aparecido en las votaciones estatales, ha ganado con facilidad, superando a menudo a los candidatos de ambos partidos. 

Los defensores de la legalización han hecho hincapié en la potencia política de la cuestión para tratar de convencer a los cargos electos.

"Si alguien estuviera mirando las hojas de té políticas, tendrían que darse cuenta de que obstruir la reforma de la política del cannabis - es una propuesta perdedora como político", dijo Morgan Fox, el director político de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de Marihuana, un grupo de defensa. "Esto es realmente un punto de unión para las personas que se preocupan por la reforma de la política del cannabis".

Al menos un demócrata, el representante Earl Blumenauer de Oregón, uno de los principales defensores del cannabis en el Congreso, ha instado a la administración de Biden a abrazar la legalización total y hacerla una parte más prominente de la campaña de reelección del Sr. Biden. Ha argumentado que el tema podría ayudar al presidente a atraer a los jóvenes, cuyo apoyo a él ha decaído, pero que podrían ser cruciales para la victoria en noviembre.

La decisión de la administración Biden de rebajar la categoría del cannabis en la lista de sustancias controladas también refleja la evolución del presidente en esta materia. El Sr. Biden ha indultado a miles de personas condenadas por delitos de drogas no violentos en un esfuerzo por remediar las disparidades raciales en el sistema judicial. Y Karine Jean-Pierre, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, ha subrayado que Biden ha sido "muy, muy claro en que no cree que nadie deba ir a la cárcel o ser procesado sólo por consumir o poseer marihuana".

El historial del Sr. Trump sobre la legalización es más mixto. En 2018, su administración liberó a los fiscales para que aplicaran agresivamente las restricciones federales sobre la marihuana en los estados que habían suavizado las prohibiciones sobre la droga. El Sr. Trump más tarde pareció romper con su administración, diciendo que era probable que apoyara una propuesta legislativa para dejar la legalización a los estados, y perdonó a varios delincuentes no violentos por drogas.

"Este no ha sido un tema que haya surgido realmente en las conversaciones, en los mítines o en las apariciones en los medios y otras cosas", dijo Fox. "Es una especie de incógnita, cómo una futura administración Trump trataría el cannabis".

El Congreso está considerando más proyectos de ley incrementales que aliviarían las restricciones sobre la marihuana - como permitir que las empresas legales de cannabis accedan a los servicios financieros - varios de los cuales tienen apoyo bipartidista. Pero no se espera que la mayoría avance durante este Congreso, dada la oposición republicana.