Las pruebas de anticuerpos aún no ofrecen respuestas

Un bufete de abogados en Scottsdale, Arizona, evaluó a los empleados que esperaban, con el pinchazo de un dedo, saber si podían ser inmunes. En Laredo, Texas, los líderes de la comunidad obtuvieron 20 mil de las nuevas pruebas para medir cuántos residentes habían sido infectados. En Chicago, un hospital examinó a los bomberos para ayudar a determinar si podían permanecer en el trabajo de manera segura.

En las últimas semanas, Estados Unidos ha visto el primer lanzamiento de análisis de sangre para anticuerpos contra el coronavirus, ampliamente conocidos como herramientas cruciales para evaluar el alcance de la pandemia en los Estados Unidos, reiniciar la economía y reintegrar a la sociedad.

Pero a pesar de su promesa, las pruebas, destinadas a indicar si las personas pueden haber desarrollado inmunidad al virus, ya están dando alarma.

Las autoridades temen que el esfuerzo pueda resultar tan problemático como el lanzamiento anterior de pruebas de diagnóstico que no pudieron monitorear qué estadounidenses, y cuántos, habían sido infectados o desarrollaron la enfermedad que causa el virus. Criticado por una supervisión trágicamente lenta y rígida de esas pruebas hace meses, el gobierno federal ahora es criticado por funcionarios de salud pública y científicos por dar luz verde a las pruebas de anticuerpos demasiado rápido y sin un escrutinio adecuado.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) ha permitido que cerca de 90 compañías, muchas con sede en China, vendan pruebas que no han sido examinadas por el gobierno, diciendo que la pandemia justifica una respuesta urgente. Pero la agencia ha advertido desde entonces que algunas de esas empresas están haciendo afirmaciones falsas sobre sus productos. Los funcionarios de salud, como sus contrapartes en el extranjero, han encontrado que otros tienen fallas profundas.

“Las pruebas, de una calidad francamente dudosa, han inundado el mercado estadounidense”, dijo Scott Becker, director ejecutivo de la Asociación de Laboratorios de Salud Pública. Muchos de ellas, similares a las pruebas de embarazo caseras, son fáciles de tomar y prometen resultados rápidos.

Y la guía federal que existe es tan confusa que los proveedores de atención médica están administrando ciertas pruebas sin saber que es posible que no estén autorizados para hacerlo. Algunos están haciendo mal uso de los resultados de las pruebas de anticuerpos para diagnosticar la enfermedad, sin darse cuenta de que pueden pasar por alto las primeras etapas de la infección.

"La gente no entiende lo peligrosa que es esta prueba", dijo Michael T. Osterholm, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de Minnesota. "Sacrificamos la calidad por la velocidad, y al final, cuando las vidas de las personas están en juego, la seguridad tiene prioridad sobre la velocidad".

A pesar de que las agencias gubernamentales, las empresas y los investigadores académicos se esfuerzan por validar las pruebas existentes y crear mejores, existen dudas de que puedan entregar lo prometido. La mayoría de las pruebas ahora disponibles erróneamente señalan que al menos algunas personas tienen anticuerpos cuando no los tienen, lo que podría fomentar una creencia peligrosamente falsa de que esas personas tienen inmunidad.

E incluso si las pruebas mejoran, su disponibilidad podría verse obstaculizada por la misma escasez de fabricación que ha impedido que las pruebas de diagnóstico Covid-19 se amplíen adecuadamente.