Experimentar sus caricias, sus besos: pareja se reúne en EU tras fin a restricciones

Cuando Estados Unidos reabrió sus puertas a los viajeros completamente vacunados de docenas de países este lunes, fue una mañana de reencuentros alegres, algunos de los cuales se han ganado con esfuerzo.

La odisea de Jolly Dave comenzó el fin de semana pasado, con un viaje en autobús de siete horas desde la ciudad india de Gujarat a Mumbai. Allí tomó un vuelo de tres horas a Nueva Delhi, luego abordó un vuelo de 16 horas a Newark.

La señora Dave, de 30 años, viajaba para encontrarse con su novio, Nirmit Shelat, de 31, a quien no había visto desde el invierno pasado, cuando regresó a su ciudad natal de Gujarat, esperando quedarse unos meses. Pero luego, India experimentó una oleada devastadora de coronavirus y su viaje fue restringido.

El señor Nirmit, director de proyectos del Bank of America, se había quedado en Estados Unidos. Cuando Estados Unidos finalmente levantó sus restricciones a los viajeros de la India, Nirmit se conectó, reservó un vuelo de Air India para la señora Dave y pagó 1 mil 700 dólares por el boleto de ida desde Nueva Delhi al Aeropuerto Internacional Liberty de Newark.

El domingo por la noche, Nirmit condujo 900 kilómetros al norte hasta Nueva Jersey desde su casa en Charlotte, N.C., se registró en un Airbnb en Freehold, Nueva Jersey, a las 6:30 a.m., y luego se dirigió a la Terminal B de Newark para recibir a la señora Dave.

"My Lady Luck ha vuelto", dijo mientras esperaba. “Puedes hacer llamadas diarias, mantenerte conectado por FaceTime, pero quieres experimentar sus dedos, sus caricias, sus besos. Me dijo que quiere romper el muro de Apple".

Se vieron desde el fondo de un pasillo y se abrazaron al reunirse. Ella mantuvo su cubrebocas mientras se besaban. Se emocionó. Llevaba tres maletas con ruedas y cuatro bolsas.

“El muro de Apple está roto”, dijo.

En el Aeropuerto Internacional de Miami, Natalia Vitorini, una estudiante de 28 años que vive en Miami, esperó en el Concourse D a que sus padres bajaran del primer vuelo de la mañana desde São Paulo, Brasil. Tenía a su hijo de 3 semanas en un cochecito.

Su madre, Debora Vitorini, de 56 años, que trabaja en la industria biomédica en Sao Paulo, compró su boleto pocas horas después del anuncio de la fecha de reapertura. Ella y su esposo, Sergio, llegaron poco después de las 6 a.m.

La última vez que se vieron fue en marzo de 2020. Natalia Vitorini quedó embarazada a principios de este año y dio a luz a su hijo hace unas semanas. “Estaba esperando que se abriera la frontera para que mi mamá pudiera venir a ver a mi bebé”, dijo.