Estados de EU abrumados por solicitudes de desempleo

Se espera que el presidente Trump firme un paquete de ayuda de 484 mil millones de dólares este viernes, proporcionando una línea vital para las pequeñas empresas, así como fondos para hospitales y pruebas.

El mes pasado, el Congreso aprobó la asombrosa cantidad de 2.7 billones de dólares en respuesta a la pandemia. Sin embargo, la última medida no contenía dinero para los gobiernos estatales, y los gobernadores han intensificado sus pedidos de asistencia federal.

Los republicanos se han resistido a proporcionar dinero a los estados, incluso cuando los gobiernos locales se vieron abrumados por una explosión de reclamos de desempleo, con más de 26 millones de personas perdiendo sus empleos en solo cinco semanas.

El gobierno federal está aportando 600 dólares adicionales por beneficiario, pero los estados deben pagar la mayor parte de los beneficios por desempleo utilizando sus propios fondos.

Se espera que al menos tres estados, California, Nueva York y Ohio, agoten sus fondos en dos semanas, con Massachusetts, Texas y el estado de Kentucky muy cerca. Una vez que esos fondos se agoten, los estados pueden pedir prestado dinero al gobierno federal, pero deben devolverlo dentro de dos años.

Y casi un mes después de que Washington apresurara el primer paquete de emergencia para ayudar a los estadounidenses desempleados, millones de trabajadores despedidos aún no han podido solicitar esos beneficios, y mucho menos recibirlos, debido a los abrumados sistemas estatales de desempleo.

Sin embargo, los retrasos en la entrega de beneficios son tan preocupantes como la gran magnitud de las cifras. Tales problemas no solo crean dificultades inmediatas, como no poder pagar el alquiler o comprar alimentos, sino que también afectarán la recuperación cuando la pandemia se termine.