Desesperado por habitantes, NY ve salvación en los refugiados

Nueva York.- En los últimos decenios, conforme la baja en la manufactura dejaba solas las casas y oscuros los frentes de los negocios, las ciudades del norte del estado de Nueva York abrieron sus puertas a los refugiados. El flujo, aunque modesto, dio nueva vida a sus zonas habitacionales, ayudando a mitigar la escasez de mano de obra y apuntalar los presupuestos municipales.

Pero esa recuperación en ciudades como Utica, Buffalo y Syracuse terminó cuando el gobierno de Trump redujo drásticamente el número de refugiados permitidos en el país. A los funcionarios de dichas ciudades les preocupó haber perdido una importante salvaguardia contra la baja poblacional.

Ahora, varias de ellas están poniendo a prueba una estrategia nueva: atraer a los refugiados que se han establecido en otras partes de Estados Unidos a fin de que se muden a Nueva York. Están anunciando empleos, servicios de inglés y de vivienda con la esperanza de compensar la escasez.

Nueva York no es la única entidad que prueba métodos destinados a revertir su población a la baja. Maine, por ejemplo, ha ofrecido a los refugiados asistencia con la esperanza de ampliar su mano de obra. Vermont ha implementado subsidios de 10 mil dólares para que la gente se mude al estado y trabaje desde sus hogares, en un intento por atraer a los jóvenes trabajadores de la tecnología. Y Wyoming está intentando que regrese la gente originaria de la entidad poniendo a su disposición reclutas que la ayuden a encontrar empleo.