Como tener una mano atada: así describen el aplastamiento de Trump al C.D.C.

Atlanta- Kyle McGowan, exjefe de personal del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, y su adjunta, Amanda Campbell, fueron instalados en 2018 como dos de los candidatos políticos más jóvenes en la historia de la principal agencia de salud pública del mundo, los jóvenes republicanos regresaban a su Georgia natal para trabajar en sus sueños.

Pero lo que presenciaron durante la pandemia de coronavirus este año en la sala principal del CDC los sacudió: el rechazo de la ciencia por parte de Washington, la lenta asfixia de la voz de la agencia por parte de la Casa Blanca, la intromisión en sus mensajes y el desvío de su presupuesto.

En entrevistas este otoño, la pareja decidió hacer pública su desilusión: lo que salió mal y lo que creen que se debe hacer mientras la agencia se prepara para lo que podría ser un proyecto de un año para reconstruir su credibilidad externa mientras alivia los malos sentimientos, la autoestima y duda internamente.

“Todo el mundo quiere describir el día en que se activó el interruptor de luz y el C.D.C. fue marginado. No sucedió de esa manera ", dijo McGowan. "Era más como tener una mano atada, y lentamente la aprietan, y la aprietan, y la aprietan, hasta que te das cuenta de que, a mediados del verano, tienen un control completo de todo en el C.D.C."

La semana pasada, la editora en jefe de los informes semanales emblemáticos de brotes de enfermedades del CDC, que alguna vez se consideraron intocables, dijo a los demócratas de la Cámara de Representantes que investigan la interferencia política en el trabajo de la agencia que se le ordenó destruir un correo electrónico que mostraba a las órdenes por Trump intentando inmiscuirse en su publicación.

El mismo día, el futuro del CDC tomó más forma cuando el presidente electo, Joseph R. Biden Jr., anunció una lista de nominados de salud, incluida la doctora Rochelle Walensky, jefa de enfermedades infecciosas del Hospital General de Massachusetts, como la nueva directora de la agencia, un movimiento generalmente recibido con entusiasmo por los expertos en salud pública.

"Estamos listos para combatir este virus con ciencia y hechos", escribió en Twitter.

McGowan y Campbell, quienes se unieron al C.D.C. en sus tempranos 30, se fueron juntos en agosto, dijeron que la meditación era lo que más se necesitaba después de un año brutal que dejó paralizada la autoridad de la agencia.

En noviembre, McGowan mantuvo conversaciones con funcionarios de transición de Biden para revisar la respuesta de la agencia a la pandemia, donde dijo que era sincero sobre sus fallas. Entre las iniciativas que alentó a la nueva administración a planificar: revivir las sesiones informativas periódicas, si no diarias, con los científicos de la agencia.

McGowan y Campbell, ambos de 34 años, dicen que intentaron proteger a sus colegas contra la intromisión política de la Casa Blanca y el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Pero una agencia creada para proteger a la nación contra una catástrofe de salud pública como el coronavirus fue en gran medida sofocada por la administración Trump.