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Estados Unidos
sábado, 28 mayo 2022 | 21:06
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Washington.— La fiscalía y un abogado de la defensa mostraron puntos de vista totalmente opuestos este viernes en los argumentos finales del juicio politizado de Michael Sussmann, un abogado de ciberseguridad con vínculos en la campaña presidencial de Hillary Clinton en el 2016.
El caso en contra de Sussmann involucra un solo cargo —la acusación de mentirle al FBI en una reunión que tuvieron en el 2016— aunque está cargado de matices partidistas.
También ha sido una prueba para el asesor especial que lo presentó, John H. Durham, debido a que es el primer caso que se va a juicio desde que fue designado hace tres años para encabezar la investigación sobre Trump y Rusia y detectar si había algún delito.
Dos fiscales le dijeron al jurado que no había duda de que Sussmann le mintió al FBI para ocultar a sus clientes —incluyendo la campaña Clinton— en una reunión que se efectuó en septiembre del 2016, que se enfocó en una información sospechosa en la que expertos de ciberseguridad sugirieron la posibilidad de que hubiera un canal de comunicaciones encubiertas entre Rusia y alguien cercano a Donald J. Trump.
“No se trató de la seguridad nacional, sino de promover una investigación sobre el candidato de la oposición, Donald Trump”, dijo uno de los fiscales, Jonathan Algor.
Sin embargo, el abogado de la defensa, Sean M. Berkowitz, mostró el caso como lleno de incertidumbre —incluyendo lo que dijo Sussmann, sobre si era falso y si importaba que fuera en representación de sus clientes, debido a que el FBI hubiera investigado esa pista de todas maneras.
“La libertad del señor Sussmann está en riesgo”, dijo. “El momento para las teorías de conspiración política ya terminó. Ahora es el momento de hablar de las evidencias”, dijo.
Se espera un veredicto del caso tan pronto como este martes.
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