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Estado

El policía que peregrina por su pensión tras ser baleado

Lleva más de 4 años sin lograr respuesta; agresión le dejó secuelas

Staff
El Diario de Chihuahua

sábado, 28 enero 2023 | 15:06

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Chihuahua.- El suboficial de la ahora Secretaría de Seguridad Pública Estatal (SSPE), Erick Román Holguín Fierro, de 37 años, manifestó su desesperación al no lograr que le autoricen la pensión permanente a que tiene derecho, en razón de las lesiones sufridas en el cumplimiento de su deber y que lo colocaron en riesgo de muerte.

El agente participó en una persecución de sospechosos de homicidio y secuestro, y durante esa misión recibió disparos que causaron la pérdida de su ojo derecho con heridas producidas por esquirlas en su cabeza y posteriormente, secuelas que tuvieron que ser tratadas por medicamento controlado bajo supervisión psiquiátrica.

Expresó el elemento policiaco que todo inició el 18 de marzo del 2018, cuando existía la entonces Comisión Estatal de Seguridad y él estaba adscrito a la División de Fuerzas Estatales, cuando reportaron en Ciudad Cuauhtémoc un vehículo sospechoso de levantar a unas personas y al identificarlo, comenzó la persecución rumbo a la comunidad de Rubio, en donde, en un camino de terracería, los atacaron con armas de fuego de alto calibre.

El agente logró repeler la agresión, sin embargo, sintió impactos en su cabeza, más no perdió el conocimiento. Debido a la gravedad de la herida, sus compañeros que iban con él, decidieron dar aviso y apoyarlo en el traslado para su rápida intervención.

Primeramente fue recibido en un hospital privado para los primeros auxilios y valoración, luego ya por medio del Instituto Chihuahuenses de la

Salud (Ichisal), fue intervenido, ya que presentaba varias esquirlas derivadas de las balas que lo hirieron y peligraba el ojo y parte de la frente, hasta que pudo estar estable y en recuperación.

Aún con la esperanza de poder ver, se hicieron diversos estudios hasta que se determinó que no podría ser salvado su ojo, el cual le fue retirado. Se le dio una incapacidad parcial permanente para reposar y poder acostumbrarse a esta nueva condición humana, extendiéndole un cheque por 87 mil 78 pesos por la pérdida de su órgano.

Gracias a la colaboración de amigos, pudo hacerse de una prótesis ocular que le fue puesta en diciembre de ese mismo año.

Sin embargo, aún no podía estar de regreso a las actividades que antes hacía y continuaban en estudios, ya que presentaba comportamientos depresivos y de ansiedad, al punto que tuvo que ir con médico psiquiatra al Hospital de Salud Mental (Hosame), donde le explicaron que a raíz de las heridas, las esquirlas y su situación, había desarrollado diferentes secuelas y aún no podía laborar totalmente, por lo que ha estado en incapacidades parciales.

Había solicitado su cambio a Ciudad Juárez, donde hermanos y familiares pueden apoyarlo en su recuperación y hacer otras actividades, ya que al vivir en la capital del estado, si situación no es la mejor. Vive solo y paga pensión alimenticia debido a su divorcio, y reconoce que no se siente mentalmente a gusto, porque debido a sus padecimientos a causa del incidente, deben tomar constantemente medicamento.

Ya en 2019 concentró su trabajo en labores administrativas en el Complejo de Seguridad Estatal (C4) en Chihuahua capital, donde supondría estaría mejor y lejos de actividad de campo, sin embargo, debido a sus estados emocionales y psicológicos, tuvo que hacerse otros exámenes hasta que expertos en psiquiatría le determinaron que debían darle la pensión permanente.

El problema, es que la autoridad de salud estatal no lo quiso valorar y por eso fue a clínicas particulares a que lo revisaran y diagnosticarán.

El dictamen de riesgo de trabajo dio como resultado: maurosis de ojo derecho con prótesis ocular y disminución de la visión del ojo izquierdo, cefalea postraumática crónica o migrañas universales intermitentes, vértigo laberíntico traumático debidamente comprobado, síndrome craneoencefálico tardía postcomocional acentuado con pérdida de atención, concentración, pérdida de memoria, alteración de personalidad con irritabilidad, depresión e insomnio, trastorno de stress postraumático y crisis de ansiedad severa.

Dicho estudio concluye que el agente tiene pronóstico reservado para la vida y malo para la función y con padecimientos que son evolutivos, razón por la que se recomienda la pensión total permanente.

Dijo que su condición se agravo más durante el 2020 y 2021, los años más difíciles de pandemia de Coronavirus (Convivid-19) y la lucha el año pasado fue aún peor, ya que en Salud Estatal le han dicho que su enfermedad es profesional, que no se derivó del accidente cuando cumplía sus funciones, sin embargo los otros especialistas particulares evaluaron que sus padecimientos son evidentemente a causa de las lesiones.

Además, a pesar de estar en labores administrativas, debe manejar hasta el C4, usar el uniforme, convive con otros oficiales, quienes portan las armas reglamentarias, recibe fichaje de detenidos, entre muchas otras acciones, que efectivamente le provocaban estados mentales de riesgo.

Ha intentado de todo, con abogados para enfrentar el caso y que le apoyaran a obtener lo que le corresponde, ya que psiquiátricamente no se encuentra bien, su medicamento es continuo y tiene que estar en lugares donde no le genere el estrés o ansiedad, por lo que ya ni agente de campo o administrativo debe estar. Prácticamente la recomendación fue alejarse de los temas de seguridad y que el Estado le responda en su totalidad.

Por todos estos problemas, decidió no acudir al trabajo y optar por pelear su pensión correspondiente. Ha llenado formatos por riesgo de trabajo, notas médicas de atención por urgencias y particular, partes informativos y administrativos de la Fiscalía General del Estado (FGE), placas de rayos X, presentar las primeras incapacidades, entre otras, pero hasta ahora, sigue sin lograrlo, razón por la que hace un llamado a las autoridades a que escuchen su caso y sea atendido. “Cuando juramos servir y proteger, nosotros lo cumplimos. Yo sufrí de esto cumpliendo con mi deber, con mi trabajo. Nos dicen que debemos siempre ser un ejemplo a la sociedad y estoy consciente. Pero también somos humanos y así como yo, hay otros agentes, hombres y mujeres que en su trabajo, han recibido impactos de balas, los han dejado en mal estado y buscan que el Estado les devuelva lo que ellos han aportado. Es lo mínimo, no pido nada que no sea imposible, sólo lo justo”, dijo el agente para finalizar.

Expertos en psiquiatría determinaron que el agente Holguín Fierro es candidato a la pensión vitalicia

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