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Estado

'Como enfermeras, el virus nos cambió la vida'

Apoyará Valentina en combate contra el Covid en Alemania

Juan Carlos Núñez
El Diario de Chihuahua

miércoles, 06 enero 2021 | 08:10

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Chihuahua.- Valentina Araujo Portillo, de 33 años, ha sido enfermera por una década, labora actualmente en el Hospital Ángeles de Chihuahua y reconoció que a raíz de la contingencia sanitaria por coronavirus (Covid-19) su vida como profesionista, madre y ser humano, ha cambiado totalmente.

Hoy miércoles 6 de enero no solamente es “Día de Reyes” sino tradicionalmente Día de la Enfermera en México, sin embargo la Secretaría de Salud anunció el cambio de fecha por acuerdo del Consejo de Salubridad General, por lo que a partir de este año, se celebrará el día12 de mayo como Día Internacional de la Enfermería, algo con lo que muchas personas que trabajan en esta área no estuvieron de acuerdo, especialmente por el significado del día.

Una de tantas es Valentina, quien es egresada de la Escuela de Enfermería anexa al Hospital de Jesús en Hidalgo del Parral incorporada en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), tiene especialidad hemodinamia de Instituto Nacional de Cardiología de México “Ignacio Chávez”, que ha dedicado una gran parte de su vida a los pacientes, al área médica y aceptó la situación tan complicada que le tocó vivir con la pandemia, en que muchos conocidos han fallecido, pero también un aliento de esperanza de ver cómo otros se recuperan y sus vidas son salvadas.

Es tanto su amor por la enfermería la llevado a ser seleccionada para una beca por la Universidad de Bonn (Universitätsklinikum de Bonnen) en Alemania donde estaría un año como mínimo, para lo cual deberá presentar examen de certificación en alemán y se ha preparado en clases en línea durante varios meses, esperando irse a finales de febrero o principios de marzo.

Esto, ya que desde el país europeo se ha intensificado el reclutamiento de enfermeras y médicos de diferentes partes, por lo que será una buena oportunidad, ya que podrá llevarse a su familia cuando le den la homologación, aunque reconoció que será todo un reto, especialmente porque allá la situación del Covid también es complicada.

En cuanto a su trabajo en Chihuahua, comentó lo difícil que fue el año pasado, porque tuvieron que cambiar muchas cosas, lamentablemente el visitar a su familia que está lejos, en municipios de la Sierra Tarahumara como Guachochi y Batopilas disminuyó la frecuencia, pero aumentó la estadía en el hospital.

Aunque en el nosocomio donde labora, no atiende directamente las áreas Covid, todo está bajo un estricto régimen sanitario para prevenir contagios. “Antes podías abrazar a pacientes, a familiares, no somos solo administradoras de medicamentes, a veces con un apretón de manos, palmada, platicar, ayudamos mucho. Es muy importante el estar con el paciente, es muy triste ver cuando fallece alguien, a veces nos encerramos en el baño para llorar. Yo sí me apego mucho a ellos. Incluso varios pacientes nos han llamado 'ángeles' por nuestra dedicación, pero con esta pandemia, el contacto cercano que tuvimos antes desapareció, ahora todo es con mucho cuidado y a distancia, no es lo mismo”, comentó la enfermera, quien mostró un dibujo que le hizo un persona y lo ha guardado con mucho cariño.

Explicó que la dinámica con su familia también ha sido muy distinta, ya que al trabajar de noche, llega a su hogar y antes de abrazar a su esposo e hijo, debe limpiarse toda, la ropa desinfectar, bañarse, una rutina que nunca se acostumbra, porque extraña mucho el contacto con sus seres queridos.

“Ahorita estoy en urgencias para recibir todo tipo de pacientes y no sabemos si alguno llega contagiado, nosotros nos arriesgamos aunque las medidas sean muy extremas. Otros compañeros realmente hacen una labor titánica porque el estar 12 o 13 horas de uso con el traje, solamente quitárselo una vez para comer, beber agua, ir al baño, es algo digno de admirar. El cuerpo se altera por completo”, platicó Valentina.

A pesar de todo, contó una anécdota reciente en que trajeron a un hombre de Sonora y cuyo estado era crítico a raíz del Covid, casi al punto de darlo por muerto, sin embargo con el trato que se le dio y la especialización, ahora él ya está con su familia, con terapias, pero feliz, lo que le dio mucha satisfacción a la enfermera, quien estuvo muy de cerca de este caso.

“Muchas compañeras se han contagiado, otros han sido asintomáticos pero al llegar a sus casas, sus familiares se contagian y han fallecido. Eso ha sido muy triste. Pero lo bonito es cuando vemos a pacientes que les dan el alta y salen contentos, vivos, se van, aplaudimos y por esos escasos momentos, es cuando nos damos cuenta que hicimos lo correcto en escoger esta profesión”, manifestó.

Lamentó que el día se haya cambiado, ya que estaban muy acostumbradas y con esperanzas. “Lamentablemente ahora por el Covid, tuvieron que hacerlo así para homologarlo por tanta gente que enfrenta la pandemia en el mundo. Hasta el día nos quitó el Covid”, dijo con cierto sarcasmo.

El 6 de enero se celebra en México el Día de la Enfermera, en virtud de que el médico José Castro Villagrana, director del Hospital Juárez de México, lo instituyó en 1931. Villagrana calificó la presencia de las enfermeras como un “regalo de reyes” para los pacientes.

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