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Estado

A través de talleres y materiales didácticos

Buscan preservar lenguas maternas

En el estado se hablan cuatro: la odami, el guarijío, rarámuri y el pima

Alejandra Sánchez/ El Diario

miércoles, 26 julio 2023 | 12:37

El Diario de Chihuahua | Señalan que es fundamental que se les den más oportunidades a las y los maestros indígenas y que en las escuelas también se les hable en sus lenguas maternas El Diario de Chihuahua El Diario de Chihuahua

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Chihuahua.- A través de diversos talleres y de materiales didácticos, mujeres pertenecientes a los pueblos originarios trabajan de manera constante en la preservación de las cuatro lenguas maternas que se hablan en el estado; estas son: la Odami, Guarijío, tarahumara y la Pima.

De acuerdo con Edgar Adrián Moreno Pineda, encargado del departamento de Culturas étnicas y Diversidad de la Secretaría de Cultura del Estado de Chihuahua; a nivel estatal se hablan esos idiomas que tienen diferentes cuestiones en cuanto a su vitalidad o preservación.

“Tenemos el número de hablantes, pero este muchas veces no define si una lengua está sana o no, sino más bien la transmisión que se da en las lenguas. Por ejemplo, en el tepehuano del norte hay 9 mil 700 hablantes más o menos y esta se habla en Gualupe y Calvo; en este caso, la sociedad es más cuestionada, entonces al ser más cuestionada tiene una mayor vitalidad”, explicó Edgar Adrián.

En ese mismo sentido, el encargado refirió que la lengua rarámuri es la más hablada ya que hay alrededor de 120 mil que la practican.

“Estos están más dispersos en la Sierra, hay localidades que están muy fuertes como Numerachi y en algunas regiones como Choguita; sin embargo, hay zonas donde la lengua se está desplazando muy fuerte como en Carichí”.

Con el desplazamiento y la migración se conservan las primeras generaciones; normalmente la heredan los padres y madres a los hijos pero con los nietos es donde la lengua se empieza a perder mucho.

En el caso del guarijío, en todo el país son 2 mil 500 hablantes; sin embargo, es una lengua que se habla tanto en Chihuahua como en Sonora; en Sonora está la mayor cantidad de hablantes y en Chihuahua son 850 en tres municipios: Chinipas, Moris y Uruachi.

“Lo que se tiene con esta lengua es que pese a que son pocos hablantes, aún hay niños en algunas de las comunidades que lo hablan, entonces eso te habla de cierta vitalidad del idioma”.

Actualmente lo que más preocupa, de acuerdo con Edgar Adrián y con todo su equipo de mujeres indígenas que ofrecen talleres en escuelas; a personas en situación de riesgo y al público en general es la lengua Pima ya que esta es la que tiene el menor número de hablantes.

“Esta se asienta en Madera y Temosachí principalmente; de acuerdo con el último censo es una lengua que también se habla en Sonora y en Chihuahua. Según el último censo son 750 hablantes 350 de ellos en Chihuahua pero la realidad es que no hemos encontrado más de 10 hablantes en el estado y lo que muchas veces sucede es que sí saben ciertas palabras en idioma y describen que sí lo hablan pero eso no quiere decir que sea bastante fluído”, dijo el encargado de ese departamento.

Lo que ocurre con el Guarijío y con el Pima es que se encuentran en zonas muy violentas y el desplazamiento a las ciudades genera que no exista una cohesión.

“Estos dos no logran una cuestión como lo logran los ralámuli, por ello es muy difícil que la lengua se siga reproduciendo en el contexto urbano, es decir, es difícil que se siga hablando en un lugar en donde no conoces el panorama”.

Fernanda Abigail pulido Valenzuela, egresada de la escuela de Antropología ofrece talleres y realiza material didáctico.

“Yo me enfoco en niñas, niños y adolescentes; el material didáctico es apoyo para la transmisión de la lengua, yo creo que todos aprendemos a través de juegos y material didáctico y es lo mismo para las lenguas. Hemos trabajado con ralámulis con Guarijo siempre tratando de que sea en acompañamiento de la misma comunidad, crear espacios; además de informar a los hablantes que hay derechos lingüísticos”, dijo Fernanda.

Los talleres son principalmente en los asentamientos, en diversos albergues y en museos ya que aunque no sean originarios pueden aprender que existen estas lenguas.

Teresa Durán Bautista, egresada de la misma escuela también ha contribuido a través de la realización de traducciones con la finalidad de que las demás personas lo entiendan y darle la importancia a la lengua tarahumara.

Francisca Santaneiro de la comunidad Guarijo se dedica a las artesanías y ella también ha hecho varias traducciones y ha enseñado a varios niños Guarijos a que aprendan el idioma ya que en Chihuahua hay niños que no lo hablan.

Ella vive aquí en Chihuahua desde hace seis años y para ella el contribuir con esto le hace sentir muy contenta.

“Esto me hace sentir muy bien porque nuestras lenguas son importantes y una de las cosas importantes es que no se nos discrimine por nuestra lengua materna”, dijo Francisca.

Bertha Cruz de la comunidad de San Ignacio de Arareco se dedica a hacer artesanías y esta mujer ha contribuido con los talleres de telar (tejido), estos han sido llevados a mujeres de la comunidad que han sido víctimas de la violencia.

“Hemos ido a algunos refugios ahí les he enseñado eso y les interesó mucho y ahí se olvidaron un poco de los que les había pasado, entonces también es una forma de contribuir y ayudarlas”, dijo esta mujer.

Al término de la entrevista, este grupo de personas entrevistadas refirieron que es importante que las mamás y los papás les enseñen a sus hijos a hablar en su idioma ya que es muy importante que no se pierda.

“Muchos niños no quieren hablar, se discriminan entre ellos y también la otra personita no va a querer hablarlo porque el otro niño le hace un tipo de bulliying y eso pasa en la comunidad no sólo aquí y también lo que ocurre mucho es que a veces nos ven raro por nuestra vestimenta, entonces es importante el respeto”, dijo una de las mujeres indígenas.

De igual forma, ellas señalaron que es fundamental que se les den más oportunidades a las y los maestros indígenas y que en las escuelas también se les hable en sus lenguas maternas.

“Es muy importante que en las instituciones haya traductoras porque desde mi experiencia desde primaria nunca hubo maestros que hablen la lengua, entonces en esos tiempos tuvimos que aprender a hablar en español a fuerzas porque los libros y los maestros no estaban en nuestros idiomas y que los profesores que van a las comunidades aprendan o que les den oportunidades a las maestras indígenas porque sí hay”, señalaron.

Actualmente en la ciudad hay alrededor de 9 mil personas hablantes.

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