Espectáculos

Vuelven a la antigua

Susan Sarandon y Tim Robbins regresan a los ochenta rodando una comedia en cintas VHS

Agencias

martes, 25 febrero 2020 | 14:50

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Los Angeles— Jack Henry Robbins (Nueva York, 1989) era un niño cuando hizo una prueba para interpretar en una película al hijo de su propio padre. Tenía que dar la réplica a Tim Robbins en un drama de Clint Eastwood. Pero eligieron a otro candidato. “Nunca habíamos hablado del asunto hasta que mi padre empezó a hacer bromas sobre ello hace un par de años. No pasar el casting no hirió mi orgullo, pero parece que él no termina de creérselo”, cuenta a El País. La película era Mystic River (2003). "En ese momento, aparecer en una historia con menores asesinados y abusados no es que me pareciera un planazo, admite.

A pesar de que su madre Susan Sarandon y su hermano Miles Guthrie Robbins también trabajan como actores, él asegura que solo quiso serlo durante un instante, durante su infancia. “Era muy pequeño y no tenía mucha idea de la vida”, suelta con cierta maldad. Con 12 años, ya era consciente de que prefería dirigir cine, cuando jugaba con las cámaras VHS-C y Mini-DV que sus familiares le iban regalando. Algo similar le ocurre al protagonista de su nuevo largometraje, VHYes, estrenada en el Festival de Cine de Róterdam.

Rodada en formato VHS para ambientar sin trucos el año 1987 en que transcurre la trama, los 72 minutos de película son precisamente eso: retazos grabados en una vieja cinta casera. A Ralph le regalan una cámara en navidades y, ansioso por registrar el mundo que le rodea, agarra la primera cinta que encuentra. Es la de la boda de sus padres. Lo que el espectador ve en pantalla es el caótico diario visual que el joven construye sobre las antiguas imágenes felices de un matrimonio que se está desmoronando. Ese compendio de secuencias intercala las grabaciones caseras que Ralph hace con su mejor amigo con escenas de los programas de televisión nocturnos que no debería estar viendo y los pocos recuerdos del enlace que sobreviven en la cinta.

Aunque la premisa pueda resultar rara, no se aleja de un programa de los años ochenta con vocación de retrato generacional. El resultado es un salteado de géneros televisivos de la época que, vistos con la perspectiva del tiempo, están llenos de humor involuntario: programas de aerobic, tutoriales para amas de casa, teletienda y porno de bajo presupuesto. Robbins le añade a la mezcla una dosis extra de ironía a los sketches protagonizados por humoristas como Mark Proksch (visto en The Office y Better Call Saul) y Thomas Lennon (Funny or Die) y por sus famosos padres. Parte de esas premisas ya aparecían en sus dos cortometrajes, Painting with Joan (Dibujando con Joan) y Hot Winter (Invierno caliente), también rodadas en VHS y que le llevaron al Festival de Sundance en 2017 y 2018.

El estadounidense, que se reconoce un nostálgico obsesivo, se ha alimentado de una de sus aficiones para encontrar inspiración en su debut en el largometraje. Pasa parte de su tiempo libre rebuscando en tiendas de segunda mano para encontrar cintas de video de personas desconocidas.

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