El Paso

Inicia juicio por asesinato vinculado a narcotráfico

Marcelo Mailland es acusado de participar en el tiroteo que le costó la vida a su proveedor de drogas, a quien supuestamente trató de robar

Karla Valdez/El Diario de El Paso

lunes, 14 enero 2019 | 20:28

Karla Valdez/El Diario de El Paso | De ser encontrado culpable, automáticamente sería condenado a cadena perpetua

Luego de haber sido pospuesto en varias ocasiones, ayer dio inicio el juicio contra Marcelo Mailland, acusado de participar en el tiroteo que le costó la vida a su proveedor de drogas a quien presuntamente trató de robar. 

Mailland de 20 años, enfrenta un cargo por homicidio capital por la muerte de Christian Jorjorian y en caso de ser encontrado culpable sería condenado automáticamente a cadena perpetua. 

Los hechos se registraron el 15 de agosto de 2016 en la cuadra 1000 de Calle Parque, en el Oeste de El Paso, cuando Maillad y Marco Antonio Nava de 19 años contactaron a Jorjorian para robarle drogas. 

Durante los argumentos de apertura, el fiscal James Montoya aseguró al jurado que un día después del asesinato, Mailland intentó deshacerse del arma homicida cuando llegó a Tucson, tras haber sido admitido en la Universidad de Arizona.

“El acusado sabía que el arma se había utilizado en un crimen y aun así trató de deshacerse del arma con la ayuda de su tía”, dijo Montoya. 

De acuerdo con las autoridades de aquel estado, la pistola fue encontrada desarmada en un bote de basura. 

El fiscal comentó que Mailland y Nava eran amigos de años, al grado que las familias de ambos se conocían, por lo que él se entero inmediatamente del arresto de su cómplice.

“Mucho antes de que la Policía supiera dónde estaba, él supo que Nava había sido arrestado por la muerte de Christian Jorjorian y por eso trató de incriminarlo llamando el mismo a las autoridades para decirles que tenía información

Montoya indicó que aunque no se sabe a ciencia cierta quién disparó contra Jorjorian, de entonces 20 años, lo que es un hecho es que las acciones de Mailland y Nava provocaron su muerte. 

“Para ser sincero, no sabemos quién disparó, por eso estamos aquí. Pero lo que sí sabemos es que él (Mailland) participó y que nunca trataron de comprarle drogas, su plan siempre fue robarlo, por eso el acusado llevaba su arma y él sabía que estaba cargada”, enfatizó. 

De acuerdo con el fiscal, cuando Mailland y Nava llegaron al lugar acordado, éste último se pasó al asiento trasero para robar a la víctima. 

“Cuando Christian Jorjorian se sube, le dicen que no tienen dinero y lo empiezan a agredir entre los dos, él se defendió y logró salir del vehículo, pero fue cuando le dispararon. Murió casi de manera inmediata, ya que la bala entró por uno de los costados y perforó su corazón y ambos pulmones”, explicó.

Por su parte, Mary Stillinger, abogada de la defensa, aseguró que su cliente no tenía ninguna necesidad de robar, ya que su familia tiene buena posición económica. 

“Sus padres tiene buen nivel económico, se había graduado de la preparatoria Cathedral y se iba a ir becado a la universidad. En verdad no tenía ningún motivo para robar a nadie”, dijo la abogada. 

Stillinger admitió que el único error de su cliente fue tratar de deshacerse del arma, lo cual ella misma catalogó como un “error estúpido”. 

“Sí es verdad que el señor Mailland cometió un error, un error muy estúpido y posiblemente criminal, deshacerse del arma usada por Nava estuvo mal”, dijo. 

La defensa asegura que quien realmente disparó contra Jorjorian fue Nava, aunque el segundo implicado dice que quien le quitó la vida a la víctima fue Mailland. 

La abogada aseguró que la Policía de El Paso (EPPD) no hizo una buena investigación que pudiera traerles justicia tanto a su cliente como a la víctima. 

“Ellos (los detectives) al saber de mi cliente, ya no investigaron más porque ya tenían a su hombre. No buscaron más informaron, más detalles, solo querían una confesión y estuvieron tratando que el señor Mailland confesara pero no lo lograron porque él no lo hizo”, reiteró. 

Por otro lado, en diciembre de 2017 Nava llegó a un acuerdo con la fiscalía y se declaró culpable de homicidio y fue sentenciado a 30 años de cárcel. 

Testigos no pueden identificar a Mailland 

La mañana del lunes, la fiscalía presentó a dos testigos clave,  David Sandoval y George Ornelas, ambos residentes del lugar. 

Sandoval testificó frente al jurado que él estaba jugando basquetbol a unos metros de donde ocurrió el tiroteo y escuchó una discusión. 

“Primero una camioneta se paró cerca de donde yo estaba, luego se oyeron gritos que venían del interior de la camioneta, pero no podía escuchar qué era lo que decían”, dijo.

Sandoval comentó que momentos después se escuchó que abrieron la puerta de la camioneta, seguido de una amenaza. 

“Alguien dijo ‘te voy a disparar, te voy a disparar’ y se oyó un balazo, pero no vi quién disparo ni nada, porque entre el lugar donde estaba la camioneta y donde estaba yo había arbustos y no se podía ver”, explicó. 

Ornelas comentó que cuando se dirigía a su casa vio que una camioneta que era conducía por un hombre joven se pasó un alto y se fue del lugar. 

“Era un muchacho joven de cabello negro, lo vi solo unos instantes cuando se pasó el alto. Me dio mucho coraje porque la persona que iba manejando miraba hacia atrás y yo pensé que eran adolescentes jugando, y aunque pensé en seguirlos, mejor lo dejé por la paz”, explicó Ornelas. 

El hombre indicó que momentos después observó a una persona en el piso en un charco de sangre y se bajó a tratar de ayudar, pero nada se pudo hacer por la víctima.

Encuentran drogas 

Otra de los testigos fue Gary Mark, de la Unidad de la Escena del Crimen de EPPD, dijo que en el lugar se encontraron dos jeringas con algún tipo de droga. 

“No tenían aguja, pero sí tenían un líquido adentro. Encontramos más jeringas como esa y otras drogas en la casa de la víctima, que pudimos revisar gracias a una orden”, comentó Mark. 

Cuando el oficial fue cuestionado si se habían encontrado casquillos en la escena, éste dijo que a pesar de una intensa búsqueda no pudieron encontrarlos. 

“Buscamos por varias horas pero no lo encontramos. Yo volví días después con un detector de metal, 49 cadetes de la Policía y mi equipo de unas 15 personas, pero no lo encontramos, por lo menos no el que buscamos, porque salió un casquillo pero era muy viejo. No coincidía con el homicidio”, explicó. 

El juicio continúa hoy ante la juez Annabell Pérez, a cargo de la Corte del Distrito 41 del Condado de El Paso.

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