Inicia Abbott segundo mandato, elude debate sobre el muro

Austin, Tx.— El republicano Greg Abbott comenzó un segundo mandato como gobernador de Texas el martes tras prometer impuestos más bajos y una reforma de la financiación escolar, pero sin mencionar una disputa de política nacional que pesa mucho en su estado: la exigencia del presidente Donald Trump de construir un muro fronterizo.

Texas comparte  mil 200 millas de la frontera con México y se verá más afectado si Trump recibe los $5.7 billones que está exigiendo para construir una barrera y terminar con el cierre parcial más largo del Gobierno en la historia de Estados Unidos. Abbott ha dicho que las murallas son efectivas pero no ha sido partidario abiertamente de las exigencias de Trump durante el cierre del Gobierno. Tampoco entró en el debate en absoluto durante su ceremonia de toma de posesión, donde algunos espectadores en la plaza del Capitolio de Texas cantaron “¡Construye un muro!”.

Prácticamente todos los republicanos de Texas han apoyado al presidente durante la totalidad el cierre. Los senadores John Cornyn y Ted Cruz acompañaron a Trump a la frontera con Texas la semana pasada, al igual que el vicegobernador Dan Patrick, quien llegó a sugerir que Texas podría supervisar la construcción de un muro si se le da el dinero.

Abbott no se reunió con Trump; los asesores del gobernador dijeron que había conflictos de programación. Pero Abbott tampoco ha tomado una posición clara respecto de las exigencias de Trump sobre un muro en entrevistas recientes, y no está considerando a la frontera como una prioridad para Texas en un momento en que el presidente considera como crisis la situación de 250 millas al sur del Capitolio estatal.

Abbott, quien hace cuatro años juró: “Aseguraré nuestra frontera” durante su primer discurso de toma de protesta, nunca lo mencionó en su segundo discurso, este martes.

“Juntos, pagaremos más a nuestros maestros. Brindaremos una mejor educación a nuestros estudiantes. Haremos que nuestras escuelas sean más seguras”, dijo Abbott. “Lucharemos contra el aumento de los impuestos a la propiedad. Ayudaremos a los texanos a recuperarse de las tormentas que han asolado a nuestras comunidades. Haremos todo esto y más”, agregó.

Al eludir el debate sobre el muro, Abbott es el ejemplo más visible de cómo la Legislatura de Texas de repente desvió el foco de atención de la seguridad fronteriza, después de que los legisladores del Partido Republicano pasaron años haciendo campaña sobre el tema.

Algunos republicanos dicen que Texas ya ha hecho su parte, ya que ha gastado $1.6 billones en patrullajes de policías estatales, cámaras de vigilancia fronteriza, aviones espía y otras medidas de seguridad desde que Abbott asumió el cargo en 2015. El gobernador, que también desplegó la Guardia Nacional, firmó en 2017 una de las más duras leyes de la nación en contra de las “ciudades santuario”.

Mientras tanto, los demócratas creen que los republicanos están corrigiendo sus pasos después de los peores resultados electorales del Partido Republicano en Texas en una generación, cuando los demócratas obtuvieron 12 escaños en la Cámara de Representantes de Texas, luego que Cruz casi fuera desbancado por Beto O’Rourke. A Abbott le fue mejor que a la mayoría y ganó la reelección con dos dígitos de diferencia, pero algunas encuestas mostraron que su desempeño fue un poco peor entre los votantes hispanos que en 2014.