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Suman a Janos y Casas Grandes a ‘Ruta del Desierto’

Promueve Turismo las visitas al destino y pueblo mágico

Iris González
El Diario de Juárez

lunes, 11 abril 2022 | 11:17

Iris González / El Diario de Juárez | El conocido Paquimé en el pueblo mágico de Casas Grandes, es uno de los principales atractivos de la nueva ruta turística Iris González / El Diario de Juárez | Templo San Felipe y Santiago en Janos Iris González / El Diario de Juárez | La historia de Casas Grandes incluye grandes paisajes como la Cueva de la Olla Iris González / El Diario de Juárez | Las cerámicas de Mata Ortiz son reconocidas a nivel internacional Iris González / El Diario de Juárez | entre las artesanías de la región están las piedras ágatas

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Casas Grandes– Conocido como la tierra de los Apaches, a 200 kilómetros de Juárez se ubica Janos, municipio que destaca por su historia, comida, jeroglíficos y reserva de la biosfera como los bisontes.

A 60 kilómetros más adelante, está Casas Grandes, uno de los tres pueblos mágicos que tiene Chihuahua, popular por zonas arqueológicas como Paquimé y la Cueva de la Olla.

Se trata de dos opciones que se ofrecen a juarenses y turistas nacionales e internacionales en esta región fronteriza, ideales para visitar en esta Semana Santa y alejarse del bullicio de la ciudad, así como aprender de la historia de Chihuahua.

Debido a ello, se busca incorporar a ambos municipios en la Ruta del Desierto que promueve el Fideicomiso ¡Ah, Chihuahua! a cargo de la Dirección de Turismo de Gobierno del Estado.

Para llegar a Janos, el tiempo es de poco más de dos horas y de ahí unos 45 minutos para Casas Grandes.

En Janos, se cuenta un patrimonio histórico como el templo San Felipe y Santiago, que data desde hace casi 400 años. Alma Ramírez Jacobo, directora de Turismo y Cultura en este municipio, platicó que se trata de uno de los templos más antiguos del estado, que fue construido al estilo europeo en el año 1640 por los franciscanos.

Ahí se encuentran enterrados más de 200 cuerpos de religiosos que murieron a manos de los apaches, cuando intentaron conquistarlos.

A pesar de que lleva más de 30 años cerrado, el templo aún conserva el piso de madera original con el que fue construido y actualmente es reconstruido por el Instituto Nacional de Historia y Antropología (INHA) con la intención de volverlo a abrir al público.

Debido a su historia, Ramírez Jacobo expuso que existe en el Congreso del Estado una petición para hacer de Janos la “cuna de la apachería”.

Sin embargo, Janos no solo se destaca por eso, ya que se cuenta con otros atractivos como el Cañón del Diablo, formación rocosa que se cree fue utilizada por los ancestros como centro ceremonial en la ruta de paso a Paquimé.

Ahí en las rocas, se tienen plasmados jeroglíficos en formas de serpientes, lagartijas y hasta “El Diablo”, figura de la que deriva su nombre.

Aunque también cuenta con una reserva de casi 200 bisontes, se encuentra dentro de una propiedad privada a la que el público no tiene acceso, pero en ocasiones se ven los animales al pasar por la carretera.

Este municipio cuenta con casi 4 mil habitantes, que viven de la ganadería, agricultura y comercio. 

A unos 45 minutos de Janos, por la carretera principal, está el pueblo mágico de Casas Grandes, que en 2020 cumplió 100 años.

César Castellanos, guía turista, platicó que entre los originarios de este municipio se conoce como “el pueblo”, ya que décadas atrás, cuando se planeaba la construcción de una estación de tren, sus habitantes no estuvieron de acuerdo con ello, por lo que las vías se ubicaron a siete kilómetros de ahí.

Sin embargo, debido a que era más fácil acceder a la zona mediante ferrocarril, poco a poco la gente se fue moviendo alrededor de ellas hasta crear la ciudad de Nuevo Casas Grandes, ubicada a escasos minutos del sitio.

Entre los atractivos del lugar está su centro histórico, en el que se pueden encontrar edificaciones de hasta mediados del siglo XVIII las más antiguas, con una arquitecta colonial norteña.

También es famoso por su zona arqueológica de Paquimé, la más importante en el norte de México y la cuál fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1998. 

De acuerdo con el arqueólogo Eduardo Gamboa Carrera, se trata de un asentamiento prehispánico que formó parte de las llamadas Culturas del Desierto del Suroeste de los Estados Unidos hace más de 2 mil años.

Se cree que fue en el año 900 después de Cristo cuando se fundó. Utilizando sólo tierra y agua, los paquimenses construyeron más de mil 700 cuartos, algunos de ellos con tres pisos. En este municipio, se cuenta con otras zonas arqueológicas como el Valle de las Cuevas, donde como su nombre lo indica, hay más de 20 cuevas que atraen tanto a mexicanos como estadunidenses.

La principal es la cueva de la olla, que de acuerdo con Elías Ramos, guía de expediciones Paquimé, se trata de una construcción que hicieron indígenas, donde por su forma, se utilizaba para guardar granos y semillas.

Agregó que pese a la cercanía con Ciudad Juárez, mucha gente de aquí no conoce de este sito. Fue hasta que se cerró la frontera con Estados Unidos cuando los juarenses comenzaron a visitar esta sierra.

También es uno de los principales atractivos para personas de El Paso y otras ciudades de Nuevo México.

Durante el transcurso a este sitio, se encuentran colonias americanas como Dublan, Juárez y García, asentamientos de mormones que fueron expulsados de Estados Unidos por prácticas como la poligamia.

En estos sitios se cuenta con escuelas que funcionan bajo el modelo americano, donde todas las clases que se imparten son en inglés.

Otras de las riquezas de Casas Grandes son las cerámicas que elaboran artesanos del poblado de Mata Ortiz, entre los que destaca Héctor Gallegos.

Junto con su esposa, ha elaborado figuras que coleccionistas compran por hasta 8 mil dólares. Algunas de ellas se mandaron a países como Alemania, Brasil, China y Estados Unidos.

La belleza de sus piezas los ha llevado a ganar más de 70 premios nacionales e internacionales entre ambos, que permanecen colgados en las paredes de su hogar.

Muy cerca de Casas Grandes se encuentra la colonia LeBaron, donde joyeros como Alberto Ray, presidente de la Asociación de Gemas y Minerales, junto con su hijo Leo Alberto Rey, se dedican a hacer artesanías con piedras ágatas, por lo que buscan crear una nueva industria que dé valor agregado a los recursos naturales que de ahí se extraen.

“Queremos que la gente tenga oportunidad de tener un trabajo digno, con joyas y piedras preciosas como las que se usaban en la cultura de Paquimé, con gemas y piedras preciosas como la turquesa”, dijo.

Diana Acosta, directora de Turismo de Casas Grandes, informó que el pueblo cuenta con una oferta hotelera diferente a la de la ciudad, como son La Casa del Nopal y Las Guacamayas, en los que juarenses pueden disfrutar un fin de semana con atractivos como el temazcal.

Además, en el pueblo se cuenta con artesanos que elaboran cerveza, dulces de jamoncillo, viñedos y hasta sotol, además de una variedad gastronómica como asado de puerco, chiles rellenos, carne asada y postres de nuez. Casas Grandes tiene tres de los cuatro principales ecosistemas del estado: matorral xerófi, pastizal y bosque de pino, lo que lo hace muy rico en biodiversidad. 

Para llegar tanto a Janos como Casas Grandes no es necesario pagar casetas, por lo que el Fideicomiso ¡Ah, Chihuahua! busca hacer de los juarenses sus principales visitantes. 

igonzalez@redaccion.diario.com.mx

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