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Deportes

Tercer tiempo: Bravísimamente mediocres

Contra un intento de equipo como lo es el Atlas, FC Juárez fue una mala caricatura de todo lo bueno que había hecho en partidos anteriores

Luis Miguel Rodríguez Cruz

sábado, 26 septiembre 2020 | 06:48

Marco Tapia / El Diario de Juárez

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Contra un intento de equipo como lo es el Atlas, contra una escuadra de jugadores armada por sobras de otros equipos (sobre todo del Santos), con una milésima de opciones claras de gol… Bravos fue una mala caricatura de todo lo bueno que había hecho en partidos anteriores. Muy lejana quedó la imagen de aquel equipo de Caballero que dio cátedra en Toluca. Ayer Bravos se redujo a una mínima expresión. Los de Juárez se vieron muy infantiles, sobre todo en actitud, ante un Atlas que sinceramente tiene muy poco para asustar a alguien. Pero sí, Bravos se asustó. O bueno, si no se asustó, se empequeñeció porque no rindió a su nivel habitual. No debe haber, ni debería existir, justificación a lo que vimos ayer: digno de bostezo. Nadie de Juárez era capaz de rematar los balones a modo (pocos) que hubieron cerca del área del Atlas. La derrota es muy merecida.

Seguramente el peor partido de Bravos en lo que va del torneo, junto con el de Chivas… y otra vez en casa. Encriptados como una computadora que se queda sin reacción y respuestas, los de Caballero dieron pena ajena porque en su feudo no tuvieron argumentos para contrarrestar a un lastimoso Atlas. Es peor no saber cómo descifrar a equipos tan malos que verte mal ante buenos equipos. Y cosa extraña, porque Bravos nos ha dado grandes despliegues de juego en canchas complicadas como lo son el Estadio Azteca ante Cruz Azul o el Gigante de Acero ante Monterrey. ¿Mediocridad de Juárez? Probablemente… y es mediocridad porque se supone que los de Juárez ya tenían un modelo establecido y muy fijo, constante y consistente en su despliegue por la cancha. Pero ayer no; un juego demasiado centralizado que se quedó sin variantes, demasiado esperanzados a lo que pudiera surgir de la inspiración de Marco Fabián. 

Eso es lo que hace diferente a los grandes equipos de los del montón. Y Bravos, cuando enfrenta a equipos que debe pulverizar, simplemente se achica. Caballero: este es un déficit de actitud, donde se supone que el entrenador tiene alta injerencia. Lo de ayer resulta tan insultante que hasta los payasos de un circo deberían sentirse insultados, porque un equipo que aspira a dejar de ser chico, porque Bravos lo es, no pequemos de incrédulos, no puede mostrar tanta debilidad ante un equipo como lo es el Atlas. Pobre ORLEGI DEPORTES (los dueños del Atlas) con un intento de negocio tan paupérrimo como lo es el Atlas. Pues bien, ante ese equipo perdió Bravos.

Toca el partido ante Tijuana, pospuesto por el asunto de Coronavirus, pero Bravos llegará con una obligación tremenda: ganar sí o sí. Qué alivio cuando el árbitro finalizó el partido de ayer porque nadie quería seguirlo viendo. Caballero: tu equipo dio lástima y risa ayer. No sé cuántos amigos pueda tener Bravos en la prensa local para no recibir una crítica muy merecida por lo realizado ante Atlas, pero si no hay crítica, entonces no puede llamarse periodismo. Ayer Bravos nos mostró su peor cara: la de un equipo chico que tal vez aspire algún día a ser grande.  

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