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Deportes
sábado, 01 febrero 2020 | 12:07
Los Angeles— Rosas rojas adornaron los asientos que están a un lado de la cancha en donde Kobe y Gianna Bryant se sentaron en el último partido de los Lakers de Los Angeles al que asistieron.
En una pantalla para videos, las fotos de Bryant cuando jugó para los Lakers se alternaron con los de las otras siete personas que murieron con él y su hija de 13 años en un accidente de helicóptero.
La noche de este viernes en el Staples Center fue diferente a otras.
El anunciador desde hace tiempo, Lawrence Tanter, presentó a toda la alineación de los Lakers de la misma manera: “De Lower Merion High School, el número 8, Kobe Bryant”.
En una ceremonia que se efectuó antes del primer partido de los Lakers desde que ocurrió el accidente el domingo, Usher se colocó al centro de la cancha en la arena que estaba a oscuras frente a los arreglos con rosas amarillas que formaban el número 8 y el 24 para cantar “Amazing Grace”.
El chelista Ben Hong de la Filarmónica de Los Angeles tocó el instrumento mientras se mostraba un video en donde Bryant habló de su vida y su carrera.
Los fanáticos interrumpieron el silencio en ocasiones coreando “Kobe!” y “MVP”, las iniciales de “Jugador Más Valioso”.
Boyz II Men, originarios de la ciudad natal de Bryant, Filadelfia, cantaron el imno Nacional.
LeBron James, usando el número 24, se enjugó las lágrimas cuando terminó el himno.
Él y Anthony Davis, que usaba el número 8, se abrazaron.
Los asistentes guardaron silencio durante 24.2 segundos hasta que sonó el timbre del reloj de tiros.
Los reflectores brillaron sobre los asientos vacíos que ocuparon Bryant y su hija.
El de él tenía una camiseta blanco con negro de Mamba y la de ella una camiseta con el número 24.
James se paró en el centro de la cancha y leyó los nombres de las nueve víctimas, terminando con el de Bryant.
Le comentó a los espectadores que preparó unas palabras y sacó un papel de su pantalonera, pero luego lo tiró al suelo.
Posteriormente se llevaría a cabo un partido de basquetbol entre los Trail Blazers de Portland y los Lakers, siendo el primero desde la muerte de Bryant que ocurrió el domingo.
Sin embargo, un par de horas antes del partido hubo mayormente silencio.
La atmósfera electrizante que surge en la arena antes de los partidos de la NBA no se sintió.
Los medios de comunicación hablaban en voz baja entre ellos sin que se escuchara música como de costumbre.
Sombríos acomodadores ocuparon sus posiciones con moños negros en sus camisas moradas de trabajo.