'Le pedí a mi amiga y a su novio que me golpearan para culpar a mi expareja y mandarlo a la cárcel'

Alicia, una abogada especializada en derecho penal de España, recibió un caso común: una pareja que, por mutuo acuerdo, querían separarse.

No habría ningún problema, sin embargo, todo cambió cuando ella terminó golpeada en el hospital a manos de su expareja. La abogada relató el peculiar caso a la BBC.

La mujer le marcó a Alicia, le relató lo que había sucedió, los golpes que de él recibió, quería que ella la representara.

La víctima aseguraba que la golpiza había sido unas horas antes de la llamada, así que acudió al ministerio público.

Al encontrarse con su clienta, la abogada quedó impactada, portaba un collarín, tenía el codo dislocado y la cara casi desfigurada, la paliza había sido brutal.   

El victimario estaba en otra sala, dando su declaración, donde Alicia también tuvo acceso: "Tu sabes que yo no pude haber hecho eso", le dijo el sujeto a la abogada.

De acuerdo con la mujer, su expareja acudió a su casa y luego de una discusión la golpeó. Tras abandonar el lugar ella comenzó a gritar, siendo auxiliada por su mejor amiga y el novio de ésta, quienes la llevaron al hospital.

Cámaras de seguridad afuera de la casa de la víctima comprobaban que él estuvo en el lugar de los hechos. El caso estaba prácticamente resuelto.

Cuando salieron del juzgado, entonces, vino la confesión: su expareja no lo había golpeado, le pidió a su amiga y a su novio que lo hicieran para luego denunciarlo y mandarlo a la cárcel.

Alicia relató a la BBC que ella había desarrollado un odio muy grande contra él debido a que le fue infiel, hecho que ella nunca pudo superar.

Luego, los amigos también le contaron las cosas: "Lo hicimos nosotros. Nos costó muchísimo pegarle. ¡Imagínate, es mi amiga!".

Ante dicha situación, Alicia decidió retirarse del caso y le aconsejó a la mujer que retirara los cargos.

El secreto profesional le prohibía a Alicia confesarles a las autoridades lo que realmente pasaba, a la vez que su ética le prohibía continuar con el caso.  

Aun así, la denuncia siguió su curso y el hombre fue condenado, así como enviado a la cárcel.

El día de la agresión, el sujeto acudió a la casa de su expareja por su hijo, hecho que ambos ya habían acordado.

Cuando él llegó, ella gritó desde el segundo piso que no subiera, que no le iba a dar al niño, que se fuera. El varón se quedó en las escaleras escuchando los reproches de ella y, desde ahí, respondiéndole.

Ambos discutieron a la distancia durante varios minutos, hasta que él decidió irse para evitar problemas.

Luego, arribaron la amiga y su novio para hacer el trabajo sucio: golpearle atrozmente, la llevaron al hospital y realizaron la denuncia.

Las irregularidades del caso, como que los dos testigos se negaron a declarar en el juicio posteriormente, así como que el niño en ningún momento se percató de la golpiza pese a estar en el lugar, provocaron que él saliera libre tras seis meses de prisión.

Su vida, relató Alicia, se derrumbó con la denuncia, por lo que tuvo que irse del país.