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miércoles, 16 octubre 2019 | 10:49
Chris Westerbeek.- El hombre inmediatamente llamó la atención del camarero, quien lo describió como un poco fuera de lugar.
Su barba se veía descuidada, estaba aturdido y su ropa parecía sacada de la década de los ochentas. Era casi la hora de cerrar en la pequeña cantina de Chris Westerbeek en un pueblo rural de los Países Bajos, y le dijo al desconocido que se fuera.
Pero poco tiempo después, el domingo por la noche, el hombre regresó, y esta vez Westerbeek decidió escuchar su historia.
Mientras el hombre barbudo y desaliñado bebía rápidamente cinco cervezas, dijo que durante los últimos nueve años, él y sus hermanos apenas habían visto el mundo exterior, pues estaban confinados a una pequeña habitación en una granja holandesa en las afueras de la aldea de Ruinerwold “esperando el fin del mundo”, dijo Westerbeek a periodistas holandeses.
“Dijo que era el mayor y que quería ponerle fin a la forma en la que estaban viviendo”, dijo Westerbeek.
Para el lunes, después de que la policía fue a la granja y encontró a la familia viviendo en condiciones extrañamente aisladas, la historia del hombre barbudo se había atrapado la atención de los medios.
La policía advirtió que mucho sobre el caso sigue bajo investigación. Muchos de los detalles provienen de Westerbeek, quien habló con la televisora holandesa RTV y el periódico nacional De Telegraaf. No respondió de inmediato a mensajes solicitando comentarios adicionales.
En el pequeño pueblo de solo 4 mil el hombre barbudo no pasaría desapercibido y “parecía confundido”, dijo Westerbeek.
“Dijo que nunca había ido a la escuela y que no había ido al barbero durante nueve años”, agregó.
La policía dijo que cuando los oficiales llegaron a la granja, descubrieron a seis personas en una pequeña habitación de la casa.
La policía confirmó que seis hermanos adultos, de entre 18 y 25 años de edad, habían estado viviendo en la granja, y estaban recibiendo atención médica. Se cree que la madre murió hace algún tiempo, según las autoridades.
El padre, había sufrido un derrame cerebral, pero también vivía en la granja.
Un hombre austriaco de 58 años, identificado por informes locales como un operario, con ciertas conexiones a la propiedad, fue detenido, y la procuraduría dijo el miércoles que sería acusado de por “privación de la libertad y por perjuicios a la salud de otros” Está programado para comparecer ante el tribunal el jueves.