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Vitamina D: Fundamental

En la ininterrumpida lucha global de la ciencia contra la pandemia de Covid-19, nuevas claves para el tratamiento de la infección y su paulatina contención siguen surgiendo

Agencia Reforma

viernes, 15 mayo 2020 | 17:56

En la ininterrumpida lucha global de la ciencia contra la pandemia de Covid-19, nuevas claves para el tratamiento de la infección y su paulatina contención siguen surgiendo. La más reciente: la Vitamina D.

Así lo muestran un par de estudios internacionales donde la deficiencia de este nutriente, fundamental en procesos del organismo como la fijación del calcio, podría estar relacionada con altos índices de decesos por SARS-CoV-2.

Por un lado, científicos del Hospital Queen Elizabeth, en Birmingham, Inglaterra, y de la británica Universidad de Anglia del Este catalogaron los niveles promedio de Vitamina D entre los ciudadanos de 20 países europeos y los compararon con las tasas de mortalidad por coronavirus de cada región.

Una simple prueba estadística arrojó que había una convincente correlación entre las cifras, mostrando a las poblaciones cuyas concentraciones de Vitamina D estaban por debajo de la media como aquellas que, de hecho, sumaban más defunciones por el virus.

"El grupo poblacional más vulnerable al Covid-19 es también el que tiene el mayor déficit de Vitamina D", concluyeron los investigadores en su reporte preliminar, donde los ciudadanos de mayor edad de países como España e Italia registraron los niveles más bajos del nutriente.

"Creemos que podemos sugerir suplementación de Vitamina D para proteger contra la infección de SARS-CoV-2", se lee en el estudio, aún pendiente de ser revisado por pares.

Por otra parte, en Estados Unidos, investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Louisiana; de la Escuela de Medicina de la Universidad de Tulane, y del Colegio de Medicina de la Universidad de Texas A&M, identificaron la prevalencia de insuficiencia de Vitamina D en 84.6 por ciento de los pacientes en las unidades de cuidados intensivos (UCI).

Aunado a esto y de forma sorpresiva, encontraron que el 100 por ciento de los enfermos menores de 75 años en las UCI tenía esta insuficiencia. Lo que ha permitido concluir a los especialistas que la insuficiencia de Vitamina D tiene una muy alta prevalencia en pacientes con daño severo por Covid-19.

Los resultados de ambos estudios son todavía preliminares y susceptibles de mayor análisis y comprobación, pero permiten no sólo profundizar en lo que hoy día se conoce sobre el virus, sino que ponen sobre la mesa nuevas posibilidades de prevención.

ALIADO CONOCIDO

Esta nueva evidencia sobre los aportes de la Vitamina D, hormona liposoluble que comúnmente se sintetiza a partir de la exposición a los rayos ultravioleta del sol, o se absorbe de fuentes animales y vegetales --pescados azules, huevo, hígado, lácteos, algunos hongos--, no es del todo sorpresiva.

Estudios previos y mucho más robustos habían demostrado que contar con niveles saludables de este nutriente previene el riesgo de padecer, además de problemas como osteoporosis y raquitismo, infecciones respiratorias como influenza y tuberculosis.

"Hay bastante evidencia sobre esto. Desde hace tiempo sabemos las ventajas de la Vitamina D y, fundamentalmente, de la Vitamina D3", reitera en entrevista Gilberto Castañeda, investigador del Departamento de Farmacología del Cinvestav.

"Ésta es una vitamina que es importante para el funcionamiento de distintos tejidos y, entre ellos, la función respiratoria. Se ha visto que las personas con deficiencia en Vitamina D, y particularmente de la D3, tienen más probabilidad de caer enfermos por infecciones respiratorias".

La maestra en nutrición clínica Claudia Mimiaga remarca que, a nivel inmunológico, se ha observado el importante papel de este conjunto de vitaminas ante algunos patógenos respiratorios virales o bacterianos.

"Por ejemplo, cuando se inyecta uno una vacuna --la de la influenza, por ejemplo-- se ha visto que se genera una deficiencia de Vitamina D, y entonces lo recomendable es tomarla, además de vitaminas liposolubles A y B, principalmente. Esto para que se metabolicen, porque este metabolito se relaciona con ciertas citocinas y lo que provoca es una inmunidad en respuesta a esos virus que estamos administrando en forma de vacuna", explica la coordinadora de la Unidad de Soporte Nutricional del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, recientemente reconvertido para atender a pacientes enfermos de Covid-19.

Desafortunadamente, continúa la especialista, parte de la población mexicana no contaría con niveles óptimos de dicho nutriente por causas como un consumo escaso de fuentes ricas en él o por el uso constante de protector solar, además de por las enfermedades crónicas.

"Normalmente nosotros en México tenemos, sí, una deficiencia ya de muchos años. Hay muchos artículos publicados que la mencionan", sostiene.

Si bien la medida es distinta de región a región, el nivel normal de Vitamina D a nivel sanguíneo debería ser de más de 30 nanogramos por mililitro, bajo un consumo adecuado de aproximadamente entre 400 a 800 unidades por día, detalla Mimiaga.

A partir de entre 21 y 25 nanogramos podría hablarse de una insuficiencia leve, mientras que niveles de 15 a 20 nanogramos representan ya una marcada deficiencia que debe atenderse con altas dosis --hasta 50 mil unidades-- del nutriente mediante un régimen de suplementación de, por lo menos, ocho semanas.

Pero todo esto debe determinarlo un experto, preferentemente un nutriólogo clínico, subraya la especialista, advirtiendo que suplementarse innecesariamente y exceder el consumo de estas vitaminas, que a diferencia de las hidrosolubles no se eliminan por la orina, puede resultar más perjudicial que benéfico.

"Esto nos puede provocar ligeramente unos cálculos, porque se metaboliza más calcio y, como no se alcanza a eliminar, provoca hipercalcemia. (El exceso) también provoca hiperfosfatemia, y esto puede provocar problemas a la función metabólica y a la del hígado y del riñón", previene.

TIEMPO PARA CORREGIR

Si bien los recientes estudios sobre la deficiencia de Vitamina D y su probable vínculo con la mortalidad del SARS-CoV apuntan hacia una medida preventiva más que a una solución o una cura, algunos expertos piden tomar los resultados con cautela y no apresurar acciones.

"Asociar la Vitamina D directamente con Covid-19 creo que todavía es muy prematuro. O sea, no podemos asociar la deficiencia de algo solamente a un problema de salud tan grave", señala a Grupo REFORMA Vanessa López Guerrero, especialista en inmunología viral de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), recordando que compuestos como las vitaminas A y C, así como el complejo B y microelementos como el Zinc y el Selenio, también tienen una participación importante en el sistema inmunológico.

"Yo quiero pensar que la Vitamina D, así como tal, no reduce el riesgo de tener Covid-19 o no, sino más bien si estamos bien de vitaminas, de todas, incluyendo la D, pues eso nos prepara de mejor manera para afrontar la enfermedad. O sea, entre mejor nutrido estés, entre más balanceado y mejor esté funcionando tu sistema inmunológico por todos estos elementos, pues mejor resolverás la infección".

Lo cual, entonces, se torna en una oportunidad sin par para evaluar cómo está el estado nutricional de los mexicanos, opina el médico cirujano y doctor en ciencias Iván Martínez Duncker.

"Más allá del coronavirus, lo cierto es que la deficiencia en Vitamina D se tiene que corregir. Al final, ahorita lo que sabemos es que necesitamos tener una respuesta inmune fuerte, y para eso lo que tenemos que tener es una alimentación correcta.

"Una buena parte de la población en México podrá tenerla, pero no hay que olvidar que tenemos 40 por ciento de pobres en los que, además, habrá un problema de desnutrición asociado, y eso tenemos que corregirlo", comparte vía telefónica el Jefe del Laboratorio de Glicobiologia Humana y Diagnóstico Molecular, del Centro de Investigación en Dinámica Celular de la UAEM.

Y es que, si bien en latitudes como Europa el virus ha ido cobrando la vida de la población de mayor edad, aquí en México el escenario más severo lo viven precisamente aquellos con condiciones derivadas de una alimentación poco saludable: diabéticos, hipertensos, personas con sobrepeso y obesidad.

"En nuestro País estamos viendo un efecto donde la gravedad se está recorriendo en edad hacia edades más tempranas: 40, 50 años. Ahí estamos viendo casos graves, y esto tiene que ver con un problema de malnutrición donde tenemos un 30 por ciento de la población con problemas de obesidad y sobrepeso, y es donde creo que es una gran oportunidad para darnos cuenta que estos problemas no nada más son estéticos", apunta López Guerrero, quien sugiere que se fomente la buena nutrición y el autocuidado en los planes educativos de los más chicos.

"Con el Covid-19 hay problemas de coagulación, problemas vasculares fuertes y, por supuesto, problemas pulmonares. Entonces, el sujeto obeso mantiene mucha presión sobre sus sistemas respiratorio y circulatorio, les da muchísimo trabajo; por lo general tienen ya debilidades a esos niveles. Entonces, va a ser mucho más fácil que una infección viral los mate que al paciente que no es obeso", lamenta, por su parte, Castañeda.

"Ése es el problema fundamentalmente, más que la Vitamina D. Es sobre lo que nos hemos concentrado".

Así, más allá de la deficiencia de un nutriente en particular, la actual contingencia sanitaria ha puesto en jaque a quienes ya lidiaban con un problema de salud no menos grave, que los expertos ahora llaman, enfática y certeramente, a no desatender.

"Hoy creo que podemos decir con absoluta claridad que un estado nutricional adecuado es la mejor protección que tenemos contra el Covid-19. Eso es algo que ya está demostrado", concluye Martínez Duncker.

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