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Vamos
martes, 07 marzo 2023 | 14:34
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Cynthia Rodríguez, médico general con maestría en Epidemiología, es la coordinadora de Farmacovigilancia del Centro Médico de Especialidades.
La especialista de 41 años de edad es la responsable de un área muy importante del hospital, al supervisar el manejo de los medicamentos y sus interacciones.
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“Vemos si el medicamento es el idóneo por peso y talla, y por la patología. Checamos las reacciones adversas, el manejo de medicamentos de alto riesgo y los citotóxicos, que son los de la quimioterapia, además de los dispositivos médicos en conjunto con el departamento de Tecnovigilancia”, comparte.
Tras pertenecer al grupo de especialistas del centro médico por una década, ahora su posición es de mayor trascendencia porque un error en la prescripción puede ser fatal.
“Aparte se maneja una historia farmacológica para conocer los medicamentos de manera crónica y ver si no interaccionan con los que se prescribe, o se potencializa uno con otro. Es un equipo multidisciplinario. El médico prescribe, pero nosotros podemos alertar sobre las interacciones entre los medicamentos, sobre todo cuando el paciente es visto por distintos especialistas”.
Complacida con el rumbo que ha tomado su vida, Cynthia comenta que su primer trabajo en el Centro Médico de Especialidades fue en el área de Urgencias y posteriormente en el Banco de Sangre, donde hacía las valoraciones a los candidatos para donación.
Luego de un tiempo fue asignada a la coordinación de Farmacovigilancia, un campo que ha ido ganando el reconocimiento que merece.
“Ha sido difícil, pero realmente los que nos ayudan son los especialistas, nos hacen fuerte, y nos dan un lugar, nos toman en cuenta. Ahora sí se ha notado el trabajo de Farmacovigilancia”.
De cómo llegó ahí, dice que “una cosa lleva a la otra”, pues pensaba en hacer una especialidad pero no fue seleccionada.
“No quedé, pero la medicina tiene diferentes ramas, entonces el que uno esté donde lo pone el destino te obliga a hacer las cosas de la mejor manera, sobre todo por la seguridad de los pacientes”.
Actualmente cursa un diplomado en Nutrición Clínica y Obesidad en la Universidad Anáhuac, y una vez que termina su turno en el hospital sale directo a casa a cuidar a sus tres hijos.
“Me gusta mucho disfrutar a mis hijos y a mi familia. Es un anhelo llegar a la casa, siento que el tiempo se me está yendo y que están creciendo muy rápido”, concluye Cynthia.
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