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lunes, 27 septiembre 2021 | 10:57
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La historia de Lexmark en Ciudad Juárez se remonta a 1996, cuando la compañía líder en soluciones de imagen decidió invertir en México, ubicándose en la frontera norte.
Ese año Lexmark aplicó para el permiso que otorga la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicio de Exportación (IMMEX), que permite a los fabricantes extranjeros importar materias primas y componentes a México, para que estos sean transformados.
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La ubicación geográfica fue el principal atractivo por el que la empresa decidió apostar por Ciudad Juárez, al estar cerca del mercado más grande del mundo: Estados Unidos y Canadá.
“En abril de 1996, en Santiago Troncoso y Libramiento iniciamos la construcción de la primera planta, y para septiembre de ese mismo año estábamos produciendo el primer producto. En ese entonces la tecnología que fabricábamos se llamaba Inkjet. Ese fue el arranque de Lexmark en México”, indicó Guillermo Gallegos, gerente general de Campus Juárez.
Por esos días, 250 personas laboraban en un edificio de 70 mil pies cuadrados, representando solo el principio de una asombrosa expansión generada gracias a la ubicación, pero también al talento de los juarenses.
“Estar en el mismo continente es definitivamente una gran ventaja competitiva. El factor humano en la región nos da acceso al talento y personal calificado en todos los aspectos, desde el área operativa hasta la profesional. Además, en términos de costos somos muy competitivos. Estos tres factores nos permiten continuar con la operación en Lexmark Ciudad Juárez y son fundamentales para garantizar la permanencia a corto, mediano y largo plazo”, declaró Gallegos.
Tiempo después, recuerda el gerente, se abrió una planta en Chihuahua (1999) y otra más aquí en el año 2000 para producir los circuitos para los cartuchos de impresión de tinta. Estos procesos obtuvieron la certificación de calidad ISO 9001.
Campus Juárez
Se acercaba la primera década del arribo de Lexmark a Ciudad Juárez cuando la empresa inició la construcción de un complejo industrial que hoy alberga los diversos procesos de manufactura, desde el ensamble de cartuchos hasta la producción de componentes.
Así fue como en 2004 se colocaba la primera piedra en señal del arranque de la edificación del Campus Juárez, en un predio de 40 hectáreas y 800 mil pies cuadrados de construcción.
Al año siguiente las operaciones ya estaban en marcha, con la primera planta de developer roll, anotó el directivo.
“En septiembre de ese año arrancamos la primera planta de Laser Cartridge, en 2008 arrancamos la planta de tóner (CPT), en 2009 la planta de recolección de cartuchos de tinta láser (LCCP), y finalmente en 2019 la planta de impresoras Printer Assamble (PA)”.
Gallegos agregó que tanto la planta de Chihuahua como las dos que iniciaron operaciones en Ciudad Juárez cerraron, en parte debido a la construcción del campus, pero sobre todo al cambio que representó una evolución de la manufactura de cartuchos inkjet al trabajo con impresión láser.
“Uno de los objetivos era que Lexmark Ciudad Juárez no solo fuera fabricante de tóner, sino también el ensamble y fabricación de la impresora completa. En 2019 lo logramos, lo cual ha sido muy satisfactorio para mí y todos los que formamos el equipo del campus”, declaró.
Gracias a su gente
La expansión de Lexmark ha requerido de un aumento en el número de colaboradores, que a la fecha suman casi 2 mil. Por este motivo, la empresa se ha dado a la tarea de crear y promover una cultura que incentive el respeto mutuo, el trabajo en equipo y el apoyo a la comunidad.
El personal calificado que da sustento al campus se identifica con esta cultura, lo que hace posible su permanencia en la compañía.
“Todo esto no pudiera ser posible si aquí en Juárez no tuviéramos el talento y la capacidad profesional de los juarenses. Al final de cuentas todo lo que hemos logrado en estos 25 años, crecer el negocio y mantenernos por todo este tiempo, es básicamente por el factor humano, tenemos los diferentes niveles de infraestructura educativa que proveen el talento que se requiere para que podamos ser exitosos”, expresó Gallegos.
“Estamos muy orgullosos de ser parte de la familia Lexmark y hemos llevado con gran responsabilidad el reto de trabajar con asociados, respetar el medio ambiente, apoyar a las comunidades, entre otras acciones. Lexmark, a través de estos 25 años ha demostrado que no basta con establecer una planta en una zona, sino ser parte de esa comunidad”.
Guillermo Gallegos
Gerente general del Campus Juárez
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