PUBLICIDAD

Vamos

Atenderlos hace la diferencia

La cercanía con adultos mayores ha dotado a la doctora Claudia Ruelas, especialista en geriatría de paciencia y empatía, lo que ha venido cultivando a lo largo de los años

Brisa Frías / El Diario

martes, 07 marzo 2023 | 14:35

Marco Tapia / El Diario

PUBLICIDAD

Cuando inició sus estudios profesionales, Claudia Ruelas no imaginaba cuánto iba a impactar en ella la experiencia de dedicarse a cuidar la salud de las personas mayores.

Egresada de la Universidad Autónoma de Guadalajara (UAG), de la especialidad de Geriatría, Claudia regresó a su ciudad natal y desde hace dos años es parte del Centro Médico de Especialidades.

“Desde que empecé mi formación me fui dando cuenta que la persona mayor tiene muchísimas necesidades de atención que nosotros como sociedad no se las brindamos, no les ponemos atención, no hay arquitectura amigable con las personas mayores, incluso en la medicina hay huecos”, reconoce la joven doctora de 30 años de edad.

Agrega que las necesidades van desde el simple hecho de ser escuchados hasta correcta vigilancia y control de su estado salud a nivel general, lo que repercutirá de manera definitiva en su calidad de vida.

“Me di cuenta que cuando uno hace lo posible por ayudarlos, la diferencia es bastante significativa”.

Como especialista, ella está al pendiente de los síndromes geriátricos de sus pacientes, que se presentan como un conjunto de signos y síntomas muy comunes en edad avanzada.

Explica que entre ellos está la incontinencia, alteraciones de la marcha y el balance, úlceras por presión, caídas, deterioro cognitivo, depresión y trastornos del sueño, que aunque no son exclusivos del paciente mayor, sí es más probable que los presenten, además que les reduce su independencia para actividades básicas de la vida diaria.

“Un paciente que tiene alteraciones de la próstata tiene que estarse levantando en la noche al baño, tiene el sueño fraccionado, no descansa y va y se cae. Se va haciendo una cascada”.

La polifarmacia es otro signo geriátrico que ella debe de vigilar con mucha atención.

“A veces al paciente lo llevan al cardiólogo, al neumólogo, al neurólogo, les dan medicamentos para esto, para lo otro, y si les da un efecto secundario le vuelven a dar otro medicamento, y así se van llenando, entonces nosotros como geriatras nos vamos a encargar de hacer el ajuste, de ver qué interacciones tienen y cuáles van a ser más benévolos para ellos”.

“No significa que van a dejar a ir con los diferentes especialistas, pero hay que trabajar en equipo y podernos coordinar. Nosotros nos encargamos de ir dirigiendo ese equipo y buscar un balance entre los distintos tratamientos”.

Respecto a su experiencia como geriatra, asegura disfrutarlo. Esta cercanía con la persona mayor la ha dotado de paciencia y empatía, lo que ha venido cultivando a lo largo de los años.

Añade que como especialista también se enfoca en tener plena comunicación y entendimiento con la red de apoyo del paciente, que no siempre son sus familiares, sino que son aquellos que se encargan de cuidarlo.

Ser una geriatra joven no siempre es bien recibido en una primera consulta, pues Ruelas dice que al paciente se le hace raro no ver a un hombre de edad. 

“A veces ver a una persona fuera del estereotipo médico, a una mujer joven, les genera un impacto de inicio, pero ellos mismos me han dicho que se han sentido mucho mejor y que el cambio les gusta bastante”, expresa la geriatra que actualmente cursa la especialidad en Dirección y Administración de Instituciones de Salud, en la Universidad Anáhuac.

PUBLICIDAD

ENLACES PATROCINADOS

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD

close
search