Se moverá la IA que está detrás de ChatGPT al mundo físico

Nueva York.- Empresas como OpenAI y Midjourney crean chatbots, generadores de imágenes y otras herramientas de inteligencia artificial que operan en el mundo digital.

Ahora, la empresa fundada por tres ex investigadores de OpenAI están utilizando los métodos de desarrollo tecnológico detrás de los chatbots para crear tecnología de inteligencia artificial que pueda navegar en el mundo físico.

Covariant, una empresa de robótica que tiene sus oficinas centrales en Emeryville, California, está creando maneras para que los robots puedan recoger, mover y clasificar cosas en bodegas y centros de distribución.

Su objetivo es ayudar a los robots a avanzar en el entendimiento de lo que está sucediendo a su alrededor y decidir qué deben hacer enseguida.

La tecnología también les da a los robots un amplio entendimiento del idioma inglés, permitiendo que las personas platiquen con ellos como si estuvieran en un chat de ChatGPT.

La tecnología, que aún está en desarrollo, no es perfecta. Pero es una clara señal de que los sistemas de inteligencia artificial que hacen funcionar los chatbots en línea y los generadores de imagen también van a hacer funcionar máquinas en las bodegas, carreteras y casas.

Al igual que los chatbots y generadores de imagen, esta tecnología robótica aprende sus destrezas analizando enormes cantidades de información digital.

Eso significa que los ingenieros pueden mejorar la tecnología alimentándola con más y más información.

Covariant, que fue apoyada con 222 millones de financiamiento, no construye robots, sino el software que hace funcionar los robots.

La empresa pretende desplegar su nueva tecnología con los robots de bodegas, proporcionándoles un camino a otros para que hagan lo mismo en las plantas de manufactura y tal vez hasta en las carreteras con autos sin conductor.

Al escoger patrones en vastas cantidades de información, esos sistemas pueden aprender a reconocer palabras, sonidos e imágenes --- o hasta generar las propias.

Así es como OpenAI construyó ChatGPT, dándole el poder de responder instantáneamente las preguntas, escribir documentos y generar programas de computación.

Aprendió destrezas para seleccionar textos de todo el internet. Varios medios de comunicación, incluyendo The New York Times, han demandado a OpenAI por violar el derecho de autor.

Después de identificar patrones en esta serie de imágenes, información sensorial y textos, la tecnología le a un robot el poder de manejar situaciones inesperadas en el mundo físico.

El robot sabe cómo escoger una banana, aun cuando nunca la haya visto anteriormente.