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Tecnología

Presentan batería que vuela

Cumplen objetivo de la aviación: una aeronave que no necesite combustible y no genere emisiones de carbón

The New York Times

sábado, 16 abril 2022 | 18:36

The New York Times

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Nueva York.— El Alia, que es una invención del motor de un jet, sobrevoló el Lago Champlain, una gélida mañana en Vermont.

En la mente de Christopher Caputo, quien es piloto, cada momento es una señal de un cambio de paradigma en la aviación.

“Estamos buscando pasar a la historia”, comentó recientemente Caputo, quien habló desde la cabina de un avión que estaba siguiendo al Alia a corta distancia. El aparato tiene una forma exótica y casi extravagante, como una escultura de Alexander Calder, y aterrizó y despegó casi en total silencio.

Básicamente, es una batería que vuela y representa un objetivo de la aviación que desde hace tiempo se tenía: una aeronave que no necesite combustible y por lo tanto, no genere emisiones de carbón, un avión que pueda despegar y aterrizar sin necesidad de una pista y silenciosamente desde una estación de recarga, como un dron grande.

El Alia fue fabricado por Beta Technologies, en donde Caputo es instructor de vuelo. Se trata de una empresa incipiente que se fundó hace cinco años y que es inusual en muchos aspectos, es un invento de Martine Rothblatt, el fundador de Sirius XM y la farmacéutica United Therapeutics, y Kyle Clark, un ingeniero egresado de Harvard y ex jugador profesional de hockey.

El aparato tiene una misión única, enfocada en el cargamento en lugar de los pasajeros. Y a pesar de haber recaudado una formidable cantidad como capital, tiene su sede en Burlington, Vermont, con una población de 45 mil habitantes y que se encuentra a unas 2 mil 500 millas de Silicon Valley.

Esta aeronave que funciona con una batería y no tiene combustión interna había sido el objetivo de varios ingenieros desde los hermanos Wright.

Larry Page, el co-fundador de Google, ha estado financiando empresas que fabrican aviones eléctricos desde hace más de una década.

Los motores eléctricos tienen la virtud de ser más pequeños, permitiéndoles a más de ellos caber en un avión y hacer que sea más fácil diseñar los sistemas con una elevación vertical.

Sin embargo, las baterías son pesadas y los aviones tienen que ser ligeros y durante la mayor parte del siglo pasado, se pensaba que los aviones electrónicos estaban lejos de ser una realidad.

Eso cambió con el extraordinario avance en la tecnología de la aviación desde los años 1990.

Las aplicaciones militares de un vehículo como Alia —especialmente en la logística— habían acaparado la atención de los más altos niveles de la Fuerza Aérea, que ha apoyado a Beta y algunos de sus compañeros a través de un acelerador llamado Agility Prime.

El mes pasado, por primera vez, pilotos uniformados de la Fuerza Aérea volaron un Alia, sobre el Lago Champlain, que es un avión que sólo funciona con una batería.

El coronel Nathan Diller de la Fuerza Aérea considera este tipo de transporte como un tema de seguridad nacional, en parte debido a su potencial de reducir el consumo de combustible, pero lo que parece intrigarlo más es “la democratización de los viajes aéreos”.

Al ver a esa escultura voladora sobre el lago, vio un futuro diferente para la aviación: “Cualquiera puede ser piloto y cualquier parte puede ser una pista”.

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