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Salud

Urgen reflexionar sobre daño a medio ambiente

El mundo combate al virus que provoca la enfermedad de Covid-19, pero no las causas que lo originan

Yanireth Israde
Agencia Reforma

martes, 16 febrero 2021 | 21:18

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Ciudad de México— El mundo combate al virus que provoca la enfermedad de Covid-19, pero no las causas que lo originan, contrasta José N. Iturriaga, autor de Historia de las pandemias en México, libro de Grijalbo que reúne información repartida en textos especializados -sobre enfermedades, épocas o zonas geográficas- para este compendio que divulga a la vez que invita a reflexionar.

"Lo que está haciendo el mundo con respecto a Covid-19 es atacar las consecuencias, es decir, la vacuna (se hace) para prevenir, porque ya está encima la pandemia y las medicinas --cuando se acaben de desarrollar-- para curar. Pero: ¿cuál es el origen de Covid-19? Esto es lo que muy pocos políticos, sobre todo de los principales países del mundo, han querido asumir", señala en entrevista. 

"No es una teoría, es algo que está demostrado: el origen del Covid-19 es el desequilibrio ambiental, porque Covid-19 es una enfermedad que los médicos llaman zoonosis: son las enfermedades de origen animal", expone el autor y ganador, en 1988, del Premio Internacional Malcolm Lowry por sus investigaciones históricas sobre viajeros extranjeros en México.

La influenza española de hace más de un siglo, detalla, derivó de un virus de las aves que, al mutar, fue transmitido a los cerdos y, en otra mutación, a los humanos.

"Pero vámonos a la mayoría de las enfermedades recientes, de hace 20 o 25 años para acá: la gripe aviar, la gripe porcina --que en México no tuvieron una mortandad significativa, pero desde luego son enfermedades que pueden ser mortales para el ser humano--, las 'vacas locas', que sobre todo en Inglaterra tuvo impacto importante, el SARS que surge de mamíferos silvestres o el AH1N1, también de origen animal".

Conciencia ambiental

Las agresiones al medio ambiente resultan entonces contraproducentes para el ser humano, como reflejan las referidas enfermedades que han proliferado en tiempos recientes, advierte el también autor de la novela El secreto del espía inglés.

"Ese es el meollo del asunto. Y en contra de ese origen de Covid-19 no están trabajando ni los grandes países depredadores del medio ambiente del mundo, como Estados Unidos, Japón y los principales industrializados, ni los países en vías de desarrollo, que también colaboramos a la depredación, en el caso mexicano, sobre todo con la deforestación impresionante que sufrimos".

La revisión histórica de Iturriaga permite poner en dimensión esta pandemia frente a otras que ha padecido la humanidad.

"Recordemos que aquella famosa Peste Negra que hubo en Europa en el siglo 14 significó la muerte, según estiman los demógrafos historiadores, de 85 millones de personas, no sólo en Europa, también en Asia -donde de hecho nace la Peste Negra-, y en parte de África, sobre todo el norte. Entonces 85 millones de personas, cuando el mundo tenía muchísimo menos población, eran el 10 por ciento de la población de Europa: diez personas de cada 100 murieron; en el Covid-19, hasta el día de ayer, la cifra es de una persona por cada 4 mil en números redondos".

Refiere estadísticas para ubicar, no para deshumanizar, aclara, porque para quienes han perdido a su familia es el 100 por ciento de la tragedia.

"Ni remotamente es ésta la peor epidemia que ha sufrido la humanidad ni nuestro País (...) ¿Qué explica este bajo impacto porcentual de la pandemia actual? Bueno, sin la menor duda los avances de la ciencia médica, pero en términos de prevención, porque todavía estas cifras no están impactadas ni por la vacuna ni por medicinas. Y lo que hasta ahorita ha impactado las cifras es la prevención, no obstante la irresponsabilidad que se ha visto en el mundo y muy especialmente en nuestro País", señala.

Pero ni la prevención ni las vacunas ni la medicación bastan para resolver el fondo de la pandemia. Se requiere conciencia, apremia el autor de Miradas forasteras al arte popular mexicano.

"Si pudiera el mundo ver con una bola de cristal cómo va a estar en 100 o en 300 años si no cambiamos, estoy seguro que cambiábamos en una generación, pero no hay bola de cristal. Lo que tiene que haber es una conciencia derivada del raciocinio y también de algo que implica no solo la mente, sino la ética, la moral, porque cuando los grandes industriales pueden ganar menos contaminando mucho menos, no optan por ello. Prefieren ganar a lo máximo y no les importa el efecto de la contaminación. Entonces hace falta una elevada dosis de conciencia social".

Politizar la pandemia

Históricamente las pandemias han sido politizadas por sectores como el clero, documenta José N. Iturriaga.

"En mi libro vemos cómo, desde el Siglo 16, siempre que había una epidemia no faltaban los predicadores, los sacerdotes que achacaban las epidemias a los pecados de la gente. Esta politización de la iglesia no es sorprendente, pues en aquellas épocas la religión trataba de buscar alguna explicación y la atribuía a los pecados.

"Lo que sí me sorprende mucho y no le encuentro explicación razonable es que en pleno Siglo 21, en marzo del 2020, un obispo mexicano en su homilía dominical dijera que Covid-19 es un castigo contra la homosexualidad y otros pecados de la gente".

Otro tipo de politización se relaciona con el desempeño de las autoridades, señala.

"Es muy importante tener presente que las autoridades de cualquier parte del mundo y de cualquier nivel se encuentran en un dilema terrible. Por un lado, la necesidad de establecer medidas sanitarias muy importantes para el control de una epidemia. Entre más rigurosas y obligatorias sean esas medidas sanitarias, son más efectivas y frenan la epidemia. Pero también entre más rigurosas y obligatorias provocan más ira en la gente, más animadversión y más ataques".

Refiere el ejemplo de Bolonchenticul, en Campeche, única población sin muertos durante la epidemia de cólera en el México de 1833.

"El Alcalde decidió cerrar las puertas del municipio y no permitió que entrara ni saliera nadie. Quisieron asesinarlo, derrocarlo, enfrentó terribles protestas, pero pues fue el único municipio donde no hubo muertos" .

En pueblos cercanos, como Teabo, el 90 por ciento de la población murió.

Pensar el futuro

El autor de Historia de las pandemias en México invita a reflexionar sobre el proyecto de futuro al que aspiramos como sociedad y si la "normalidad" de injusticia social, contaminación y depredación es a la que debemos retornar.

"Esa es la cuestión que la pandemia y el encierro debe llevarnos a reflexionar para hacer una introspección sobre nuestro futuro", insta el autor.

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