¿Te sientes atrapado? Cinco consejos para manejar las transiciones de la vida

Los italianos tienen una expresión maravillosa de cómo nuestras vidas se vuelcan cuando menos lo esperamos: "el lobo en el cuento de hadas". Justo cuando la vida va a las mil maravillas, llega un demonio, un dragón, un diagnóstico, una reducción de personal. Justo cuando nuestro cuento de hadas parece hecho realidad, una cosa grande y aterradora amenaza con destruir todo a su alrededor.

Hoy, por primera vez en más de un siglo, todo el planeta se enfrenta al mismo lobo al mismo tiempo. Decenas de millones de nosotros hemos perdido empleos, o podemos estar reconsiderando nuestras carreras o dónde queremos vivir. Estamos reconsiderando cómo cuidar a nuestras familias. La forma en que hacemos frente a tales cambios se denomina “transición de vida”, y aprender a dominar estos períodos desafiantes puede ser la habilidad vital más esencial que cada uno de nosotros necesita en este momento.

1. Comienza con tu superpoder de transición

Una vez que ingresas a una transición, a menudo te sientes caótico y fuera de control o lento y atrapado en tu lugar. Para empezar, las transiciones tienen tres fases. Las llamo "el largo adiós", en el que lloras al viejo tú; "El medio desordenado", en el que abandonas los hábitos y creas otros nuevos; y "el nuevo comienzo", en el que desvelas tu nuevo yo. Estas fases no necesitan suceder en orden. Cada persona tiende a gravitar hacia la fase en la que son mejores (tu superpoder de transición) y se estanca en la que es más débil (tu kriptonita de transición).

2. Identifica tus emociones

Después de un año brutal en el que perdió su trabajo en Hollywood, Lisa Rae Rosenberg tuvo 52 citas y saltó desde un avión en paracaídas. "Tenía un miedo terrible a las alturas, y pensé, si puedo resolver esto, puedo resolver cualquier cosa", dijo. Un año después se casó y tuvo un hijo. Otras personas cantan, bailan, abrazan, se tatúan, entran al gimnasio, se cambian de nombre.

Los gestos ritualistas como estos son especialmente efectivos durante el largo adiós, ya que son declaraciones, para nosotros mismos y para los demás, de que hemos pasado por un cambio y estamos listos para lo que viene después.

3. Desecha algo

Una vez que entramos en el medio desordenado, nos deshacemos de cosas: mentalidades, rutinas, delirios, sueños. Al igual que los animales que mudan cuando entran en una nueva fase, desechamos partes de nuestra personalidad o malos hábitos.

El derramamiento es una forma de eliminar algunas partes no deseadas de nuestras vidas para dar paso a las nuevas partes por venir.

4. Prueba algo creativo

En un patrón que no vi venir, un número notable de personas que entrevisté recurrieron a la creatividad mientras experimentaban los cambios en sus vidas. Comienzan a bailar, cocinar, pintar; escriben poemas, notas de agradecimiento, entradas en el diario.

En el momento de mayor caos, responden con la creación. Lo que la gente parece anhelar de estos actos es lo que la creación ha representado desde los albores del tiempo: un nuevo comienzo.

5. Reescribe tu historia de vida

Una transición de vida es fundamentalmente un ejercicio de creación de significado. Es una ocasión autobiográfica, en la que estamos llamados a revisar y volver a contar nuestras historias de vida, agregando un nuevo capítulo en lo que encontramos significado a nuestro terremoto. El terremoto en sí mismo puede haber sido positivo o negativo, pero la historia que contamos al respecto tiene un final que es optimista y prospectivo.

No podemos evitar que los lobos interrumpan nuestros cuentos de hadas, y eso está bien. Porque si desterras al lobo, desterras al héroe. Y si hay una cosa que he aprendido es que todos debemos ser el héroe de nuestra propia historia.