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Salud
lunes, 25 septiembre 2023 | 08:28
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Ciudad de México.- Gracias a una apuesta por demás inédita para esta Administración, con una millonaria inversión de por medio, en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) están "como niño con juguete nuevo".
"Y ya queremos jugar con él", dice en entrevista telefónica el profesor investigador Christian García Sepúlveda, responsable en dicha universidad del Laboratorio de Genómica Viral y Humana, que ahora añade a su nombre las siglas BSL-3 por la instalación de alta contención biológica con nivel de bioseguridad 3 que acaban de integrar.
Una suite que viene a potenciar las capacidades de un laboratorio con reconocida experiencia en investigación biomédica con diferentes tipos de virus: los transmitidos por sangre (VIH, hepatitis B y C); por artrópodos, principalmente mosquitos (dengue, Zika, chikungunya, virus del Nilo Occidental), y patógenos emergentes como hantavirus, betacoronavirus silvestres y, por supuesto, SARS-CoV-2.
"A raíz de las preocupaciones del Gobierno por descentralizar y estar en mejores capacidades de responder a futuras contingencias sanitarias, se brindó un proyecto por asignación de Estado, un proyecto estratégico federal a través del Conahcyt, para poder adecuar nuestras instalaciones", explica García Sepúlveda, doctor en inmunogenética y biología molecular.
"(La pandemia de Covid-19) nos catalizó las posibilidades de acceder a fondos grandes, y por grandes me refiero a bastantes millones de pesos, para poder fortalecer esta infraestructura", agrega el científico, refiriendo una inversión de alrededor de 40 millones de pesos aportados en su totalidad por el Conahcyt.
Esto fue lo que permitió realizar este proyecto integral y de acuerdo con los requerimientos de diseño de Estados Unidos, cumpliendo con todos los criterios de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de aquella nación para funcionar como una instalación BSL-3. Algo ya, prácticamente, certificado.
"Ese papelito nos lo acaban de dar hace unas semanas. Estamos muy orgullosos porque en un año la infraestructura cambió radicalmente", celebra García Sepúlveda, impaciente por echar a andar esta "nave espacial", mas todavía falta el acto oficial de inauguración con las autoridades de la UASLP y del Conahcyt, encabezado por María Elena Álvarez-Buylla.
"Tenemos que esperar el protocolo, porque una vez que empecemos a trabajar nadie vuelve a entrar a la instalación, pues necesitas estar entrenado en bioseguridad para poder ingresar".
¿Para qué sirve?
El nuevo Laboratorio de Genómica Viral y Humana BSL-3, con cerca de 300 metros cuadrados de extensión y dividido en dos partes -la antigua sección BSL-2 y la recién integrada-, ahora podrá manipular virus de mucho mayor riesgo.
"Tenemos la posibilidad de trabajar en otras cosas que antes no nos atrevíamos por el riesgo biológico que implicaba; con virus exóticos, cosas raras", remarca García Sepúlveda.
"Lo importante de la BSL-3 es que es como si fuera un tupperware gigante, o sea, está herméticamente sellado todo, completamente; paredes, techos, pisos están termofusionados. Todo se adecuó".
Aunado a este diseño, la suite cuenta con toda una serie de sofisticados instrumentos e infraestructura que garantizan la bioseguridad. Sistemas que mantienen el laboratorio a una presión negativa, máquinas para una descontaminación profunda al grado de la esterilización, y varios filtros de Aire Particulado de Alta Eficiencia (HEPA, por sus siglas en inglés).
"Además de la esterilizadora, también compramos un equipo que realmente nos enorgullece mucho, que es un equipo de descontaminación de áreas físicas por vapor de peróxido de hidrógeno. Es un robotito del tamaño de, ¿qué te gusta?, un refri, que tiene la capacidad de descontaminar todo el laboratorio de manera periódica", detalla el investigador a cargo.
"Este vapor de peróxido de hidrógeno tiene la bondad de que es compatible con instrumentos electrónicos, ópticos, con todo tipo de plásticos, metales, etcétera", continúa. "Podemos incluso llevárnoslo y rentárselo a instituciones hospitalarias para la descontaminación de quirófanos, áreas clínicas, unidades de aislamiento u otros laboratorios que están trabajando con material biológico".
Todas estas mejoras y aditamentos -algunos cuyo correcto funcionamiento es monitoreado por los propios proveedores desde países como Alemania, España o Corea- permitirán al laboratorio perteneciente a la Facultad de Medicina de la UASLP llevar a cabo esfuerzos tan importantes como el desarrollo de ensayos clínicos y participar en la generación de vacunas.
"Ahora va a tener la capacidad de poder realizar estudios de diagnóstico, estudios epidemiológicos, estudios experimentales de patógenos peligrosos o nuevos", detalla, por su parte, Andreu Comas García, académico de la universidad y colaborador de este proyecto.
"Nos puede servir, por ejemplo, para hacer estudios experimentales en ratones o en células para estudiar la fisiopatología de enfermedades; para estudiar algún desarrollo, fármacos, vacunas en estos animales, en un ambiente controlado y seguro", añade el maestro en ciencias de la salud con especialidad en enfermedades infecciosas y doctor en ciencias.
Inyectar recursos a los laboratorios con experiencia en patógenos para ser capaces de responder a brotes inesperados, lo cual ahora dota de una gran ventaja a la región noreste del País, es algo por lo cual García Sepúlveda ya pugnaba cuando la amenaza del Covid-19 aún parecía una amenaza lejana (REFORMA, 09/02/2020).
Sólo hizo falta que se comprobara la gravedad de una situación así para que las autoridades escucharan tal exhorto y actuaran en consecuencia.
"Afortunadamente, por primera vez, debo de decirlo, contamos con el apoyo del Gobierno para lograrlo. Nunca se había visto esto, siempre todo era centralizado, siempre era el InDRE o los Institutos de Salud, nunca una universidad, obviamente; nunca instituciones que no pertenecieran al Gobierno", destaca García Sepúlveda.
"Y gracias, definitivamente, al apoyo que me brindó la institución, la UASLP, porque era un proyecto tétrico desde el punto de vista financiero; se tenía que ejercer en meses el dinero y se tenía que licitar, hacer todo administrativamente correcto", prosigue. "(Nos benefició) la experiencia de trabajar con patógenos y el hecho de que la UASLP es un hub de investigación biomédica importante a nivel nacional, incluso internacional".
'Que no sea un elefante blanco'
Listo el nuevo laboratorio BSL-3 en la UASLP, a la espera únicamente del corte de listón, lo siguiente será empezar a trabajar, en buena medida propiciando una serie de colaboraciones con otras instituciones académicas, científicas y hasta particulares.
"Las instalaciones tienen que poderse rentar -porque esto tiene que ser sustentable- a la industria farmacéutica, a la industria involucrada en el desarrollo de vacunas, en el desarrollo de ensayos diagnósticos, etcétera", adelanta García Sepúlveda.
"Definitivamente, esto debe de ser del provecho no sólo de la región, sino a nivel nacional", subraya el responsable del laboratorio, consciente y seguro, como otros de sus colegas, de la inminencia de nuevas contingencias sanitarias. "Son muy pocas instalaciones las que pueden hacer lo que podemos hacer ahora".
Dada tal insuficiencia de laboratorios de este tipo en México, García Sepúlveda espera que haya por parte de las autoridades, cuando menos, continuidad; "esperemos que los próximos Gobiernos también estén conscientes de la necesidad y la importancia de mantener estas instalaciones".
"Una cosa es construir (espacios) y otra cosa es mantenerlos, que no se conviertan en elefantes blancos; que no se pierda el interés, sobre todo de instituciones gubernamentales que pueden aportar financiamiento.
"Porque las universidades están pasando por muy mal momento en cuanto a dineros", lamenta el académico de la UASLP. "Y la única manera de acceder a fondos que nos permitan asegurar la vida de estas instalaciones tan importantes para la comunidad mexicana es a través de presupuestos federales".
Para Comas García, ahora mismo haría falta que el Laboratorio de Genómica Viral y Humana BSL-3 entable una colaboración formal con otros laboratorios e institutos como el de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) o el Nacional de Medicina Genómica (Inmegen), así como con el Consorcio de Vigilancia Genómica (CoViGen-Mex).
"Lo que necesitamos son vinculaciones formales a través de un plan estratégico nacional para la prevención, detección temprana y manejo de emergencias epidemiológicas, brotes y pandemias. Eso es lo que necesitamos", resalta.
"Muchas veces el InDRE está supeditado a lo que diga el Secretario o el Subsecretario de Salud", ilustra. "Entonces, creo que formalizar todo a través de un plan evitaría que los cambios y vaivenes políticos afecten el funcionamiento de estos sistemas".
Finalmente, Comas García también recalca la importancia de que Conahcyt vuelva a financiar proyectos de investigación dentro de todo este espectro, así como la articulación con el Gobierno estatal y municipal, con la iniciativa privada y hasta con financiamientos internacionales.
"Aquí el trabajo de Christian como gestor de proyectos (para el nuevo laboratorio) va a ser muy importante para no convertirse en un elefante blanco, que es costoso su mantenimiento. Tiene que estar produciendo y tiene que estar haciendo.
"Esto no es: 'Ya se montó, y entonces la Universidad se queda parada'. No, hay que sacarle jugo; yo no compro un carrazo para dejarlo en la cochera", compara Comas García.
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