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Salud

La generación de los chaparritos: pediatra

Dejará además problemas de obesidad y trastornos cardiacos, advierte especialista

De la Redacción
El Diario

miércoles, 23 septiembre 2020 | 06:00

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Chihuahua– La pandemia provocada por la presencia del virus del SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad del Covid-19, dejará niños con problemas de crecimiento, obesidad y trastornos cardiacos si los padres no hacen nada al respecto, informó la doctora Maricela Loya, especialista endocrinóloga pediatra.

La galena comentó que ésta podría ser una generación de “chaparritos y chaparritas”, además de “gorditos” y con mayor probabilidad de enfermedades cardiovasculares, presión alta, infartos a edades tempranas, hígado graso y alteración de las grasas de la sangre, entre otras.

Lo anterior debido a que durante esta cuarentena, un sector de la población que ha resultado notablemente afectado por el cambio de vida ha sido el infantil, ya que expertos alertan que el sedentarismo, la alteración en los horarios de sueño-vigilia, el uso de dispositivos electrónicos por tiempo prolongado y una alimentación deficiente pueden crear las condiciones propicias para restar centímetros al crecimiento de los niños.

Agregó que tanto niños como adolescentes han tenido que cambiar drásticamente sus hábitos de vida, ya que dejaron de asistir a la escuela y de disfrutar de los juegos al aire libre con sus amigos o compañeros, lo que, aunado al estrés y ansiedad que el encierro ocasiona en los menores, contribuye a frenar su crecimiento y desarrollo normales.    

En este sentido hizo un llamado a los padres de familia a poner más atención en el crecimiento de sus hijos durante la cuarentena; éste depende en parte importante de los hábitos y la disciplina que tengan. Como el crecimiento infantil es regulado por muchos factores, se recomienda a los padres vigilar que sus hijos mantengan buenos hábitos en cuanto a actividad física, alimentación y sueño.  

“Si como padres hacemos que se duerman a la misma hora cuando iban a la escuela, coman a la misma hora, hacemos un esquema de actividad similar o mejor cuando no estábamos en contingencia, entonces nuestra vida debería de mejorar y no empeorar, por lo cual hay que procurar llevar una buena alimentación, realizar actividad física y controlar el tiempo que están en pantalla nuestros hijos”, aclaró la doctora.

Asimismo, dijo que en este confinamiento los niños no pueden jugar al aire libre, nadar, correr, andar en bicicleta o realizar cualquier actividad que por lo general solían hacer con regularidad, por lo cual la falta de actividad física pone freno al crecimiento normal de los niños. Por este motivo, es recomendable que los padres motiven a sus hijos a que hagan al menos, entre 40 y 50 minutos de ejercicio diariamente, lo que además de estimular el crecimiento, es clave para una buena salud mental.

“En estos días de cuarentena es común ver a los niños sentados frente a dispositivos electrónicos como tabletas o teléfonos celulares, lo que les resta mucha movilidad. Para resolver este problema, los padres tienen que establecer horarios para que sus hijos lleven a cabo todas sus actividades del día en forma regular, se recomienda que los menores de dos años nada de aparatos electrónicos, de 2 a 4 años una hora al día, más de 4 años no más de dos horas”, mencionó la doctora Loya.

En el caso de los menores que están llevando a cabo clases virtuales, menciona que se recomienda que los padres de familiar levante al niño cada hora y con una actividad física de al menos diez minutos, señaló la especialista.

Asimismo, mencionó que la afición a los videojuegos altera los horarios de sueño de los niños y que esto puede restar centímetros en su crecimiento. Existe el mito de que si un niño se desvela con los videojuegos y va a dormir a la 1:00 o 2:00 horas, su sueño será reparador si se levanta a las 11:00 o 12:00 horas, lo cual es una creencia errónea. 

“Mientras más horas pase el niño dedicado a los videojuegos u otros dispositivos electrónicos y se desvele en forma habitual, menos centímetros va a crecer, ya que el 70 por ciento de la hormona del crecimiento se libera entre las 10 de la noche y las 6 de la mañana, siempre y cuando los niños estén dormidos”, dijo.

Aclaró que una dieta saludable también es vital para que el crecimiento y desarrollo del niño sean óptimos, la cual debe incluir proteínas, carbohidratos y grasas de buena calidad, abundantes frutas y verduras, además de evitar el consumo excesivo de grasas saturadas, azúcares, carbohidratos y alimentos procesados o industrializados, y siempre ir de la mano con las indicaciones del pediatra.

En cuanto al crecimiento, Maricela Loya mencionó que en un esquema de crecimiento normal, en estos seis meses de confinamiento los niños pudieron haber crecido 1.5 centímetros. En la adolescencia el ritmo de crecimiento se acelera habitualmente.

Agregó que los padres pueden medir el crecimiento de sus hijos en algún muro de la casa y cuando llegue el momento de regresar a la escuela, el crecimiento o la falta de él podrá ser comparable con el de sus compañeros y será más notable. 

Además señaló que para identificar si existe un problema con el crecimiento del niño, es importante conocer los estándares de un crecimiento normal. Existe una guía que se conoce como la “regla de los cinco” que señala los rangos de crecimiento para un niño sano, los cuales son: Del nacimiento a 1 año: 25 centímetros; de 1 a 4 años: 10 centímetros por año, y a partir de los 4 años y hasta la pubertad: 5 centímetros por año.

Recalcó la importancia de que, si notan que su hijo no crece de manera normal, los padres consulten al endocrinólogo pediatra antes o al inicio de la pubertad, lo que permitiría estar a tiempo de tratar la deficiencia en la hormona de crecimiento, para lo cual se utiliza somatropina, cuya estructura es idéntica a la producida naturalmente por el ser humano y con los mismos efectos. 

Los padres deben cuidar los buenos hábitos de los niños, con seguimiento pediátrico, y estar al pendiente de las deficiencias en el crecimiento para que reciban tratamiento oportuno, finalizó la endocrinóloga pediatra. (Bernardo Islas / El Diario)

bislas@diarioch.com.mx

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