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Salud
martes, 07 junio 2022 | 06:00
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Nueva York.– Fue un ensayo pequeño, sólo 18 pacientes con cáncer de recto, cada uno de los cuales tomó el mismo medicamento.
Pero los resultados fueron asombrosos. El cáncer desapareció en todos los pacientes, indetectable por examen físico, endoscopia, tomografías PET o resonancia magnética.
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El doctor Luis A. Diaz Jr., del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, autor de un artículo publicado el domingo en el New England Journal of Medicine que describe los resultados, que fueron patrocinados por la compañía farmacéutica GlaxoSmithKline, dijo que no conocía ningún otro estudio en que un tratamiento eliminó por completo un cáncer en cada paciente.
“Creo que ésta es la primera vez que esto sucede en la historia del cáncer”, dijo Diaz.
El doctor. Alan P. Venook, especialista en cáncer colorrectal de la Universidad de California en San Francisco, que no participó en el estudio, dijo que también pensaba que era una novedad.
Una remisión completa en cada paciente es “inaudito”, dijo.
Estos pacientes con cáncer de recto se habían enfrentado a tratamientos agotadores: quimioterapia, radiación y, muy probablemente, cirugía que les cambiaría la vida y que podría provocar disfunción intestinal, urinaria y sexual. Algunos necesitarían bolsas de colostomía.
Entraron al estudio pensando que, cuando terminara, tendrían que someterse a esos procedimientos porque nadie realmente esperaba que sus tumores desaparecieran.
Pero se llevaron una sorpresa: no fue necesario ningún tratamiento adicional.
“Hubo muchas lágrimas de felicidad”, dijo la doctora Andrea Cercek, oncóloga del Centro de Cáncer Memorial Sloan Kettering y coautora del artículo, que se presentó este domingo en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica.
Otra sorpresa, agregó Venook, fue que ninguno de los pacientes tuvo complicaciones clínicamente significativas.
En promedio, uno de cada cinco pacientes tiene algún tipo de reacción adversa a medicamentos como el que tomaron los pacientes, dostarlimab, conocidos como inhibidores de puntos de control. El medicamento se administró cada tres semanas durante seis meses y costó alrededor de 11 mil dólares por dosis. Desenmascara las células cancerosas, lo que permite que el sistema inmunitario las identifique y las destruya.
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