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Salud

Cada vez hay más hongos peligrosos

Las infecciones por Candida auris se han disparado en diversos puntos de Estados Unidos. Los científicos creen que el cambio climático podría ser el culpable

Associated Press

lunes, 28 agosto 2023 | 12:40

Tomada de Internet

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Seattle- En 2016, los hospitales del estado de Nueva York identificaron una infección fúngica rara y peligrosa que nunca antes se había encontrado en Estados Unidos. Los laboratorios de investigación se movilizaron rápidamente para revisar especímenes históricos y descubrieron que el hongo había estado presente en el país desde al menos 2013.

En los años transcurridos desde entonces, la ciudad de Nueva York se erigió en la zona cero de las infecciones por Candida auris. Y hasta 2021, el estado registró el mayor número de casos confirmados.

Candida auris es una amenaza para la salud pública emergente a escala mundial que puede causar enfermedades graves, como infecciones del torrente sanguíneo, de heridas y respiratorias. 

Candida auris es un riesgo especial en los entornos sanitarios para las personas que ya tienen problemas médicos graves.

El año pasado, la mayoría de los casos se detectaron en Nevada y California, pero el hongo se identificó clínicamente en pacientes de 29 estados.

 El estado de Nueva York sigue siendo uno de los principales focos.

Explosión repentina

Una de las principales teorías sobre la repentina explosión de Candida auris, que no se había detectado en humanos hasta 2009, es el cambio climático.

Los seres humanos y otros mamíferos tienen temperaturas corporales más cálidas que las que pueden tolerar la mayoría de los hongos patógenos, por lo que históricamente han estado protegidos de la mayoría de las infecciones.

 Sin embargo, el aumento de las temperaturas puede permitir que los hongos desarrollen tolerancia a entornos más cálidos y, con el tiempo, los seres humanos pueden perder la resistencia. Algunos investigadores creen que esto es lo que ya está ocurriendo con Candida auris.

El patógeno surgió espontáneamente hace 14 años en tres continentes, en Venezuela, India y Sudáfrica. 

El experto en enfermedades fúngicas Arturo Casadevall, microbiólogo, inmunólogo y profesor de la Universidad Johns Hopkins, dijo que esto era desconcertante, porque los climas de estos lugares son muy diferentes.

Según Meghan Marie Lyman, epidemióloga médica de la sección de enfermedades micóticas de los CDC, cuando Candida auris empezó a propagarse, los casos estaban relacionados con personas que habían viajado a EE.UU. desde otros lugares. 

Ahora, la mayoría de los casos se adquieren localmente, generalmente entre pacientes de centros sanitarios.

En Estados Unidos, el año pasado se diagnosticaron 2.377 casos clínicos confirmados, un aumento de más del 1.200% desde 2017. 

Pero Candida auris se está convirtiendo en un problema mundial. En Europa, una encuesta del año pasado encontró que el número de casos casi se duplicó de 2020 a 2021.

“El número de casos ha aumentado, pero también la distribución geográfica”, dijo Lyman. 

Señaló que, si bien las pruebas de detección y la vigilancia han mejorado, el aumento vertiginoso de las cifras de casos refleja un verdadero incremento.

En marzo, un comunicado de prensa de los CDC señalaba la gravedad del problema, citando la resistencia del patógeno a los tratamientos antifúngicos tradicionales y el alarmante ritmo de su propagación. 

Las agencias de salud pública se centran principalmente en estrategias para mitigar urgentemente la transmisión en los entornos sanitarios.

“Es una especie de incendio activo que intentan apagar”, afirmó Lyman.

El Dr. Luis Ostrosky, profesor de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina McGovern de UTHealth Houston, cree que Candida auris es “una especie de escenario de pesadilla”.

“Es un patógeno potencialmente multirresistente con la capacidad de propagarse de manera muy eficiente en los entornos sanitarios”, dijo. 

“Nunca habíamos tenido un patógeno como éste en el ámbito de las infecciones fúngicas”.

Casi siempre es resistente a la clase más común de medicamentos antifúngicos, y a veces también es resistente a otro medicamento utilizado principalmente para las infecciones fúngicas graves por catéter en los hospitales.

“Me he encontrado con casos en los que me siento con la familia y les digo que no tenemos nada que funcione para esta infección que tiene su ser querido”, explica Ostrosky.

Candida auris no sólo es difícil de tratar, sino también de diagnosticar. Es muy poco frecuente y muchos médicos desconocen su existencia.

Los síntomas comunes de la infección incluyen sepsis, fiebre y presión arterial baja, que pueden tener muchas causas. 

El hongo se diagnostica con un análisis de sangre. 

La sangre se coloca en un medio rico en nutrientes para permitir que cualquier organismo infeccioso crezca y sea más detectable.

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