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Opinión

¿Y ahora qué sigue?

La pregunta obligada cuando se está a semanas de que el gobernador Corral se vaya y Maru Campos asuma la gubernatura es: ¿Y ahora qué sigue? Y en eso está todo Chihuahua

José Díaz López
Analista

sábado, 19 junio 2021 | 06:00

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La pregunta obligada cuando se está a semanas de que el gobernador Corral se vaya y Maru Campos asuma la gubernatura es: ¿Y ahora qué sigue? Y en eso está todo Chihuahua.

Sin duda Maru Campos llega a la asunción del poder, en posición no tan fuerte, pese a los resultados electorales, pues los problemas que enfrentará en su gestión… apenas empiezan. Habida cuenta de que los resultados electorales, al concretarse no tomaron en cuenta los grandes problemas que tiene Chihuahua ni a las propuestas serias e inteligentes para resolverlos, sino que los votos se dieron guiándose principalmente en el miedo, hiperexplotado, en la propaganda y distribuido intensamente en las redes sociales. 

Ahora sí empezará a asentarse la estigmatización de “chairos” y “fifís”, en la complejísima realidad de Chihuahua y la extensa agenda de los problemas principales que deberán resolverse. 

El horizonte del gobierno de Maru Campos, tiene muchos nubarrones y tormentas en el camino. Los problemas que deberá resolver, pues a ello se comprometió principalmente son: la falta de agua y la sequía en todo el Estado, desempleo, combate a la pandemia con todas sus nefastas consecuencias, atraer inversiones públicas y privadas para el desarrollo económico, y dinero para empezar el Plan de Gobierno y enfrentar el pago usurero de los créditos bancarios por la gigantesca deuda que le hereda, la irracional e inadmisible quiebra del Estado por la desidia para trabajar de Corral. Cualquiera con sentido común puede ver que el destino inicial del dinero y del gobierno de Maru Campos, está en manos de los requerimientos de la usura de los banqueros. ¡Enorme fragilidad de la gobernadora!

En números redondos, el gobierno de Corral debe aprox. 55 mil millones de pesos a los bancos. Y dentro de unos días Corral será recibido por el presidente AMLO, para pedirle, “entre otras cosas”, mil millones, para pagar parcialmente a deudores y para el gasto corriente de la salida hasta septiembre.  

La pregunta es, de esos mil millones que pide Corral a AMLO, ¿cuántos le va a dejar a Maru Campos para empezar el gobierno mientras llega en enero el nuevo presupuesto?

Otro problema que acompañará todo su sexenio a Maru Campos será la ausencia de un combate enérgico a la corrupción, cuya sombra la seguirá como su imagen durante todo su gobierno. El fuero será la “manzana envenenada” para la imagen de la gubernatura que empezará el 8 de septiembre. Aunado a que el interés expreso de la gobernadora no es perseguir la corrupción del que se va, para “no perder el tiempo en persecuciones estériles”.  Como se puede percibir, la debilidad moral legal y política con la que se inicia el gobierno es  mucha. 

Y obvio que ni Loera ni Morena ni ¿la UIF? van a soltar esas debilidades. 

Otro problema, y programa de acción nacional, es la de convertirse en la líder nacional para oponerse, combatir y acabar con las políticas “populistas” que en el discurso de su campaña representan un “peligro para México” y que ahuyentan las inversiones privadas y extranjeras, como lo son los programas sociales de la 4T y las reformas energéticas. Constituirse en la opositora nacional más enérgica para frenar las políticas “populista” en Chihuahua y México. E igualmente asumir como políticas del Pan de Gobierno las demandas ideológicas de la Iglesia local como son contra los matrimonios igualitarios, las del antiaborto etc., y las demandas ideológicas de Gilberto Lozano de hacer de Chihuahua el estandarte, el último bastión de México contra “el comunismo que viene de Venezuela y de Bolivia y de Rusia etc.”,  habida cuenta de que el grupo FRENA está enquistado en el PAN estatal y cuyas banderas se están convirtiendo  en programas a seguir “a carta cabal”, según el discurso de gobierno de Bonilla y de Maru Campos. 

Obviamente el PRI y el PRD tratan de cobrar la factura de sus declinaciones, o con la argucia de aportarle “más de 95 mil votos” a Maru Campos; exigiendo posiciones en el gabinete. 

Otro problema: Obviamente los que se acercaron en busca de trabajo a las campañas de Bonilla y Maru Campos, deberían estar llenos de zozobras, porque no habrá suficientes plazas laborales para todos. Mejor que sean realistas y le busquen por otro lado. Solo habrá trabajo para los nuevos Secretarios y de algunos directores. Lo demás está ocupado. Recordemos que las plazas laborales de la administración estatal y municipal están ocupadas por empleados panistas, mismos que trabajaron electoralmente para Bonilla y a Maru Campos. Por lo tanto, hay que pagarles el favor con seguir trabajando a esa burocracia media y baja de esos gobiernos. En sana lógica, no puede ni habrá despidos, pero tampoco trabajo para los nuevos. Por lo tanto la presión de los que entraron a las campañas del PAN en busca de trabajo, se van a quedar con las ganas.

Por supuesto que existen muchos problemas a enfrentar y resolver al inicio de un gobierno, pero a este se le cargaron muchos como continuidad de problemas viejos.

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