Opinión

Vuelve el fantasma de la inseguridad

No han terminado de cerrar las heridas de la cruenta guerra que se suscitó del 2008 al 2012 en el país

Víctor Guzmán
Académico

miércoles, 19 junio 2019 | 06:00

No han terminado de cerrar las heridas de la cruenta guerra que se suscitó del 2008 al 2012 en el país y sobre todo en nuestra Ciudad Juárez. La mayoría de la población local fue tocada de manera directa o indirecta en algún suceso de violencia, o por lo menos presenció algún hecho relacionado.

Llegando las 9 de la noche, las calles se mantenían vacías, las compras y demás actividades cotidianas se realizaban a la luz del día. Los salones nocturnos de diversión, solos, algunos “quebraron” por la ausencia de clientes, al igual que los restaurantes. El miedo era latente de estar en medio de una refriega, o de ser asaltado. Se percibía un temor generalizado.

Locales comerciales, no pudieron pagar el llamado cobro de piso y cerraron, otros se fueron  antes que esto les ocurriera. Los secuestros arreciaron. Las llamadas telefónicas de extorsión eran comunes. Una ciudad fantasma de noche, que más se atemorizaba encerrada a piedra y lodo viendo los noticieros locales, que ofrecían cruentas imágenes que sólo erizaban la piel y más miedo propiciaban. 

El cifrar los números de los muertos, es repetir los números oficiales, pero faltarían una cantidad de decesos que no se contabilizaron por diversos motivos, además de múltiples personas no localizadas.

Vemos nuevamente la escalada de violencia, la población comienza otra vez a incomodarse, los comentarios de calle y pasillo empiezan a tomar la misma temática de miedo. Los estudiantes universitarios con temor al salir de clases después de las 9 pm.

Necesitamos una ciudad en paz, de progreso, alentadora para continuar como una de las entidades más importantes del país. Paso del Norte, así llamada desde sus inicios, ofrecía a los visitantes un lugar para trabajar y mejorar sus condiciones de vida, espacios de diversión y oportunidades de prosperidad.

Y así debe continuar, una persona que viene de otro estado, aquí va a encontrar estabilidad laboral, con la seguridad que a más tardar en un año de trabajo formal, podrá acceder a una vivienda de carácter social que posiblemente le resulte más difícil adquirir en su lugar de origen. Además de becas de estudio que las mismas empresas ofrecen, para un mejor puesto a futuro y múltiples beneficios que obtendrá trabajando con entereza.

Juárez es una ciudad de migrantes nacionales, que llegaron con la finalidad de progresar, y la mayoría lo ha hecho, otros lo están logrando. Entidad multicultural, que abre sus brazos a todo aquel que llegue para sumar esfuerzos y lograr una entidad próspera para todos. Aquí nadie se muere de hambre. ¡Hasta los que no trabajan!

La sociedad debe cumplir su función en el desarrollo cabal de sus actividades, atender los reglamentos ciudadanos, cumplir con los pagos que le competen por vivir en una ciudad, como el predial, revalidación vehicular, al igual que los impuestos. Limpieza de la calle donde vive, entre otras obligaciones.

Y los representantes de la ley, deben percibir las necesidades de la ciudadanía, pero sobre todo atenderlas. Y una exigencia primordial es la seguridad y la extinción de la corrupción, que es la principal causa que ha provocado en toda la nación la pobreza existente hasta la fecha actual.

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