Opinión

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Unen sus pobrezas tío, sobrino y el tlatoani

Aunque han formado parte del paisaje político corralista durante los tres años y fracción de dicho régimen, los priistas exgobernadores Baeza llaman siempre al análisis cada que se aparecen en eventos del gobernador panista

LA COLUMNA
de El Diario

jueves, 12 diciembre 2019 | 06:00

• Unen sus pobrezas tío, sobrino y el tlatoani

• Ha faltado Corral 226 de 260 veces

• Fuera Adriana del organigrama priista

Aunque han formado parte del paisaje político corralista durante los tres años y fracción de dicho régimen, los priistas exgobernadores Baeza llaman siempre al análisis cada que se aparecen en eventos del gobernador panista, el tlatoani de Palacio de Gobierno.

Ya fueron debidamente digeridos aquellos momentos escandalizantes para la sociedad chihuahuense cuando quedó claro que los panistas perdonaron a los Baeza como actores y beneficiarios principales del supuesto fraude electoral de 1986.

Nadie hizo más pedacito sus venas en aquellos tiempos que el actual gobernador, Javier Corral y su padrino, Francisco Barrio Terrazas.  

Otro momento de bullicio y azoro fue cuando el capital baecista fue entregado a Corral para que ganara la gubernatura en el 2016 por mera venganza contra César Duarte y precaución frente a su entonces candidato a la gubernatura, Enrique Serrano.

Era en aquel tiempo natural que fueran vistos Fernando Baeza y su sobrino José Reyes Baeza en varios eventos de Corral tras su asunción a la gubernatura. Fue normal el primero y el segundo año.

Hoy es distinto. El martes aparecieron juntitos tío y sobrino en un evento público en Delicias (fotos en la versión digital) presidido por Corral Jurado. Fue el arranque de la construcción de una planta tratadora de aguas residuales donde los únicos no panistaas fueron ellos, los Baeza.

Es diferente porque estamos en la antesala del proceso electoral 2021 (arranca oficialmente en septiembre del año entrante) y todas las presencias y todas las ausencias de esta índole representan mensajes.

En este caso significa la relegitimación de los Baeza a su aliado Corral en momentos que éste toca casi fondo en desaprobación popular, pero también indica un deslinde claro de los propios Baeza hacia su partido, el Revolucionario Institucional, y sobre todo, un desdén innegable hacia su liderazgo formal en el estado a cargo de Omar Bazán Flores, quien ha librado una intensa guerra contra la administración blanquiazul sin apoyo de los tricolores que abandonaron el barco tras amasar fortunas impresionantes.

Es muy exiguo ya el capital de los Baeza (el capital político). Reyes perdió primero y segundo lugar en la contienda 2016 por el Senado. Su aparición en Delicias, en estos momentos, indica que mantendrán unida esa pobreza con la indigencia político-electoral del gobernador y obligarán a panistas y priistas a repensar sus estrategias internas de cara precisamente al 2021.

Son aves de mal agüero para cualquier proyecto.

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Mal parado salió Chihuahua en el Diagnóstico de Seguridad de las Entidades Federativas que muestra la intensidad de las condiciones de violencia que se viven en el país y el papel que desempeñan las corporaciones policiales.

Nada raro si se considera que desde su primer año de gobierno –y aun con el aumento de la violencia– Corral ha hecho oídos sordos a las voces de los principales sectores que le demandan cambios de fondo en las estrategia de la Fiscalía y remoción de sus titulares principales.

La seguridad no parece importarle. Así lo deja ver el estudio y la estadística presentada por el Gobierno federal que, en uno de sus apartados, evalúa también el interés de los gobernadores en cuanto a participación en las Mesas de Coordinación Estatal para la Construcción de la Paz.

Mientras que mandatarios como el de Ciudad de México, Chiapas, San Luis Potosí o Tlaxcala tienen una asistencia récord, Javier Corral solamente ha acudido a 34 de las 260 sesiones que se han realizado a lo largo de este año que se acaba.

Las razones de la inasistencia se desconocen, porque a lo largo de su mandato Corral ha demostrado que sabe usar la flotilla área del Estado cuando de viajar se trata, y también que tiempo le sobra para disfrutar de sus deportes-pasatiempo favoritos: el golf y el tenis.

Ese marcado desinterés en la definición de estrategias conjuntas, entre el Gobierno estatal y el federal se ve reflejado en los resultados del diagnóstico.

Chihuahua quedó colocado entre los primeros lugares en materia de homicidios, se disparó el delito de secuestro y creció la desconfianza que los chihuahuenses tienen en la Policía Estatal y Ministerial. Sin afán de aturdir con los números, bastan algunos para corroborarlo. 

En el estado se cometieron dos mil 153 homicidios dolosos de enero a octubre de este año. Es decir un promedio de 71 por día. Juárez, Chihuahua y Cuauhtémoc se colocaron en la lista de las 50 ciudades con más ejecuciones del país.

Las calles se bañan de sangre a diario. Con hechos cada vez más violentos y jornadas en las que en menos de 48  horas se han contabilizado desde 15 hasta 29 muertos en la frontera, o en la capital.

Alarmante es también el crecimiento de los secuestros. Muchos de ellos con desenlaces fatales, como ha ocurrido en los casos en los que las víctimas han sido empresarios menonitas. Este año ese delito creció en un 62 por ciento.  

Además, en Chihuahua la delincuencia avanza mientras que decrece la confianza ciudadana en sus policías, agentes investigadores y encargados de la persecución del delito, debido a casos cada vez más frecuentes del involucramiento de esos elementos con el crimen.

Es una situación que poco parece importarle a la administración corralista. Sólo el 34 por ciento de sus policías está certificado. Es decir, la mayoría no ha sido sometida a las evaluaciones de confianza, desempeño, competencia, que son obligadas.

¿Será por ello que el 64 por ciento de la población no confía en la Policía Estatal bajo el fallido mando del comisionado Óscar Aparicio? La misma poca confianza se expresa contra la Fiscalía y la Policía Ministerial. El 59 por ciento de los chihuahuenses las ve como áreas llenas de corruptos.

El Diagnóstico de Seguridad de las Entidades Federativas es frío y crudo como dicen, será el invierno que se avecina, mientras que el temor ciudadano y el desinterés de los empresarios en materia de inversión crece al calor del avance de una criminalidad cuyo combate pareciera no ser prioridad para el Estado.

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La exdiputada juarense Adriana Fuentes Téllez fue vista ayer en la ciudad de Chihuahua, en reunión de pisa y corre con algunos de sus compañeros de grupo tricolor.

En la cafetería del hotel Mirador estuvo con Ricardo Espinoza, de Ojinaga; Jorge Gutiérrez Casas, de Juárez (el nuevo manager), así como con Jorge Neaves Chacón, de Chihuahua, y el exregidor y exdelegado federal, Fernando Martínez Sosa, entre otros.

Según ellos nomás se reunieron para ponerse al tanto de su vida, pues no han perdido comunicación y cada que pueden lo hacen. Pero traen la vista en el futuro y todos son activos políticos, hasta ahora formalmente del PRI, así que ni modo que nomás se hayan juntado a hablar del clima. Y menos con la “jefa Adriana”, como le dicen.

Lo extraño es que alrededor de la empresaria se habla de que se ha distanciado del partido, aunque hasta hace unas semanas se había visto en las reuniones. De hecho en noviembre, en la instalación del Consejo Político Municipal del PRI, fue invitada al presídium con los líderes, pero declinó la cortesía y prefirió quedarse entre los demás asistentes.

Más extraña que eso es su repentina desaparición del organigrama priista. Fue invitada por la dirigencia de Claudia Ruiz Massieu a encabezar la Secretaría de Vinculación Empresarial y Emprendimiento del PRI Nacional, pero a la llegada de Alejandro “Alito” Moreno la cartera quedó en blanco. 

Toda la estructura del CEN aparece llena, salvo ese espacio que tenía la empresaria, quien en la contienda por la dirigencia, sobra decirlo, se la jugó con el doctor José Narro, cuyo destino de todos es conocido.

Eso ha fortalecido la idea de que Fuentes rompió con el Revolucionario Institucional, aunque sin algo formal de por medio todavía, y que ahora está en la talacha de reagrupar a sus amigos con nuevos derroteros fuera del partido.

Así que su renovado activismo –quién sabe si a favor del PRI o de algún otro proyecto– desde luego que llamó la atención entre los tricolores de la capital.

Por cierto, más tarde Adriana Fuentes fue recibida por el gobernador Javier Corral y el secretario de Educación, Carlos González Herrera, a quienes presentó a la directiva de la Universidad Vizcaya de las Américas, que operará en Chihuahua y Juárez a partir de 2020.

Este proyecto ha sido impulsado por la exdiputada priista desde hace varios meses. Ya cuenta con un campus en la entidad, en Delicias. Sigue el de Juárez y posteriormente el de la capital.

Notas de Interés

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