Una semana para recordar

La gobernadora del estado, Maru Campos, anota en el palmarés de su gestión dos hechos destacados que refuerzan las expectativas de que puede ser un buen gobierno.

El acuerdo alcanzado con el gobierno de la república para destrabar el fuerte conflicto del agua con los productores de la región centro-sur de la entidad, fortalece las expectativas para el diálogo.

No sé puede entender el avance a la solución de dicho conflicto sin la voluntad de la presidencia de México a través de la Secretaría de Gobernación y del ánimo para resolverlo por parte de la administración de Campos Galván.

Seguramente con la venia de Adán Augusto, el encargado del gobierno de la 4T para asuntos internos del país, María Eugenia Campos destacó que los productores retiraban el bloqueo y que gobernación haría las gestiones necesarias para encontrar salida a los asuntos jurisdiccionales que tienen en la cárcel al líder de los agricultores.

Eventualmente conoceremos a detalle el documento suscrito por la gobernadora y el secretario de gobernación, sin embargo es prudente dejar pasar un tiempo para ver los efectos del acuerdo, como el caso de la liberación de Andrés Valles que, en todo caso, no será tan sencillo debido a la gravedad de las acusaciones que le imputa la FGR.

Sin lugar a duda este trascendente hecho augura mejores relaciones y coordinación entre el gobierno del estado y la federación, para que el Tratado de Aguas se cumpla, para que el vital líquido sea aprovechado por todos los habitantes de la región (no solo por un puñado de acaparadores del agua) y que lleguen los programas de apoyo al campo de ambos gobiernos

Queda de manifiesto que el oficio político de Maru Campos y el equipo de asesores cercano que la acompaña (Serrato, Cordero, Jáuregui, Vázquez, entre otros) marcan una enorme diferencia en la forma y fondo de atender los desafíos con relación a su antecesor.

Insisto en que el éxito del acuerdo depende de que se cumpla a cabalidad, porque solo así habrá asidero para reivindicar el diálogo y la confianza entre los dos órdenes de gobierno.

Por otra parte, la captura del líder criminal Francisco Javier 'A', 'El Jaguar', presunto responsable de la masacre contra la familia LeBaron, envía un mensaje de esperanza para recuperar los vastos territorios que controlan los grupos criminales en Chihuahua.

La detención del capo en el poblado La Norteña, del municipio de Madera, corrió a cargo de elementos de la SEDENA tras un enfrentamiento en la zona.

El “Jaguar” trajo asoleados por años a los habitantes de ese municipio serrano, donde provocó la muerte de decenas de personas, incendios y cometió otras ´linduras´.

La captura de este sujeto no garantiza que la tranquilidad se mantenga permanentemente en el municipio, eso va a depender de lo robusta y efectiva que sea la investigación para procesar el criminal, pero también es menester que las fuerzas del orden (local, estatal y federal) desmantelen la red de complicidades y activos que sostienen al grupo criminal, porque cualquiera puede sustituirlo y continuar con el legado ilícito.

Justo es reconocer que una parte de la fauna criminal que asedia varias regiones del estado ha sido desactivada. Todavía faltan muchos y mucho para recuperar nuestra tierra, pero es un avance.

Como haya sido, este segundo hecho es buena señal para que esta vez venga lo mejor.

Enhorabuena por la gobernadora y por el gobierno federal.

Es cuanto.