Opinión

Una inocencia interrumpida

Cada año enfrentamos el dolor de ver a 4.5 millones de niños y niñas en México siendo abusados, siendo violados...

Sarahí Esparza
Analista

sábado, 25 mayo 2019 | 06:00

Cada año enfrentamos el dolor de ver a 4.5 millones de niños y niñas en México siendo abusados, siendo violados y forzados a cometer actos de los que aún no son capaces, un tipo de acto que acaba con su infancia y aunque lo veamos y lo tengamos frente a nuestros ojos no somos capaces de enfrentar. Cada año vemos esta cifra crecer y aunque no es del todo exacta ya que sólo es denunciado 1 de cada 100 casos de abuso sexual en niños, esto nos ha colocado ante el mundo según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, como el país numero uno en abuso sexual contra niños y niñas, es un dato verdaderamente desgarrador y que desgraciadamente muchos seguimos permitiendo al pensar que nuestros hijos estarán bien en manos de alguien mas, aunque en la mayoría de los casos este abuso se cometa por parte de personas que forman parte del núcleo familiar de la victima ya sea por parte de un padrastro, de su padre biológico, de un tío, de un abuelo, un hermano, un primo, etc.

En México vivimos y luchamos contra un sistema de justicia penal y civil totalmente ineficaz, luchamos contra un Gobierno lleno de corrupción e impunidad, un gobierno que cuando hablamos y nos expresamos suele callarnos, esto ha provocado la revictimización de nuestros niños y con esto me refiero a que no solo son victimas del agresor sino también son victimas de nuestro sistema. A pesar de que México ocupa el primer lugar en este tipo de abuso, contamos con un presupuesto que es considerado como de los mas bajos para combatir este problema ya que según la Unicef, sólo el 1% del presupuesto que es designado cada año para la infancia se utiliza para apoyar con la prevención y protección del abuso sexual. Esta situación es claramente alarmante ya que es una de las causas importantes de muerte infantil en México y además es causa también de la deserción escolar, provocando grandes daños psicológicos y también incluye otro tipo de daños como violencia física, sexual, discriminación y abandono.

Sumándole a esta problemática 3.1 menores son asesinados cada día en nuestro país, además contamos con una cifra sumamente alta de 7 mil desaparecidos que no han podido ser localizados aun, también contamos con índices que señalan que cada 1 de 3 menores en la escuela son agredidos dentro de esta misma, además de que muchos de estos casos también están relacionados con el crimen organizado, y no dejamos de lado que la trata de blancas es un problema que existe en nuestro país pero que lamentablemente hemos estado ignorando por décadas ¿Qué estamos haciendo?, sigo insistiendo con lo mismo ¿Qué hace nuestro Gobierno? ¿Qué hace nuestra sociedad? ¿Por qué seguimos teniendo una venda invisible en los ojos para que actos tan atroces ocurran delante de nosotros y sigamos permitiendo estos abusos? En esta ocasión no sólo estamos hablando del gobierno y de la falta de atención por parte de este sino que también estamos hablando de nosotros como sociedad, una sociedad fragmentada con una gran falta de educación.

Algo que no he mencionado pero que también debemos de prestar atención es que cuando una persona recibe algún tipo de agresión o daño psicológico de esta magnitud, es muy probable que al paso de los años esta persona vuelva a repetir este comportamiento. Es muy importante invertir en programas que promuevan la ayuda psicológica en este tipo de casos pero sobretodo es importante trabajar en campañas de prevención que nos ayuden a combatir y erradicar esta problemática que seguimos enfrentando en México. El Estado tiene la obligación de brindarnos un entorno de seguridad digno para que nuestros niños y niñas puedan tener la seguridad de salir a las calles sin el miedo con el que están creciendo en la actualidad, y tampoco olvidemos que tiene la obligación de protegernos mediante un sistema penal eficaz que sea capaz de juzgar a una persona por sus actos cometidos de una manera justa, donde nuestros niños puedan hacer justicia a su favor, debemos exigir nuestros derechos, debemos educarnos y debemos dejar de tener una venda en los ojos, que lejos de evitar el problema lo estamos prolongando cada día mas a causa de nuestro desinterés.

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