Una ciudad con puentes enanos

La frase del título de esta colaboración puede servir no sólo para describir el tema de la misma, sino también para definir el tipo de ciudad que tenemos, por el tipo de mentalidad de quienes toman las decisiones del rumbo, del destino de nuestra ciudad. Y no son, necesariamente, los gobiernos que llevan las riendas, aunque también mucho han tenido que ver.

El anuncio de la construcción de dos puentes o gazas sobre el bulevar Juan Pablo II, ha generado una gran polémica entre el Gobierno estatal, autor de los proyectos, y una parte del sector empresarial debido al enfoque de ciudad que tienen unos y otros, a la visión urbanística de cada parte.

Mientras en el proyecto del Gobierno, con más buenas intenciones que realidades, se pretende invertir en obras lo más baratas posibles, el empresario y líder transportista Manuel Sotelo impulsa, o propone, crecer ambos proyectos para que brinden un verdadero servicio a la ciudadanía, quizá sí con un costo un poco más alto, hablando de pesos y centavos, pero con beneficios mayúsculos para la población en general.

En un principio se le acusó a Sotelo de empujar proyectos que beneficien específicamente al sector que representa, los transportistas, pero en diversos foros y reuniones ha dejado claro que ellos están dispuestos a no usar dichos puentes, e incluso a aportar fuertes sumas de dinero, pero si se realizan los proyectos de acuerdo a normas establecidas por al SCT federal para ese tipo de infraestructura vial.

Y es ahí donde el Gobierno estatal “patina”, o su Secretaría de Obras Públicas, y su representación en esta frontera, porque mientras por un lado se han negado consiste y sistemáticamente proporcionarle a Sotelo toda la información técnica y financiera sobre ambos puentes, el líder transportista ha presentado ya un par de propuestas bastante sólidas y robustas, que cubren todos los requisitos que establece la SCT y aseguran un beneficio amplio para los juarenses, incluido también el llamado puente deprimido del bulevar Zaragoza y Las Torres.

¿Cuál es el problema?, o planteado de otra manera ¿En dónde están entrampados? Todo indica que en el costo de los proyectos, porque efectivamente lo que propone Sotelo cuestan más, pero aquí la pregunta es ¿acaso no merecemos los juarenses obras de calidad y que brinden un verdadero beneficio a la población, aunque cuesten?

Todos sabemos que cuando se trata de una inversión, los responsables de ejecutarla deben atender escrupulosamente la relación costo-beneficio de la misma, lo cual no quiere decir necesariamente que se debe optar por el proyecto de menor costo, lo más barato  no siempre es la mejor opción, sino por aquel que garantiza resolver efectivamente problemas o demandas sociales. Aunque cueste.

A los funcionarios estatales de Obras Públicas en Juárez, se les voltea el hígado cuando se les pregunta o menciona sobre el proyecto de los “puentes enanos”, y no me explico por qué, sólo es una manera de referirse coloquialmente a los controversiales proyectos, pero lo que sí es cierto es que no les gusta y no guardan el menor escrúpulo o discreción en  demostrarlo.

Las obras o proyectos en mención no se reducen única y exclusivamente al tamaño o, mejor expresado, a la altura de los puentes, sino al concepto urbanístico y de vialidad que representan mismo que, a pesar de la cuantiosa inversión, de aplicarse, terminaría por no resolver significativamente la problemática de las vialidades en Juárez, ni en tiempos de alto en semáforos, ni en puntos de conflicto vehicular (cruces de carriles en cruceros), ni en tiempo de desplazamiento para usuarios, ya sea de transporte urbano o automovilistas.

Es entonces que el planteamiento presentado por Sotelo cobra vigencia, sobre todo ante la falta de transparencia del Gobierno estatal, y más aun cuando el mismo gobierno del Estado tiene o realizó un proyecto integral bastante parecido al que hace el líder de los transportistas ¿qué fue lo que motivó a los altos funcionarios estatales a optar por el de los puentes enanos? Sólo ellos saben.

Lo cierto es que Juárez y los juarenses merecemos lo mejor para nuestra ciudad, y si cuesta más, no importa, para eso son los recursos públicos ¿o no? Lo cierto es que necesitamos funcionarios de visión amplia y vanguardista, pero también nos urgen empresarios comprometidos con su ciudad. No porque vivan en El Paso se vale que descuiden la ciudad que los vio nacer y a la que le deben tanto.