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Opinión

Un juarense de mala entraña

Así pues queda acreditado que Talavera Sánchez es un hombre con serios problemas de conducta

Francisco Ortiz Bello
Analista

miércoles, 08 julio 2020 | 06:00

Definitivamente el carácter de las personas influye en gran medida en sus relaciones con los demás, y es sabido que hay de todos tipos y formas de carácter, así como también que debemos de ser tolerantes con todos, porque las reglas de la convivencia social así lo exigen. El reconocimiento del otro es fundamental en el desarrollo armónico de las relaciones sociales.

Ese trato o interacción entre personas, independientemente de la circunstancia particular, siempre debe estar basado en el respeto, la consideración y los buenos modales, lo que conocemos pues como buena educación, porque en la medida que damos también recibimos y si deseamos un buen trato, eso es lo mínimo que también podemos ofrecer.

Entendiendo a la perfección la multiplicidad de factores que pueden incidir en el carácter de una persona, desde los genéticos hasta los externos, las normas sociales de conducta sirven precisamente para regular, para equilibrar, todos los extremos que se puedan presentar y, de ese modo, asegurar relaciones sociales sanas, armónicas y en paz. De eso se trata.

La pandemia del coronavirus que se padece en todo el mundo, ha llevado esas relaciones interpersonales a situaciones extremas de tensión, sobre todo por el temor que genera la posibilidad de contagiarse del virus, lo que ha provocado no pocos incidentes de agresiones a personal médico en diferentes latitudes del planeta y en nuestro país también, agresiones que han ido desde las simples palabras ofensivas hasta atentados físicos.

Dichas acciones, pocas afortunadamente, han generado también fuertes reacciones de grupos derechohumanistas, de colegios y asociaciones de médicos, de todos los niveles de la autoridad y por supuesto de la sociedad, porque resulta indignante atacar a quienes están arriesgando su vida, literalmente, para luchar contra la terrible enfermedad del Covid-19.

El pasado sábado, este rotativo publicó una nota donde se consignó lo siguiente: “Con empujones e insultos, enfermeras y médicos del Hospital 6 del IMSS que vestían su uniforme de trabajo, fueron expulsados por personal de seguridad de Plaza de las Américas, ubicada en la zona del Pronaf, denunciaron los afectados”.

Y agregó: “El probable responsable del acto de discriminación sufrido por el personal de Salud fue identificado como Rolando Talavera, quien según dijeron los encargados del restaurante “El Tamalón”, es el administrador de la plaza y no es la primera vez que maltrata a sus clientes, todos ellos empleados del Seguro Social”. Los hechos ocurrieron el pasado viernes en una plaza comercial de esta ciudad contigua al Hospital General de Zona 6 del IMSS.

En la nota en mención también se asienta que “En Chihuahua el Código Penal establece en su artículo 197, inciso dos, penalidades de seis meses hasta tres años de prisión o de 25 a 100 días de trabajo comunitario, así como multa de 50 a 200 días a quien atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas al negar a una persona un servicio o una prestación a la que tenga derecho”.

Estamos pues ante una muy lamentable y condenable actitud de un empleado de dicho centro comercial, quien no sólo discriminó de fea forma a personal médico, sino que se excedió en sus funciones como administrador del lugar, situación que podría entenderse claramente como un fallo de la condición humana; a veces, bajo tensión fuerte o situaciones extremas los seres humanos reaccionamos mal, lo que podría explicar las pésimas formas del señor Talavera en esta situación, sin embargo, no fue así.

Tengo en mi poder una captura de pantalla de la publicación hecha el 25 de septiembre de 2019, en el grupo de Facebook de la Unidad Deportiva Valle del Sol (UDVS) que dice textual: “LIGA INTERSEMANAL VALLE DEL SOL. Se comunica que el jugador José Rolando Talavera Sánchez queda expulsado de la Unidad Deportiva de manera permanente, debido a la agresión física hacia un compañero árbitro. Reiteramos la invitación a todos los equipos participantes y miembros de éstos, a no generar excesos de pasión que desborden una conducta fuera de sí, ya que la misma será sancionada de manera drástica. Administración UDVS.”

Así pues queda acreditado que Talavera Sánchez es un hombre con serios problemas de conducta, por lo que la denuncia penal en su contra por el delito de discriminación debe derivar, independientemente de la sanción legal que corresponda, en una orden judicial para que reciba ayuda profesional en ese sentido, pues son esta clase de personas las que provocan alteraciones graves al desarrollo social armónico, civilizado y pacífico. No más violencia ni agresiones.

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