Un exfiscal metido en litigio vs hijo de Juanga

-Un exfiscal metido en litigio vs hijo de Juanga

-Ibáñez también opera elección en UACh 

-Campaña ruda contra Ana Estrada

-La juarense Adriana para dirigir el Congreso

Hay buen relajo en el mundo de la farándula con la supuesta detención o custodia policial de la que habría sido sujeto, Alberto Aguilera Jr., uno de los hijos más polémicos del famoso divo juarense ya fallecido, Juan Gabriel.

Hubo gran insistencia de algunas fuentes por “filtrar” la presumible detención de Alberto. Habría ocurrido la misma desde principios de semana en El Paso pero El Diario pudo comprobar que sigue en calidad de fugitivo. Es de los más buscados por la policía y el Sheriff. Carga antecedentes desde el 2015.

Desconocemos en calidad de qué, pero descubrimos en la trama mediática la mano del exfiscal general del estado, César Peniche Espejel. Quizá abrió algún despacho de abogados junto con el exconsejero Jurídico del corralato, Jorge Espinoza, y trabajan para alguna de las partes; posiblemente.

La realidad es que no cesan los litigios entre los herederos del genial compositor y cantante que hizo de Juárez su cuna y su prototipo. Son muchos los millones de pesos y de dólares en juego. En Juárez permanecen en disputa varias propiedades, algunas de ellas manejadas por Iván Aguilera, otro hermano de Alberto Jr.

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Al representante del Gobierno del Estado en Juárez, Óscar Fidencio Ibáñez, le sobra algo de tiempo entre su labor al frente de ese cargo, sus clases en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y su militancia en el Partido Acción Nacional para maniobrar asuntos relacionados con la elección de nuevo rector y directores de la Universidad Autónoma de Chihuahua.

Este viernes hay sesión de Consejo Universitario en la Autónoma de Chihuahua para lanzar la convocatoria hacia la elección de nuevo rector que muy posiblemente quede calendarizada para la semana entrante.

Una vez electo el nuevo rector (a) vendrá de inmediato la elección de directores de las distintas facultades, cargos bastante disputados por los distintos grupos. En Juárez permanece la sede de la Facultad de Ciencias Políticas y una extensión de la Facultad de Derecho que pronto desaparecerá.

En esas maromas anda el activista Ibáñez. Aparentemente bajo la superficie, pero al final de cuentas visible para los actores que andan detrás de los mismos objetivos.

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Se ha desplegado una campaña negra en contra de la exdiputada Ana Carmen Estrada, para tratar de bajarla, a como dé lugar, de la aspiración legítima de dirigir los destinos de Morena a nivel estatal, en decisión que tomarán 90 notables cuatroteístas mañana allá en la ciudad de Chihuahua.

Ha construido la actual funcionaria municipal y consejera electa del partido guinda una serie de alianzas con quienes están indecisos; e inclusive, con algunos personajes de su exgrupo loerista, para conseguir esos siete u ocho votos que podrían darle el nombramiento.

Observan en ella una política que ha crecido durante los últimos años, y que es bien vista inclusive a nivel nacional, fuera de la fortaleza que le otorga formar parte del grupo político que en estos momentos gobierna a un millón y medio de juarenses.

Trae vida propia, lo cual la hace un activo interesante, después del desastroso ejercicio político y administrativo del partido en los últimos años. Están ahí las multas millonarias del IEE, cuyas culpas se atribuyen mutuamente Juan Carlos Loera y el profe, Martín Chaparro.

Ese capital político sería sin duda una fortaleza para Ana Carmen, por la indispensable coordinación que debe existir en la operación política de territorio, la operación realmente efectiva, más allá de tener la chequera para distribuir recursos desde la Secretaría del Bienestar o ejercer amenazas en contra del personal.

El despliegue inusitado de guerra sucia de personajes cercanos al superdelegado, busca posicionar precisamente en la contienda a la sobrina Brigitte Granados Loera, con muy poco camino recorrido, escasa experiencia en la dirección política y nula mano izquierda, pero con la fortaleza de un poderoso grupo, hoy mayoritario al menos en las listas.

La elección de Ana Carmen sería un doble golpe a Loera, a su ego íntimo personal y político; a su infinita obsesión por alcanzar venganza contra quienes lo derrotaron en la gubernatura y por la alcaldía.

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Hace varias legislaturas que no había sido propuesto un juarense para presidir el Congreso del Estado, como acaba de ocurrir con la morenista Adriana Terrazas.

La última fue Laura Enriqueta Domínguez en 2016, y antes de ella, Mayra Chávez, en períodos extraordinarios, e incluso María Ávila, en el lejano 2009.

Ni con vaselina untada en todo el cuerpo habría podido pasar Benjamín Carrera por el delgado ojal del consenso de los grupos parlamentarios.

Durante los últimos años se ha encargado de polarizar su relación con el resto de los legisladores de otros partidos e incluso del propio, asumiendo posiciones lejos de una institucionalidad o gobernabilidad mínima.

PAN, PRI, PT y MC, jamás le iban a entregar la conducción del poder legislativo, por eso la propuesta de Cuauhtémoc Estrada ayer ante la Junta de Coordinación Política (Jucopo)  nació muerta.

Va Adriana con una mesa directiva histórica, con un solo varón en la primera vicepresidencia, el priista Edgar José Piñón Domínguez.

La propuesta será votada y aprobada sin contratiempos, la semana que entra, por la mayoría calificada, la cual está más que aceitada.

La acompañan en la directiva Rocío Sarmiento, Diana Pereda, Rosana Díaz, Ivón Salazar, Magdalena Rentería y Deyanira Ozaeta.

Se atisba con el asunto una división entre ala radical aunque bastante pragmática y neomorenistas.

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Todo está listo para que mañana quede conformado el Comité Estatal Chihuahua en apoyo a la candidatura presidencial de la actual jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

Se trata de un evento a desarrollarse en las instalaciones del Sindicato de Telefonistas, sección 7, al norte de la capital del estado y programado a las 11:30 de la mañana.

El nombre del nuevo mandamás de dicho grupo político no ha salido oficialmente, pero se habla de tres posibles perfiles para encabezarlo: Hugo González, Miguel Ángel Colunga y Osman González, los tres con una amplia trayectoria interna en el partido.

Coincidentemente, el evento se programó el mismo día en que Morena vivirá el proceso interno de renovación de su dirigencia estatal, así que será una jornada intensa.

Como se sabe, la elección se desarrollará a puerta cerrada donde participarán los 90 consejeros y consejeras electos hace dos semanas en un proceso muy cuestionado.

La asamblea tendrá lugar en el Comité Directivo Estatal e iniciará a las 10:00 horas y se conocerá a la nueva dirigencia entre las 14:00 y 15:00 horas.

En la elección interna, nada está escrito, solo lo anticipado; que la presidencia tendrá que recaer en una mujer, por cuestiones de paridad de género.

Ambos eventos son en el marco de un proceso de reorganización interna del partido político que hoy por hoy tiene el mayor número de afiliados en el país.

Además servirá de ejercicio de cara al III Congreso Nacional Ordinario de Morena, que sigue en pie para el 17 y 18 de septiembre, mismo donde se renovará el Consejo Nacional y el Comité Ejecutivo Nacional (con excepción de la presidencia y la secretaria general).

Ahí mismo se pondrá en la mesa una actualización a los documentos básicos y estatutos del partido.