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Opinión

Ser responsables

Se ha sobrevalorado al SARS-CoV-2, afirman más de 230 científicos en una carta dirigida a la OMS

Yuriria Sierra
Analista

miércoles, 08 julio 2020 | 06:00

Ciudad de México.- Se ha sobrevalorado al SARS-CoV-2, afirman más de 230 científicos en una carta dirigida a la OMS y que se publicará en próximos días, adelantó The New York Times. El argumento de los expertos señala que las gotículas que salen por la nariz o boca de una persona contagiada al hablar, toser o estornudar pueden ser inhaladas por otra y, así, infectarse. Precisan que, aunque la mayor parte de las gotas son pesadas y caen al suelo, otras son más ligeras, por lo que quedan suspendidas en el aire y es cuando hay riesgo. La OMS ha dicho al respecto que no descarta esta posibilidad, pero, al momento, no ha encontrado pruebas sólidas de este tipo de contagio. Un tema más que espera ser respondido para tener un mejor entendimiento de la Covid-19. El asunto está lejos de terminar.

La OMS volvió a suspender sus ensayos con hidroxicloroquina y la combinación de fármacos contra el VIH (lopinavir/ritonavir), pues no hallaron ninguna reducción del índice de mortalidad por la Covid-19, comparados con personas que no la han padecido. Un camino más que se cierra, un proceso necesario en el estudio científico, pero que luce como mala noticia ante una pandemia que, en poco más de seis meses, ha infectado a más de 11 millones 500 mil seres humanos y terminado con la vida de, al menos, 536 mil. En España, un nuevo estudio analizó a más de 35 mil personas que ya enfermaron, fueron sometidas a una prueba rápida y otra más, un inmunoanálisis de micropartículas quimioluminiscentes. Tras el análisis, apenas el cinco por ciento registró anticuerpos. ¡El cinco por ciento! Y a esto hay que observar si, en efecto, esto implica que no volverán a contagiarse y si esa posible (y mínima) inmunidad es por un tiempo prolongado. Independientemente de las respuestas a estas dos preguntas, el porcentaje de la muestra que reportó anticuerpos no es ni cercanamente significativa. La teoría de la inmunidad de rebaño a la que muchos países apostaron tiene aquí nueva evidencia que muestra el error de su decisión, por si sus cifras de muertos y contagios aún no los convencen.

La coyuntura nos inunda todos los días de nuevos estudios, nuevas hipótesis con la misma velocidad con la que contamos nuevos casos de Covid-19. La urgencia es demasiada, el mundo apremia por regresar a aquellos días del 2019, a la convivencia que no estaba supeditada al uso de una mascarilla, en donde el contacto humano no representaba el mayor riesgo. Hay indicios, pero no evidencias irrefutables de tantos asuntos relacionados con la pandemia. Proyectos para dar con la inmunización correcta que avanzan, promesas de líderes que anuncian una vacuna antes de que termine el año, pero que, al mismo tiempo, adquieren cargamentos enteros de medicamentos, dejando acaso en desamparo al resto del mundo.

Tenemos mucho que aprender no sólo de la enfermedad, también de su manejo. Si actividades económicas deben reiniciar operaciones es porque se deben contener los efectos que la pandemia trajo para las economías, pero eso no significa que podemos, todos, reencontrarnos con la vida. De ahí la importancia de adaptarse paulatinamente a los procesos de desconfinamiento. Ya lo vimos en el Centro Histórico capitalino, en los pubs londinenses, en las playas de EU y Brasil. El mínimo relajamiento es una vía para rebrotes, como en China, Alemania y Corea del Sur. Aún no es momento de salir, tal vez podamos aumentar la velocidad del proceso cuando algunas de las preguntas que hoy se hacen cientos de científicos encuentren una respuesta concluyente. Antes de esto, gobiernos y ciudadanos debemos ser profundamente responsables.

ADDENDUM

Y hablando de responsabilidades, la pandemia asentó la imagen de los gobernadores. De mayo a junio, Mauricio Vila, en Yucatán, aumentó su aprobación, de 66.3 a 67.7, según la encuesta de Consulta Mitofsky. Siete de cada diez yucatecos avalan su gestión. Lo mismo sucedió con Quirino Ordaz, de Sinaloa; Francisco Domínguez, de Querétaro, y Claudia Sheinbaum, de la CDMX. Otros no tuvieron la misma suerte, sus decisiones pesaron: Cuitláhuac García, de Veracruz, y más significativamente Cuauhtémoc Blanco, de Morelos, quien es hoy el gobernador con mayor índice de desaprobación: sólo es respaldado por el 15%. Qué lejos está de los números de Vila y de sus días de gloria en la cancha.

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