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Opinión

Reconciliar al panismo

¿El fin justifica los medios?, era la pregunta final que los aspirantes a ser parte del Consejo Estatal del PAN debían responder de un largo cuestionario para refrendar así su compromiso con los postulados del albiazul

Nicolas Juárez Caraveo
Analista

domingo, 25 julio 2021 | 06:00

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¿El fin justifica los medios?, era la pregunta final que los aspirantes a ser parte del Consejo Estatal del PAN debían responder de un largo cuestionario para refrendar así su compromiso con los postulados del albiazul, y de esa respuesta dependía si eran aceptados o no… algo que por muchos años se olvidó y hoy muchos quieren retomar.

Hoy con la llegada de Maru Campos al Gobierno del Estado no sólo es momento de mantener el poder en la entidad, sino de iniciar un proceso de reconciliación al interior de las filas del Partido Acción Nacional; reencontrar en el ejercicio del poder los fines que se encuentran plasmados en sus principios doctrinales.

La reconciliación se ve inevitable luego de cinco años de un gobierno corralista que tuvo de todo, menos cercanía y respeto por su partido.

Durante casi cinco años pocos se atrevieron a señalarlo: la llegada al Gobierno del Estado de Javier Corral Jurado no era lo que esperaban; transitaron con lo más duro de la izquierda de Chihuahua, con actores como Lucha Castro y Víctor Quintana Silveyra que no comulgan con sus postulados y por lo tanto el ejercicio del poder nunca fue de la mano con los postulados albiazules.

El mantener el poder en el estado le ofrece al panismo un panorama nunca antes presentado en la entidad, luego de que hace ya muchos años, en 1998, Francisco Barrio, rompió desde el norte el control priista, hubo de entregar de nuevo el poder al PRI con Patricio Martínez, dejando de lado la posibilidad de consolidar un sistema político.

En las filas del panismo, no sólo de Chihuahua, sino a nivel nacional saben bien que la administración de Javier Corral no fue lo que esperaban; por ello la figura de Maru Campos puede emerger como ese liderazgo que le hace falta.

Hace unos días, la dirigencia nacional del PAN anunció la apertura de afiliaciones a partir del 1 de agosto, que según información del mismo partido el padrón en Chihuahua es menor a nueve mil personas en todo el estado, y que muchos al interior de la organización política ven como una oportunidad de incrementar sus filas, pero que se debe hacer con sumo cuidado de no atraer a personas que hagan daño.

Al momento, la gobernadora electa María Eugenia Campos ha dado muestras de que busca esa reconciliación, como la reunión que sostuvo con los diputados locales en funciones y electos, a sabiendas de que muchos de los que dejarán su posición la jugaron en contra.

La nueva bancada panista conformada por Mario Vázquez, Alfredo Chávez, Georgina Bujanda, Luis Aguilar, Carla Rivas, Carlos Olson, Yesenia Reyes, Saúl Mireles y Roberto Marcelino Carreón, saben muy bien de qué lado jugaron cada uno, pero hoy buscan jalar para el mismo lado.

Y el proceso de pacificación del panismo no solo está sujeto a los límites en la entidad, Maru Campos está buscando borrar el mal sabor de boca que deja su antecesor a nivel nacional, muestra de ello su presencia y actuación en la reunión que sostuvo en Durango la media docena de mandatarios azules integrados en la Asociación de gobernadores del PAN.

Al estrenarse como miembro de esta agrupación, quedó en claro que está muy lejos de las formas que llevó Javier Corral, quien por cierto debió estar en dicha reunión, a la cual ha despreciado.

Apúntelo de una vez, el protagonismo de Maru Campos en la renovación de la dirigencia nacional de su partido para el mes de noviembre será fundamental para las definiciones que se avecinan en este organismo político con miras al 2024, donde será la principal oposición al gobierno de la cuarta transformación.

Los resultados electorales pasados refrendan a Acción Nacional como la oposición real ante el poder presidencial, en lo que algunos politólogos han considerado como el surgimiento de un bipartidismo de facto. 

Ante el protagonismo que ha desatado el mismo presidente Andrés Manuel López Obrador, es normal el surgimiento de un bloque opositor que ha llegado para quedarse, que se prepara para enfrentarse en el 2024.

Cuando se habla de reconciliación, no solo es buscar entregar posiciones a los panistas que se han “fajado” dentro del partido, no, se trata de reencontrar en las políticas públicas los principios que los unen, una cruzada por implementar desde el poder esos postulados que les dan cohesión e identidad.

En plena campaña, la aún dirigente estatal, Rocío Reza aseguró que “el PAN tiene la convicción desde sus orígenes de defender la vida y la familia como los valores y derechos más esenciales del ser humano y por ello que se actuará desde sus gobiernos con proyectos sólidos y prioritarios para respaldar al núcleo más importante de la sociedad”, esas declaraciones frente a asociaciones de la sociedad civil no solo están grabadas en los medios de comunicación, sino en la esperanza de muchos que piensan igual.

Así que el panorama tanto local como nacional para la gobernadora electa es esperanzador para los seguidores de los postulados de Gómez Morín.

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