Opinión

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Razones para entender el desplome del presidente

Hay razones de más para explicar el severo deterioro que empieza a padecer la imagen política, social, financiera y hasta económica de AMLO

LA COLUMNA
de El Diario

jueves, 16 mayo 2019 | 06:00

• Razones para entender el desplome del presidente

• Desde Morena vs morenistas por nepotismo

• Amenaza petate del muerto a Quique y Amparo

• Caída la página para impuesto sobre Nómina

Hay razones de más para explicar el severo deterioro que empieza a padecer la imagen política, social, financiera y hasta económica del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.

Le separan a la administración de AMLO apenas 15 días para tocar el medio año de régimen. Durante cuatro meses y medio no sufrió mayor daño su imagen con una inédita aprobación arriba del 70 por ciento. “Ahí pobremente”, solía repetir en grabaciones para la egoteca, pero en poco tiempo el declive llega, si no a la reprobación, al menos muy cerca. Cinco meses y medio apenas como jefe de Palacio Nacional.

No ha sido el debilitamiento producido sólo de los machacantes mensajes clasistas contra conservadores, fifís y neoliberales, o las burlas de las “encuestas a mano levantada” entre partidarios de Morena que asisten a sus mítines. No es eso únicamente.

El problema mayor está representado por la suma de proyectos financieros gigantescos con afectación directa a la tesorería nacional; al menos uno por el que ya están siendo pagados miles de millones por cancelación y tres más con gastos colosales íntegramente a costa del dinero de los mexicanos pero manejado en persona por López Obrador.

La suspensión de aquel “nuevo aeropuerto internacional en Texcoco” ha costado cerca de dos mil millones de dólares que están siendo pagados a los tenedores de bonos.

Dejemos en superlativos los 145 mil millones de dólares señalados por el excandidato presidencial priista José Antonio Meade como pérdida en esa obra pero concedamos al menos un 25 por ciento de dicha cifra gastada en proyectos ejecutivos, mano de obra, empleados y cemento que se quedará enterrado. Sigue siendo un mundo de dinero el literalmente tirado por AMLO a la basura. Una decisión unipersonal del presidente.

La licitación para la construcción de la refinería Dos Bocas en Tabasco fue declarada desierta sin más ni más por Andrés Manuel. Anunció en una de las mañaneras que la construirá el Estado mexicano a través de Pemex. Serán usados entre ocho mil y 12 mil millones de dólares. Cada centavo sacado del presupuesto público.

No hubo aeropuerto en Texcoco pero lo habrá en Santa Lucía. Será con cargo también a las finanzas nacionales. Las cifras más conservadoras ahí hablan de cuatro mil millones de dólares sobre la dolida espalda del tesoro nacional.

Y tenemos el cuarto megaproyecto surgido de la creatividad del presidente López Obrador el famoso Tren Maya, que devoraría entre seis y ocho mil millones de dólares a las finanzas del país. La decisión de su construcción: encuesta a mano alzada entre habitantes de una región del sureste del país que asistieron a un evento de AMLO.

Sin necesidad de mayor rigor matemático que los ejercicios llevados a cabo por analistas nacionales y datos oficiales aportados por la Presidencia de la República en cada uno de los casos, podemos concluir que la incertidumbre provocada entre los mexicanos más allá de los afiliados a Morena y las cejas enarcadas y la desconfianza de las calificadoras financieras internacionales, tiene que ver en gran medida con ese derroche de pesos y dólares en miles de millones con afectación directa y sin duda al erario federal.

No hay ignorancia de la sociedad por todo eso que está ocurriendo al país en manos de López Obrador y sus operadores en Morena. Al contrario, la decreciente aprobación es por la confianza perdida. 

También sus chistes mañaneros empiezan a dejar de ser graciosos en la medida que la violencia enluta al grueso de los hogares mexicanos.

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Leobardo Monreal Ontiveros y Jorge Alfonso Rivas Arellano, morenistas de Chihuahua y Parral, ya presentaron denuncias ante la Secretaría de la Función Pública y la Fiscalía General de la República para la investigación de los casos de nepotismo que han estallado en la Cuarta Transformación.

Bien dicen que cuando la perra es brava hasta los de la casa muerde. Ambos militantes, abogados desde luego, tienen conexiones con diputados de Morena y con la misma dirigencia estatal que encabeza el profesor Martín Chaparro.

Formalmente van contra los delegados regionales de Parral, Luis Fernando Duarte; Chihuahua, Marcelino Gómez Brenes; y Guachochi, Francisca Ivonne Contreras, los tres pájaros de cuenta sorprendidos con los dedos en la puerta en esa ardua labor de meter familiares a la nómina.

Pero el objetivo es mayor. Van por el superdelegado Juan Carlos Loera de la Rosa, de quien dependen los funcionarios finalmente.

La batalla jurídica es, como se había anticipado, con el argumento de que el nepotismo ahora es un delito, no simple práctica política tolerable.

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Jorge Ariff Maravé, flamante asesor de la diputada Lourdes Valle, quien por cierto jamás se presenta a laborar en el Congreso del Estado, ha echado andar el rumor de que tiene asegurada no sólo la candidatura a la diputación por un distrito, sino que incluso el triunfo.

Apoyado por la que se presume como la legisladora más joven de Morena de todo el país, el asesor de lujo con derecho a dos sueldos siente que ya tiene ganada la candidatura y la contienda gracias a que según sus análisis marca del partido de izquierda sigue muy bien en la opinión pública, como si no sobraran señales de que ha comenzado a decaer.

El caso es que el joven veinteañero trabaja para la Secretaría de Bienestar con honorarios de 8 mil 173 pesos, sin estar especificado su cargo, pero también sigue cobrando en el Congreso como asesor técnico nivel 3, con 24 mil 763 pesos. 

Lo anterior suma 32 mil pesos para un “aviador”, al que seguramente no le faltarán defensores en la Cuarta Transformación, con eso de que los funcionarios federales ahora hasta se inventan justificaciones para el nepotismo que les prohibió el propio presidente de la república.

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Este jueves se vislumbran barruntos de tormenta en el PAN de Juárez. Sesionará la Comisión Especial para dar seguimiento al proceso disciplinario contra Enrique Torres y Amparo Beltrán por sus votos a favor del “Juárez Iluminado”, y se espera que entregue su dictamen para ser ratificado o modificado por el pleno del Comité Directivo que conforman. 

Hasta La Columna llegó información de que toda la semana fue de intenso cabildeo de los diversos grupos al interior del PAN, tanto tratando de salvar a los regidores como a favor de que no se deje pasar este agravio.

Aquí el más agraviado sin duda es José Márquez Puentes, exregidor y expresidente del Comité Municipal de cuño netamente corralista, a quien apoyaron en su fallida carrera por el CDM y al cual así, sin más, le dieron la espalda y dejaron colgadito en contra del proyecto. 

Pepe es parte de la comisión sancionadora y seguramente será de los más estrictos juzgadores, porque abiertamente ha expresado su enojo hacia los regidores rebeldes. 

Pero al final de cuentas quien manda es Corral. Los regidores se deben a su batuta y a esa atenderá el propio Comité Municipal. Ya veremos. Tormenta, sí, pero después la más chicha de las calmas.

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Como cada mes, por estas fechas las empresas juarenses y sus contadores hacen entripados con el pago de impuestos, y no porque no quieran pagar, sino más bien porque quieren pagar y no pueden. Ayer, último día para el pago del ISN (impuesto sobre nómina), la página web del Gobierno estatal estuvo caída la mayor parte del día, con todos los inconvenientes que eso genera a los contribuyentes que quisieron pagar, ¿o será plan con maña para cobrar recargos?

Y luego el gobernador se enoja y descalifica apriori a quienes piden que deje el cargo anticipadamente, cuando es evidente por cosas como ésta su desapego, incapacidad e ineficiencia en la tarea de gobernar.

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