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Opinión
domingo, 02 enero 2022 | 06:00
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Siempre al inicio de cada año, o al término del mismo, especialistas hacen sus “proyecciones” de lo que se espera, y si bien sirven para entender un poco los movimientos económicos siempre es lo mismo: la perspectiva nunca alcanza al bolsillo de la gente común; siempre terminamos pagando esos vaivenes que sólo se traducen en más gastos e impuestos a pagar.
Limones a ochenta pesos el kilo, chile jalapeño a 40 pesos, tomate igual al mismo precio, o el litro de leche en promedio a 25 pesos es la andanada de alza de precios que tubo que soportar el ama de casa en las últimas semanas.
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Así fue como despidió el año y a partir de hoy inicia el nuevo, con una fuerte inflación que sólo le indica que debe trabajar más, para tratar de alcanzar a comer… y aún le espera el alza de impuestos tanto municipales, estatales como federales, un difícil 2022 que aunque se dude ni la pandemia es por el momento su principal preocupación.
Aquí en Chihuahua independientemente de esas proyecciones, hay que analizar como se espera la inversión y gasto de los gobiernos, que son un referente importante del movimiento económico de la entidad.
Ya se ha hablado que el Presupuesto de Egresos como al Ley de Ingresos del gobierno estatal trae esperanzas de que pueda ser un mejor año, luego de un lustro de una administración que nunca tuvo pies ni cabeza, muchos menos la intención de impulsar la economía local.
Según palabras de la gobernadora Maru Campos: “tendremos un presupuesto sin déficit, un presupuesto sano, en el cual cada peso que se gaste el año próximo, contará con un respaldo financiero real y no comprometerá las finanzas públicas del Gobierno”… una declaración importante tomando en cuenta el monto del recurso que se proyecta invertir.
Sin duda la mejor expectativa es que de ese presupuesto, se está proyectando traer una solvencia para obras e infraestructura de 5 mil 500 millones pesos, cifra superior incluso a lo que se invirtió en el Estado en los últimos cinco años, que de llegarse a concretar, sería un impulso importante al desarrollo económico de la entidad.
A nivel municipal, aún no quedó claro cómo será el cobro del Derecho del Alumbrado Público, el famoso DAP que le ha dado dolores de cabeza a la administración de Marco Bonilla.
Como se escribió en este espacio, a nadie nos gusta pagar impuestos y menos por un servicio deficiente, por lo que el tema del alumbrado público debe tomarse con toda la seriedad, primero reconociendo que existen grandes deficiencias y que se debe garantizar que no se afectará a quien menos tienen.
De acuerdo a esas proyecciones económicas, se espera que ahora sí México pueda crecer en el 2022, un crecimiento que quedará sepultado por la inflación… en otras palabras, mientras se asegura que ha aumentado hasta el salario mínimo la realidad es que simplemente el dinero no alcanza.
Eso sí, se asegura que de nuevo la pandemia será la causante de todos los males, y muchos coinciden que los dos principales riesgos son los efectos de ómicron sobre la actividad y la presión inflacionista.
Para México, y más para Chihuahua como estado fronterizo y dependiente de la economía de los Estados Unidos, no se puede hablar de la expectativa de 2022 sin hablar del dólar tanto en su comportamiento global como frente a otras monedas.
En los últimos meses, el dólar mostró altibajos que movió las expectativas, primero fortalecido a mitad del año pasado, pero que casi de inmediato cayó de su valor máximo del año, y si bien el dólar perdió fuerza, en los países en desarrollo, como es el caso de México, se sigue comportando como una moneda fuerte, que nos arrastra.
Nomas para darnos una idea de como se cerró el año, la principal amenaza fue la inflación, y de acuerdo con especialistas financieros, el nivel de precios ha venido aumentando primero por un aumento en la demanda de bienes y servicios hacia el inicio del año y después por problemas de escasez, bien sea de productos finales o componentes de fabricación por los problemas en cadenas de suministro.
De acuerdo a los datos compilados por Bloomberg en términos globales se espera una inflación para el cierre de 2021 de 3.7% y 2022 de 3.5%, mientras en Estados Unidos serían de 4.5% y 3.7% respectivamente. Sin embargo, para Latinoamérica como región el escenario es mucho más extremo esperando un cierre de 11.9% y un 2022 en 10.6%, lo que tendría repercusiones en su senda de recuperación económica.
Lamentablemente los escenarios para México como siempre está por los suelos: si se trata exclusivamente de crecimiento económico, las economías con mejores perspectivas para el próximo año son Panamá, República Dominicana, El Salvador y Perú, según las últimas previsiones de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
Ojalá que en algún momento, estas proyecciones puedan llegar a toda la gente, es decir, que no sólo les diga que es “posible” que mejore la economía de su país, sino que les pueda alentar y dar esperanza que con su sueldo les alcanzará para llevar lo necesario a sus mesas.
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