Pésimas estadísticas Covid, peor atención

-Pésimas estadísticas Covid, peor atención

-Puede saltar por cualquier lado liebre morena

-De nuevo manipulan a su antojo el Covid

-Atrapado el nuevo amanecer en su propia trampa

Manipulación a capricho además de severas deficiencias en el tratamiento de la pandemia reflejan las cifras que, cada uno por su cuenta, manejan los gobiernos estatal y federal en torno a decesos y contagios por el Covid.

Tenemos en la versión digital de La Columna los reportes epidemiológicos correspondiente al 23 de febrero, uno dado por el vocero estatal Arturo Zorrilla Valenzuela y otro por Gabriela Nucamendi, directora federal de Vigilancia Epidemiológica.

Ese día, el pasado martes, a nivel estatal se anunció que el estado había arribado a la cifra de cinco mil decesos confirmados a causa del coronavirus. Eso según la autoridad sanitaria estatal, que además reportaba una baja en la ocupación hospitalaria.

Ayer, sin embargo, un nuevo pico de defunciones elevó, en el registro oficial estatal, a cinco mil 75 casos fatales.

Pero el mismo martes 23 de febrero, Nucamendi presentó en la Ciudad de México el listado de decesos por estado de los más de 181 mil fallecidos en todo el país. A Chihuahua le contabilizaba la autoridad federal cinco mil 182 casos, antes incluso de la actualización de ayer.

El manejo de los registros que a nivel local es responsabilidad del secretario de Salud, el no médico Eduardo Fernández Herrera, muestra además variaciones significativas con el sistema centralizado al que todas las entidades “suben” su información de forma diaria.

Es decir que una cosa es lo que Fernández autoriza a presentar a Valenzuela Zorrilla cada día, otra la que se tiene en los reportes confidenciales de la Secretaría de Salud del estado y otra la que se comparte con la Federación.

En los contagios es igual. Cero claridad en cuanto a detecciones, casos activos, casos superados, asintomáticos y demás.

Si en las cifras oficiales del Covid no hay manejo sólido, menos lo habrá en los procedimientos para atender a los miles de contagiados en la entidad, muchos de los cuales optan por la automedicación y hasta morir en casa antes que buscar “auxilio” en el rebasado sistema de salud.

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Primero fue una mega sorpresa la aparición como pasto en primavera de espectaculares con la imagen de Gabriel “Gabo” Flores. Quedó en creencia generalizada que sería ungido candidato de Morena a la Presidencia Municipal juarense como resultado de acuerdos entre la cúpula de ese partido y el independiente alcalde, Armando Cabada.

Pero los corazones morenos apenas retomaban su ritmo normal tras el preinfarto de esa noticia cuando apareció el senador también guinda, Cruz Pérez Cuéllar. Se presentó hacia el mismo objetivo apenas horas antes de concluir el registro de precandidatos a ser “encuestados”.

Con ese autolanzamiento quedó en la incertidumbre Gabo, pero el mismo fenómeno empezaron a sufrir Cruz y sus seguidores cuando la lista de aspirantes fue engrosada considerablemente horas antes del plazo para las inscripciones.

Bien a bien se desconoce la lista de precandidatos, no es información que Morena haya subido a sus plataformas electrónicas ni desglosada en comunicado alguno.

Se sabe, sin embargo, que aparte de Cruz y Gabo, fueron registrados Gustavo “El Pichú” de la Rosa, Hugo González, Ernesto Robles, Esther Mejía, Deirdré Bazán, la síndica Leticia Ortega, Esther Mejía, Xóchitl Flores y Benjamín “Benjamón” Carrera.

El control de la encuesta lo tiene por completo la cúpula del partido y por lo tanto se espera que decidan igual como lo han hecho hasta ahora con las postulaciones por la casi decena y media de gubernaturas en el país: sorpresivamente y sin explicación metodológica alguna.

La considerada joya de la corona puede recaer así en cualquiera de los mencionados: Gabo sigue gozando de mucha fuerza en la dirigencia nacional morena, ni se diga Cruz, pero a nivel local las piezas empujadas sin descanso por Juan Carlos Loera son sus alfiles no negociables, Norma Deirdré y “Benjamón”.

La emoción será alargada unos días más. Antes del 9 de marzo saldrá el nombre de la tómbola; perdón; de la encuesta.

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La Secretaría de la Función Pública estatal le pegará una acalambrada marca llorarás a Abelardo “El Bayo” Valenzuela, “titular del órgano interno de control”  en la Comisión Estatal de Vivienda, Suelo e Infraestructura de Chihuahua (Coesvi) pero al mismo tiempo precandidato del PAN a la sindicatura municipal.

Tenemos copia del oficio 248/2021, fechado el 16 de febrero de este año, y firmado por la jefa de esa Secretaría, Mónica Vargas Ruiz. Exhibe tácitamente la irregularidad cometida por “El Bayo” y la clara advertencia del agua va, expresión usada por una querida lectora y a veces clienta de La Columna.

El oficio va dirigido a Valenzuela en su calidad de “titular del órgano interno de control” de Coesvi. Lo “instruye para remitir información, bajo protesta de decir verdad” si se encuentra en alguna de las hipótesis marcadas por la Constitución Política del estado que establecen los requisitos para ocupar el cargo.

No deberán quienes ocupen esas posiciones “FORMAR PARTE DE NINGÚN PARTIDO POLÍTICO, ni desempeñar otros empleos, cargo o comisión, salvo los no remunerados en asociaciones científicas, docentes, artísticas, o de beneficencia”.

Los hechos públicos y notorios ofrecen la respuesta, “El Bayo” tiene toda su vida militando en el PAN y ahora anda tras la sindicatura en acuerdos logrados con el candidato a la Presidencia Municipal, el externo Javier González Mocken.

Se tardó mucho Mónica para enviar ese oficio, no por olvido y menos por casualidad. Valenzuela Holguín forma parte del equipo de Carlos Borruel Baquera, exjefe de Coesvi, exprecandidato a la gubernatura por el PAN y ahora precandidato a la alcaldía de Chihuahua... pero por Morena. Hubo traición en el ejido.

Por las vísperas solo deberemos esperar el proceso de sanción y la propia sanción.

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Bateo libre y sin consecuencias, tal fue el mensaje que bajó el presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Pablo Héctor González, a los jueces de control a su cargo, a quienes administra la Dirección de Gestión Judicial.

Lo hizo días antes del informe rendido ayer ante los magistrados que conforman el Poder Judicial, la presidenta del Congreso del Estado, Blanca Gámez y el secretario de Gobierno, Luis Fernando Mesta, con la representación del Ejecutivo, dada la esperada ausencia de Javier Corral.

Buenos entendedores resultaron los juzgadores a partir del mensaje que, a través de intermediarios, no directamente, hizo llegar González Villalobos, quien sabe también que ni siquiera van a estar en sus manos las resoluciones más importantes del fin de quinquenio.

Justo tras el informe del magistrado, por cierto, de nueva cuenta debió diferirse la audiencia inicial del proceso contra la candidata de la alianza PAN-PRD a la gubernatura, María Eugenia Campos.

El juez, Ignacio Muñoz, hizo valer el amparo que presentó la defensa debido a que la Fiscalía del Estado ha optado por “chicanear” el expediente para comenzar la acusación sin revelarle todo el expediente a la parte acusada; eso pasaba así, sin filtros, pero al comienzo del régimen actual, no ahora.

El nuevo amparo por deficiencias de la parte acusadora podrá llevarse otras tres o cuatro semanas más, y así se habrá de alargar un proceso que quizás ni siquiera comience antes del arranque de las campañas.