Panorama electoral en Chihuahua

El pasado domingo analicé en este espacio el proceso electoral del 2021 desde la perspectiva de lo que significa para el país entero, aunque se trata de elecciones locales, las llamadas intermedias, el número de cargos de elección popular que están en juego la convierte en la elección intermedia más grande de la historia de México con todo lo que eso implica.

En el artículo “El Virus… de las Elecciones” escribí: “En un hecho inédito, el domingo 6 de junio de 2021 en las 32 entidades federativas habrá elección local el mismo día. En 15 estados de la República se elegirá nuevo gobernador, presidencias municipales y congreso local; mientras que en 13 entidades cambiarán ayuntamientos y diputados; en dos únicamente legisladores locales y en dos más únicamente alcaldes. Tan solo en la elección de gobernadores, está en juego la gobernabilidad de poco más de 37 millones de personas y que irán a las urnas para elegir a sus próximos gobernantes por los siguientes seis años. En Chihuahua estarán en juego casi 800 puestos de elección popular que abren espacios para más de 4 mil candidatos”.

Y aunque todavía hay quienes afirman que es muy pronto para analizar el tema sobre las elecciones del año próximo, particularmente en Chihuahua, la realidad es que no, es el momento adecuado porque cualquier proyecto político-electoral que pretenda participar en la boleta electoral de 2021, ya debe estar muy avanzado con todo lo que se requiere para eso.

Estrategia electoral, análisis de debilidades y fortalezas, medición de imagen y aceptación, conformación de equipo de trabajo, conformación de estructura operativa de tierra, alianzas políticas y sociales, planeación financiera (incluye cálculo del costo global de campaña y recaudación de recursos), son actividades que no se pueden empezar a realizar al cuarto para las doce, claro, si es que se pretende un buen resultado en la elección.

Cualquier campaña electoral requiere de cuatro elementos: candidato (a), proyecto, recursos y equipo, sin eso no hay nada. Por lo tanto, se debe trabajar intensamente con bastante anticipación para cualquier proyecto de esta naturaleza, hay campañas a gobernador por ejemplo, que se construyeron por más de 5 años, o a la presidencia de la república que llevaron 10 años.

Una vez dicho lo anterior vayamos al tema central de la presente colaboración: el análisis preliminar sobre el proceso electoral en Chihuahua para 2021, aclarando puntualmente que la detención en Miami del exgobernador Cesar Duarte ha hecho que todas las valoraciones y análisis anteriores den un vuelco inesperado en este tema.

¿Quiénes son los posibles aspirantes a la gubernatura del estado? De manera natural, por gobernar las ciudades más importantes del estado se debe considerar a Maru Campos del PAN y a Armando Cabada Alvídrez de extracción independiente, ambos con buenas opciones para aparecer en la boleta electoral y obtener el voto de los chihuahuenses.

En el PAN las cosas han cambiado bastante, debemos señalarlo, porque con la captura de César Duarte el gobernador Corral recibió un enorme tanque de oxígeno puro, oxígeno político, que le inyectó el poder necesario para, ya casi de salida, maniobrar para que el candidato de su partido a la gubernatura no sea Maru Campos, como lo ha expresado abiertamente, sino el senador Gustavo Madero, lo que sin duda creará un enorme boquete de inconformidad entre la filas blanquiazules, pero los famosos recibos de la nómina secreta de Duarte, van a ser un factor determinante en este proceso. De alguna forma, con algún truco sacado de la manga, Corral logrará que sea Madero el candidato panista al Gobierno estatal.

Todas las encuestas, tanto nacionales como locales, le dan a Morena la ventaja en Chihuahua para obtener la gubernatura del estado, aunque también hay que señalar que dichos resultados han venido disminuyendo conforme se acerca la fecha, hablando de cifras. ¿Quiénes se perfilan por Morena? Juan Carlos Loera de la Rosa, Rafael Espino, Cruz Pérez Cuéllar y María del Carmen Almeida Navarro quien de última hora se subió al escenario electoral.

A Pérez Cuéllar prácticamente podemos descartarlo ya porque es otro de los damnificados políticos con la detención del exgobernador Duarte, de por sí no la tenía fácil antes de eso al haber sido reclutado para Morena por Yeidckol Polevnsky, hoy defenestrada por propios y extraños alejada por completo del afecto del presidente López Obrador, pues ahora con los más recientes acontecimientos se esfuman las más mínimas posibilidades que podría haber tenido, aunque sale bien posicionado en las encuestas es sabido que la decisión final para candidaturas de esa importancia será el mismo López Obrador quien las tome, nadie más, por tanto el escándalo sobre la nómina secreta de la cual era beneficiario Pérez Cuéllar, según lo ha afirmado el mismo gobernador confirmando incluso la existencia de carpetas de investigación, se convertirá en el obstáculo insalvable para sus pretensiones independientemente del resultado de la denuncia, lo consignen o no, carecer de un vínculo directo muy cercano a AMLO, y que lo hayan involucrado en los manejos turbios de Duarte lo pone a años luz del ánimo presidencial.

Lo que deja sólo dos posibilidades para Morena: Espino y Loera de la Rosa, ambos amigos entre sí y con una excelente relación directa con el presidente cada uno por su lado, sin embargo, en mi apreciación muy personal considero que será el juarense Juan Carlos Loera de la Rosa quien obtenga la nominación morenista. Espino le es más útil al gobierno en Pemex que aquí.

Por el lado del PRI los tiradores son Omar Bazán Flores, quien ha mostrado ser una oposición clara y determinada al gobierno panista mediante un muy marcado activismo legislativo, Graciela Ortiz, Alejandro Cano, Hugo Aguirre y “Teto” Murguía, a quienes también afecta negativamente la captura de Duarte porque se reaviva en la opinión pública la militancia priista del ballezano y la enorme corrupción que rodeó al ex presidente Peña Nieto.

Todas las encuestas señalan al PRI entre el tercero y cuarto lugar de las preferencias electorales, disputando esa posición con la figura independiente, lo que marca un parteaguas interesante para los priistas porque mientras que para el independiente dicho lugar representa las mejores oportunidades, a menos de un año que inicien las campañas para remontar lugares una vez iniciadas las actividades proselitistas, para el tricolor significa una caída importante en el ánimo de los electores, lo cual desde luego no los elimina del abanico de probabilidades de triunfo aunque sí se los complica más.

Por el lado de los independientes las encuestas sólo identifican claramente a dos posibles opciones, Armando Cabada, presidente municipal de Juárez la ciudad más importante del estado, y a Alfredo “El Caballo” Lozoya, alcalde de Parral, ambos con sendas reelecciones ganadas en 2018. Una sola encuesta incluye el nombre de Marco Quezada en el rubro independiente, con apenas un 4 por ciento de la intención del voto.

En el resto de los ejercicios demoscópicos consultados Cabada aparece siempre mejor posicionado que Lozoya, incluso hasta 3 a 1 en preferencia electoral, algunas veces en tercer lugar y otras en cuarto, sin haber empezado las campañas electorales como tal, lo que significa un posicionamiento inmejorable para aspirar a la gubernatura y abre múltiples posibilidades de alianzas o negociaciones para abanderar también, junto a la figura independiente, a otros institutos políticos del estado. Otra alternativa la constituye la suma de esfuerzos de los independientes en torno a Cabada, que sin duda alguna le daría mayor fuerza a la figura y mejores posibilidades de triunfo en la elección. Si van cada uno por su lado, inevitablemente solo dividirán el voto debilitando las posibilidades de cada uno de ellos. Sin duda alguna, Armando Cabada es el independiente mejor posicionado tanto en imagen, conocimiento, como intención de voto.

En este escenario, con la intención del voto cerrándose cada vez más, y con altos niveles de polarización dentro de los mismos partidos y en la sociedad, la elección se podría dividir en cuartos, es decir, cuatro opciones con casi la misma fuerza y posibilidad de triunfo, escenario en el que cualquiera puede ganar con un poco más de 300 mil votos de chihuahuenses.

A Morena no le fue muy bien en 2018, en relación a sus resultados nacionales, pese al fenómeno López Obrador, así que para 2021 la misma correlación de fuerzas pudiera repetirse pero con un PRI luchando y empujando por limpiar su imagen y su nombre, más la fuerza emergente de los independientes que algo tendrán que decir. Será una elección muy interesante en 2021.