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Opinión

Otra muestra contundente del repudio

Con esta elección interna Campos Galván volvió a pasar otra aduana de las muchas que le ha puesto Javier Corral

LA COLUMNA
de El Diario

lunes, 25 enero 2021 | 06:00

Cortesía El Diario de Juárez El Diario de Juárez

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• Otra muestra contundente del repudio

• Sacerdotes corralistas como arma política

• Reacciona ala panista contra Mocken

El triunfo de Maru Campos sobre Gustavo Madero en la disputa por la candidatura del PAN a la gubernatura llegó a confirmar el repudio de las bases albiazules contra el corralismo.

No fue una sorpresa que la alcaldesa con licencia de Chihuahua se impusiera sobre su compañero senador, pues desde antes de la precampaña era considerada la candidata natural del panismo, por más muestras de odio y estrategias perversas que salieron del Palacio de Gobierno.

La elección avasalladora, tal cual la presumían desde antes los operadores de Maru, fue el efecto de la anticampaña lanzada por el oficialismo, del que no pudo desmarcarse efectivamente Gustavo, sin duda excelente candidato pero con inútil sombra.

El precandidato derrotado fue respetuoso en todo momento de la figura del gobernador y de su gobierno, pese a que encabezó una gestión abiertamente antipanista y dirigió al estado a la mayor crisis de su historia en todos los órdenes.

Debió desmarcarse el senador no nada más por el mal desempeño de Corral y su administración, sino por la evidente falta de respeto con la que siempre actuó el gobernador hacia el panismo.

Con esta elección interna Campos Galván volvió a pasar otra aduana de las muchas que le ha puesto Javier Corral. Han sido infinidad de filtros los que el gobernador la ha obligado a cruzar en su obsesión por controlar una sucesión que también lo ha rebasado, como todo lo que ha sido el desastre de su administración.

No es el último obstáculo. Es de esperarse que durante la semana y lo que resta de la campaña la hoy virtual candidata del PAN a la gubernatura sea objeto de mayor acoso del que ha vivido hasta ahora.

Ni los votos de los militantes que debería respetar el primer panista del estado lo harán cesar la persecución iniciada no desde 2016 ni 2018, cuando Maru le sumó votos a su proyecto y al PAN, sino justo en la antesala del año electoral que está en marcha.

***

Además de los cuatro años de caminar directo hacia el despeñadero, tanto en su papel de gobernador como en el de militante panista, horas antes de la elección Corral ordenó un desplegado de ataque a Maru Campos y a sus seguidores.

Trató desesperadamente de influir en la elección interna del PAN llenando un documento de firmas de personajes que están en su nómina o son abiertamente antipanistas. El efecto contraproducente de los militantes quedó de manifiesto.

¿Qué tienen qué andar haciendo Leticia Corral –hermana del gobernador–, priistas, morenistas, izquierdistas, curas, ordenando a los panistas cómo y por quién votar?. Tómala. Fue contraproducente.

Pero también Corral hizo lo que siempre había criticado de otros gobernantes. Voló ayer en el avión oficial de Chihuahua a Juárez, en el Cessna Citation CJ3, para realizar una tarea personal y partidista, la de votar. No iba a ser de otra manera, es lo único que ha hecho en toda su gestión.

Llegó a la ciudad a ejercer su derecho como panista y luego a desentenderse, como siempre, de cualquier responsabilidad. De muestra están las grotescas fotos de sus escoltas cargándole su asadorcito.

Previamente además, el sábado, pasó el día jugando tenis en la capital, que junto con el golf es de sus distracciones favoritas. Lo que sea con tal de no atender lo fundamental del alto cargo que le confirió la ciudadanía en 2016.

Así dejó solo Corral al partido que ahora también lo abandona dándole la espalda a su candidato.

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Presumió Javier Corral en sus redes el fin de semana un encuentro con quienes han sido fieles devotos de una fracasada administración, los sacerdotes Camilo Daniel, Javier “Pato” Ávila y Dizán Vázquez Loya.

Las imágenes de muestra –en la versión digital de La Columna– hablan por sí solas. Los breves comentarios de la gente, que no le cree al gobernador por su característico “blah, blah, blah”, exhiben además el descrédito de los protagonistas.

Los clérigos católicos (ateos, son llamados por muchos) que iniciaron junto con Corral un supuesto cambio gubernamental que llevó a la nada, ahora estuvieron en el despacho del mandatario estatal, justo el día que apareció un desplegado en el que toda la estructura gubernamental atacaba a Maru Campos.

Avalaron la idea de descalificarla como víctima de la violencia política de género, que ha quedado en evidencia por los mismos desplantes del mandatario estatal contra la alcaldesa con licencia y hasta su linchamiento público desde antes de judicializar causas penales en su contra.

Camilo Daniel y Ávila fueron de los firmantes de dicho desplegado, junto con decenas de supuestos activistas que ni panistas son, funcionarios estatales que desde hace semanas se centraron en la precampaña albiazul y otros que se dicen referentes de la lucha por los derechos humanos.

Ahí estuvieron mezclados en el listado de nombres que avalaban el ataque a Campos Galván; luego aparecieron burdamente en el Palacio de Gobierno para no dejar dudas de la manufactura del desplegado.

Usados como arma política, los sacerdotes de religión corralista parecen haber vendido su necesario activismo para denunciar las atrocidades de la violencia y la complicidad gubernamental con el crimen en las diócesis de la Tarahumara y Cuauhtémoc-Madera, que hoy como ayer siguen más vigentes que nunca.

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En su papel de militante dejado de lado más que como líder empresarial, René Mendoza reaccionó como era obvio, en la lógica panista, ante el arribo de Javier González Mocken como precandidato del PAN a la Presidencia municipal.

“Qué vergüenza que estemos considerando a Mocken. Priista en los años en los que muchos de ustedes lucharon tanto. Hoy pudo ser de Morena, lo echaron, y el PAN lo recoge. Tan pobres estamos?”, publicó en un post en Facebook en el que etiquetó al exgobernador Francisco Barrio, al exalcalde Gustavo Elizondo Aguilar y a Javier Corral.

En otro comentario escribió: “No entiendo. El PAN incluye en su encuesta para elegir a su candidato a alcalde a Mocken, aliado de Duarte que por cierto, lo incluyen por invitación, es decir, fueron y le besaron las pelotas. Contra qué estamos? Congruencia! Congruencia!”. La imagen de muestra en la versión digital de La Columna.

Aunque es a título personal, lo que hizo el dirigente de la Cámara de Proveedores de la Industria en México –y aspirante panista en su momento a la misma candidatura que hoy está en juego– no hizo más que expresar lo que un ala fuerte del panismo piensa.

El exceso de pragmatismo les cae de peso incluso a quienes en determinada ocasión debieron privilegiar lo práctico sobre lo ideológico; molesta igual que la mezcolanza partidista que habrá de marcar la elección en marcha.

Como Mendoza, varios de los panistas con mucho o poco capital político no van a operar para sacar adelante al expriista. Este es nomás un anticipo de lo que viene para el proceso de designación que justamente hoy arranca en el PAN.

Por lo pronto González Mocken siguió haciendo lo suyo, ahora en la antesala panista. Ayer estuvo en la ciudad de Chihuahua reunido con el presidente nacional del PAN, Marko Cortés; y el delegado de dicho partido en el estado, Luis Serrato.

Sin duda al blanquiazul le ayudará bastante el capital político conservado por el expriista y exmorenista.

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